jueves, 29 de abril de 2010

OSWALDO ALVAREZ PAZ - EXPRESO DE LIMA

La afirmación es de Raúl Castro, presidente de Cuba, no una exageración opositora para hacerle daño al régimen castro-chavista que gobierna. Se corresponde con lo planteando desde hace bastantes años. No hay precedentes, al menos que yo conozca, de un país independiente, con abundantes recursos naturales, materiales y humanos, que le pague a otro más pequeño, sin recursos, empobrecido, insular y bastante aislado de la comunidad internacional para que lo invada, entregándole progresivamente el control de las áreas fundamentales de la vida nacional. Unos noventa mil cubanos están en Venezuela. Tienen influencia determinante en el manejo de los servicios de salud pública, deportes y recreación, educación y, además de otras cosas, tienen en sus manos la data de los venezolanos. Me refiero al registro público, notarías, cedulación y otorgamiento de pasaportes. Chávez les entregó el tema de la seguridad y los dramáticos resultados están a la vista. Manejan los servicios de inteligencia civil y también la militar. Están en los cuartes, en las guarniciones militares y han sido fundamentales para la organización de las milicias revolucionarias, suerte de paramilitares que, uniformados o no, amenazan agresivamente a propios y extraños.
La retórica de ambos gobiernos es idéntica. Tienen los mismos intereses, los mismos peligros, el imperialismo yankee y servidores entre los cuales destacan, por supuesto, Colombia y las instituciones democráticas del mundo. También los mismos aliados, gobiernos forajidos y organizaciones subversivas muchas de las cuales actúan con el soporte de las estructuras del narcoterrorismo.
El presidente cubano habló en el marco de la conmemoración de los 200 años del 19 de abril de 1810, fecha que recuerda el primer paso hacia la Independencia. Reunió en Caracas a los petrochulos del continente y buscones adicionales. Los escenarios fueron grotescos desfiles en donde se pretendió mostrar el “poderío” militar y económico, y asambleas para escuchar los repetitivos disparates de Chávez, entre aplausos delirantes de quienes desangran la nación. Antes de regresar a La Habana, Castro II afirmó que las reuniones con el gobierno venezolano siempre son positivas porque ¡“somos la misma cosa”!
oalvarezpaz@gmail.com Viernes, 23 de abril de 2010
EXPRESO, Lima

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