viernes, 18 de junio de 2010

Antonio Sánchez-García ND El Troglodita

Junio 18, 2010

“De aquí en adelante lo veremos mostrando el tripero, haciendo gala del dictador que siempre quiso ser, por fin convertido en realidad. Se hunde en la cloaca que ha provocado y chapotea tratando de encontrar un muro a qué asirse. En esa estamos: sufriendo los embates de su desesperada defensiva. No se irá libre. Nos hará pagar muy caro el error de haberlo sacado de las cavernas.”

Chávez está que rebuzna. Un sencillo comentario de un periodista de CNN en español que cubre la fuente de economía y finanzas, Alberto Padilla, lo ha puesto a parir una cadena más de entre las miles que carga encima. Responde a un comentario de minutos con una cadena nacional de cuatro horas. Si la proporción entre su uso de la TV y el de la oposición era hasta hace unos meses de 20.000 a 1, en estos últimos días la habrá elevado varios miles de puntos más. Quisiera convertir el país en un cuarto de espejos en que su estridente verborrea domine los espacios físicos y virtuales como en una novela de ciencia ficción política. Caracas 2010. Está fuera de sí. Alterado.

Miente más allá de toda imaginaria medida. Jura que éste, su feudo privado, en que la fiscal, la defensora del pueblo, la presidenta del tribunal supremo de justicia, la presidenta de la asamblea y el contralor son obsecuentes y relamidos vasallos suyos a cambio de sueldos monumentales que ofenden la decencia nacional, es una democracia ejemplar. Culpa al capitalismo – que parió esa democracia ejemplar, cuando ella se ajusta a los parámetros sentados luego de la revolución francesa – de los desastres que él, y nadie más que él, y esa corte de voraces espalderos han provocado con su irresponsabilidad, su inescrupulosidad, su ignorancia, su desfachatez y su corrupción sin límites.

Esta Venezuela destrozada, esquilmada, humillada, corrompida, hambreada, violada, ensangrentada, asaltada sin compasión por las termitas rojo-rojitas que se apoderaron de las arcas públicas bajo el pretexto moral del comunismo marxista y guevariano pretende venderla como modelo de socialismo, de igualdad, de justicia. Lo dice con una cara digna de Buster Keaton. Y el periodista ingles Spencer Sackur, que dirige el popular programa de entrevistas de la BBC Hardtalk sonríe complacido pues nuestro caradura profesional deja entrever con tics, gestos, señas y otras argucias – “¿puedes repetirme la pregunta, Stephen?” – que necesita ganar tiempo para dar con el circunloquio perfecto y está que se le revientan los cojones por la impasible serenidad con que Sackur lo ha puesto contra las cuerdas. Y él con sus labios trémulos, su sonrisa de hielo, sus irrefrenables deseos de darle un solo carajazo al “hombre quieto” que ha venido del frío para revolverle las vísceras. Revela su profundo malestar terminando cada intervención suya con un rictus que quiere ser una sonrisa pero se queda en un tic de mordaz desprecio, automática revelación de sus existenciales frustraciones. Hablando en cubano, “óyeme tú”, que de tanto entregarse a los Castro y rodearse de anillos de seguridad del G-2 olvidó el habla de su gente.

Mientras más alterado y acorralado por las circunstancias, más requiere del licor del halago, del elixir de la adulancia, de la sangre ritual del sometimiento. Crece a pasos agigantados hacia el tirano que quería llegar a ser. Ya va siendo el déspota que los hados pusieron en sus destinos. Se incorpora con cuerpo y alma, con gestos y rictus, con una logorrea impenitente a la corte de los tiranos que claman por su presencia: Idi Amin Dadá, Mugabe, Chapita Trujillo, Fulgencio Batista. Castro, peor y más siniestro que todos ellos, se salva, como en su tiempo Stalin, por contar con el aplauso de la llamada izquierda mundial. Pero Neruda está muerto. No habrá un poema para nuestro último emperador.

De aquí en adelante lo veremos mostrando el tripero y haciendo gala del dictador que siempre quiso ser, por fin convertido en realidad. Se hunde en la cloaca que ha provocado y chapotea tratando de encontrar un muro a qué asirse. En esa estamos: sufriendo los embates de su desesperada defensiva. No se irá libre. Nos hará pagar muy caro el craso error de haberlo sacado de las cavernas.

http://www.noticierodigital.com/2010/06/el-troglodita/

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