“Las mentiras tienen las patas cortas”
Hoy 1º de Mayo, día de los trabajadores, cumple 56 años el Alcalde Mayor y aspirante a la precandidatura del bloque socialdemócrata Antonio Ledezma. Lo hace embalado en su precandidatura, recorriendo el país Estado por Estado. No lo hace gracias al exclusivo respaldo de su mini partido ABP, que no tiene piernas ni pulmones para resistir una maratón de esa envergadura. Lo hace respaldado por su viejo partido Acción Democrática, que pone sus casas, su militancia y su dirigencia a su servicio. Con la venia y el apoyo de Henry Ramos, que aunque aún no suelta prenda y bien quisiera la candidatura para sí mismo, tendrá que terminar por reconocer que Ledezma, hijo dilecto de Carlos Andrés Pérez y militante adeco desde su infancia en San Juan de los Morros, de donde es oriundo, sería el candidato perfecto para conquistar otro gobierno para el partido del extinto Rómulo Betancourt. Desde estas páginas, le deseamos un feliz cumpleaños y suerte en su difícil cruzada.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para el cumpleañero. Crecen los rumores sobre la inminencia del regreso al país de Manuel Rosales y su inquebrantable decisión de proponer su precandidatura para ser el abanderado del bloque socialdemócrata. Lo hace respaldado en su precedente campaña presidencial y en la creencia de que con esa candidatura tiene recorrido la mitad del esfuerzo. Lo respalda su equipo, que lo ha acompañado en Lima y en Panamá. Cuya punta de lanza es el diputado al Parlatino Timoteo Zambrano, su virtual ministro de relaciones exteriores en la sombra. Pero choca con los intereses de aquellos dirigentes de UNT que reconocen el liderazgo actual de Pablo Pérez y ponen el acento en su juventud, su frescura, su imagen pública de triunfador. Si Rosales sólo hubiera sido derrotado, no habría tanto problema. Que sobran los presidentes electos luego de una retahíla de derrotas. Incluido Chávez, el gran derrotado del 4F. Pero su derrota dejó el amargo sabor de quien corrió a declararse derrotado cuando no se terminaban los recuentos.
Lo cierto es que el país no quiere ni aceptaría una candidatura de Rosales. Está quemado. Tampoco su auto exilio le ha agregado laureles. De modo que la pelea por la nominación del bloque socialdemócrata deberá dirimirse entre Pablo Pérez y Antonio Ledezma. Este último cuenta con la ventaja de haberse lanzado, estar recorriendo el país en su rol de precandidato y haber declarado de entrada que no se postulará a la reelección por la Alcaldía Metropolitana. Pablo mirará con aprehensión la sola idea de dejar la gobernación del Zulia a mano de las pirañas rojo rojitas. Lo que tanto Pablo Pérez como Ledezma deberán discutir y resolver cuanto antes es que la competencia no soporta dos precandidatos de la misma familia. Si los votos del bloque se dividen entre ambos, el triunfo en las primarias lo tendría casi decidido el centro derechista Henrique Capriles, que encabeza las encuestas y viene preparándose para un sprint final con todos los hierros.
No le veo esperanzas a los otros aspirantes, salvo un cataclismo que por ahora luce muy hipotético. Se habla de la decisión de María Corina Machado, que habría vuelto de USA dispuesta a lanzarse al ruedo. Sería un craso error éste de adelantarse a la historia. Lo ha dicho en varias ocasiones otro postulante, Oswaldo Álvarez Paz: “tener la razón antes de tiempo puede constituir una auténtica catástrofe”. La veo, en cambio, como un apoyo indispensable para quien resulte electo en las primarias. Una vice presidencia, la cancillería o la embajada en Washington podrían ser excelentes estaciones para su futuro presidencial. Como también podría decirse de otra aspirante en las sombras, la rectora Cecilia García Arocha. Que sería una ministra de educación de súper lujo. ¿Olvidar que Ricardo Lagos se esperó en ese cargo?
Con lo cual cierro este ciclo de mentiras: Ledezma, Pablo Pérez y Capriles deberían comenzar a asomar sus programas y sus equipos de gobierno. El pueblo espera ansioso por una gran esperanza.
Fuente: VozVeraz.com
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