

Llega el domingo y, con él, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Una vez más, los 123.931 peruanos residentes en España acuden a las urnas para apoyar a su candidato: Ollanta Humala o Keiko Fujimori. Aunque unos pocos electores no parecen muy dispuestos a plegarse ante ninguna de las dos alternativas y discuten en corrillos sobre qué es mejor: si el voto en blanco o "el voto viciado".
Los 67.836 peruanos convocados que viven en Madrid, la "circunscripción" mayoritaria en España, han tenido que ir al pabellón número 4 del recinto ferial Ifema para ejercer su voto. Por los pasillos del metro más cercano sólo se ha podido escuchar un español con ese suave acento característico del país americano. Ricos, pobres, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos con sólo dos cosas en común: son peruanos y van a votar.
El ambiente electoral ha sido patente. Un hombre discute con su esposa: "Hay que votar a Ollanta". "¡No! Una mujer para la presidencia", le responde la mujer. Afortunadamente, su hijo les acompaña y zanja la conversación: "Papá, tienes que pensar un poquito".
Si algún despistado no acaba de saber lo que por allí está ocurriendo, la boca del metro disipa cualquier duda. Las escaleras de acceso están aderezadas con pintadas que rezan: "Fujimori nunca más", "No a Keiko" o "Peruano, no tires tu voto a la basura". Sobre estos mensajes, un hombre encaramado a una barandilla grita "¡No venda su voto por una Inca Cola!" mientras, a su lado, unos voluntarios reparten refrescos a los electores.
Alrededor del centro electoral madrileño, todo está más tranquilo. Tal vez porque está prohibido hacer propaganda electoral allí o puede que fuera por el dispositivo policial. La cuestión es que los peruanos han guardado una fila ordenada, a las 8.00 en punto, esperando a que abran las urnas.
Dentro del pabellón, los encargados de la logística y los responsables de las mesas electorales han trabajado apresurados para tratar de ser puntuales. Pero, hasta las 8.20 ningún censado ha podido ejercer el voto. Un retraso que no parece tan grave si se tiene en cuenta que, hace dos meses, no empezaron hasta las 8.45.
Los ciudadanos esperan pacientemente a que sus mesas estén listas. Unos conversan, otros leen el último libro de Mario Vargas LLosa y, alguno, descansa de la resaca del día anterior sentado en una esquina.
Entre ellos discuten sobre si, para ellos, es obligatorio votar. La legislación vuelve a ser un misterio, 60 días después. Unos mantienen que para los emigrados no es una obligación. Otros mantienen todo lo contrario, pero reconocen que tampoco pueden tomar ninguna represalia contra ellos. Al menos mientras estén en fuera de su país. Tienen miedo de que, si vuelven, tengan algún problema.
"No creo que vaya a cambiar nada. Ésa es nuestra historia, Perú no cambia", afirma un elector a la salida del pabellón. Esta vez, a diferencia que en la primera vuelta, la esperanza de cambio es mínima.
"El fujimorismo ya lo vivimos y Ollanta, bueno, no creo que vaya a ser diferente", afirma una peruana con gesto triste. "¿Por qué crees que me fui de Perú? Allí no tenía trabajo, no ganaba dinero por eso vine a España", añade. "Tal vez tengamos que irnos de España también", comenta una amiga suya que está convencida de que hay paralelismos "peligrosos" entre ambos países.
A pesar de todo, ninguno apuesta por una revolución tajante. "Mejor poder venir y votar que vivir en la dictadura. Ya vendrá un candidato bueno", declara una peruana con resignación. "Mientras hay democracia hay esperanza" sentencia.
Paredes para entrar
Hay una extraña alusión a paredes mágicas en el libro El lobo estepario de Herman Hesse. El protagonista Harry Haller transita por una calle y observa un muro y una puerta. Al lado un letrero: “Teatro de los locos”. La ignora. Otro día se topa con la misma entrada y rótulo, pero en otro pasaje. No le otorga mayor importancia. Al tiempo, recuerda el letrero y le da curiosidad. Vuelve a una de las paredes pero ya no está la puerta, sólo la pared, lisa, sin señales de tal entrada. Igual ocurre en las otras locaciones.
Años después, Harry halla sin esperarlo el famoso teatro y esta vez no pierde la oportunidad de entrar en un mundo de genios y locos.
Tan prolijo en estados alterados es La pared (1979), un exitoso álbum del grupo Pink Floyd, que canta a la alienación del humano y la creación -para protegernos- de mundos internos, a veces benignos, a veces infernales. Luego de años de filtraciones, el protagonista logra encerrarse del todo en su propia marisma.
Y para no entrar (o salir)
Porque, claro, las paredes y muros se usan principalmente para separar, para aislar. Un caso famoso e infame fue el Muro de Berlín. Hecho para evitar que los ciudadanos del lado comunista de la ciudad se fugaran al lado “federal”, fue paradójicamente el punto focal de miles de escapes, algunos espectaculares. Por sincronicidades de la vida, el principal autor de La pared, Roger Waters, tocó estos temas en Berlín, casi diez años después, cuando derribaron el Muro en el preludio de la reunificación alemana.
Y, demolido el de Berlín, otros quieren seguir construyendo. Se ha criticado mucho una muralla que Israel quiere colocar en una de sus fronteras con los territorios palestinos. Ni qué decir de la pretendida pared que evitaría entradas ilegales en ciertos puntos de la frontera entre los EUA y México.
En la novela Lapas del escritor venezolano Doménico Chiappe, a una Caracas futurista y colapsada la cruza un gran muro que separa a la clase social depauperada del resto.
¿Se revertirá alguna vez la tendencia? ¿La de levantar más muros que puentes? ¿La de ponerle puertas pero no abrirlas?
Al final, el protagonista de La pared logra derribarla y -creemos- liberarse de sí mismo y del afuera. El héroe en El lobo estepario se queda del otro lado de la pared, en un mundo que ya este lado no comprende.
—ANEXO——————————–
Cuatro películas que terminan con puertas
La puerta permite o impide el acceso al “próximo” ambiente. Tiene el poder de transformar la pared: en un muro sólido o en parte de un camino. Es un símil del comienzo o del fin, aunque la imaginación del director de la película pueda jugar con las combinaciones. Me he fijado en cuatro films que terminan con una puerta, abierta o cerrada.
Debe haber muchas más, pero estos títulos me gustan en particular. Primero la catedral del cine, El Padrino, de 1972. Su final es de antología. La esposa del nuevo Don Corleone cree por breves minutos que su esposo no es el monstruo que dicen, autor intelectual de decenas de asesinatos. Él le asegura que son mentiras, que luchará por legitimar la familia. La esposa pasa a un salón a preparar dos tragos. Ve a lo lejos como llegan dos capitanes de la mafia y besan el anillo del nuevo capo di tuti capi. Contempla con sorpresa. Desde adentro un guardaespalda cierra la puerta, suave pero contundentemente.
La última escena de esa película es un rostro anonadado porque sus peores temores han resultado ciertos. La puerta que cruza esa cara le da un efecto de “cierre” que no se olvida más nunca en la vida.
Goodfellas (1990) de Martin Scorsese, otra excelente película de mafiosos, finaliza con el protagonista, bajo el Programa de Protección a Testigos, quien entra a su casa lamentando su suerte actual, lejos de la acción. Tras recordar brevemente a su gran amigo Tommy DeVito (Joe Pesci) como todo un pistolero, cierra la puerta de una casa suburbana. Sin pretensiones, esa escena termina con broche de oro una narración cinematográfica portentosa.
Hay una película de animación del estudio Pixar, Monster Inc, que me gusta mucho por sus personajes y su factura. La historia trata la amistad de una niña y un monstruo de gran corazón, Sully. La única forma de comunicar a ambos mundos era con puertas especiales, diríamos multidimensionales. Una vez devuelta la niña a su cuarto, desde donde por accidente había cruzado la frontera, Sully pensó que no vería más a su amiguita. Y resulta que la encuentra una vez más, cuando abre la puerta reconstruida tiempo después, y es saludado por la aguda voz de la niña que lo llamaba “gatito”.
“El Retorno del rey” de la serie de El Señor de los Anillos de Peter Jackson concluye una larga odisea con Frodo regresando a su comarca, entrando a su casa y cerrando la pequeña puerta. Las casas de los hobbits son especie de cuevas en las colinas, muy hermosas, como escondidas detrás de murallas naturales. Esa puerta cerrada parece decir: “He vuelto a mi hogar”, en este caso, luego de salvar al mundo.
Fuente: Infociudadano
La votación se inició a las 08H00 locales (13H00 GMT) y durará ocho horas.
Casi 20 millones de peruanos están convocados para elegir al sucesor de Alan García, que gobernará el país por los próximos cinco años.
"Hay que salir todos a votar sin miedo, con confianza, con esperanza, y con bastante memoria", dijo Humala temprano este domingo tras salir a trotar.
Por su parte Keiko Fujimori convocó a un desayuno temprano en su residencia en que señaló a la prensa que "es fundamental que todos los peruanos acudamos a las urnas. En el días de hoy decidimos el futuro de nuestro país".
Desde la semana pasada las encuestas han señalado de manera consistente un empate técnico entre los dos aspirantes, situación que se corroboró en cinco resultados publicados entre jueves y sábado.
Sin embargo una sexta encuesta, la última de las publicadas y realizada el sábado por la empresa Ipsos-Apoyo, mostró que Humala alcanza una ventaja de 3,8 puntos (51,9% contra 48,1%) que ya configura una diferencia por encima del margen de error.
Estos sondeos confirman una percepción de directores de encuestadores de una subida de Humala en los últimos días. Sin embargo los sondeos no reflejan el voto de los peruanos en el exterior (entre 2 y 3% de los electores) que favorece a Fujimori.
Además de la incertidumbre matemática, serán unos comicios bajo el signo del temor que generan los dos aspirantes.
Humala, un militar retirado de 48 años, a quien sus opositores endilgan su cercanía al presidente venezolano Hugo Chávez, es temido por la posibilidad de que cambie el modelo económico que ha hecho de Perú el país de mayor crecimiento en América Latina en la última década.
El candidato fue apoyado por Chávez en las elecciones de 2006. Pero desde entonces Humala deslindó de él y declara sentirse más cercano al modelo brasileño e inclusive al argentino. Incluso sus asesores son brasileños.
Por su parte Keiko Fujimori, congresista de 36 años, carga el lastre del gobierno de su padre, Alberto Fujimori (1990-2000), caracterizado por la violación a los DDHH y la corrupción por los que él mismo fue condenado a 25 años de prisión en 2009.
El hecho de que la candidata esté acompañada por varios de los colaboradores de su padre aumenta la desconfianza sobre ella y la percepción de que el ex presidente puede estar manejando los hilos de la campaña desde la base policial en Lima donde se halla detenido.
Giovanna Peñaflor, directora de la Consultora Imasen, dijo a la AFP que "nunca antes había habido una sensación tan marcada de salto al vacío en unas elecciones".
"En el caso de él, la incertidumbre es de tipo económico, y en el de ella es de tipo democrático", añadió la analista, para quien "el pesimismo y la polarización seguirán después de las elecciones".
"Si Humala gana el domingo el lunes va a haber serias, pero serias presiones de volatilidad financiera en la Bolsa y en el tipo de cambio", dijo a la AFP Elmer Cuba, de la consultora Macroconsult, una de las más antiguas de Perú.
Una eventual liberación del ex presidente Fujimori temida por la oposición "generaría una situación muy difícil, pues encontraría una oposición social muy fuerte y los problemas de gobernabilidad serían muy grandes", dijo a la AFP el historiador Nelson Manrique.
En Lima Dante Caputo, jefe de la misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que las organizaciones políticas y los ciudadanos "deben respetar los resultados finales y oficiales del organismo electoral".
Por su parte José Ignacio Salafranca, jefe de la Misión de Observación de la Unión Europea, pidió "tranquilidad y respeto" en la jornada electoral.
El sábado murieron tres soldados y seis más resultaron heridos en un ataque atribuido a la organización maoísta Sendero Luminoso contra una patrulla militar que se dirigía a custodiar el proceso electoral en el sudeste de Perú.
Los observadores han señalado su preocupación sobre los resultados de boca de urna que se entregan inmediatamente después de cerradas las mesas y que podrían dar una idea engañosa sobre el ganador.
AFP
Fuente: El Deber
“Con una comitiva que supera las 150 personas, incluyendo personal de seguridad, militares, ministros, familiares, médico personal y hasta el cocinero; el Jefe de Estado estará ocho días fuera del país, gastando diariamente la módica suma de 730.000 bolívares fuertes, en entre hoteles, viáticos, personal de seguridad, pasajes y traslado aéreo”, afirmó Berrizbeitia.
“500 cupos de Cadivi se gastará Chávez en esta oportunidad, mientras que los venezolanos sortean cualquier cantidad de obstáculos, para lograr que Cadivi les apruebe una muy limitada cantidad de divisas, para los viajes al exterior”, reflexionó el parlamentario.
El secretario nacional de Prove aseguró que, con este viaje, “Chávez supera los 400 días fuera del país, en las diferentes salidas al exterior que ha realizado desde 1999”. Asimismo, enfatizó que, desde que asumió la Presidencia, esta es la visita N°57 que el primer mandatario nacional hace a Cuba. (Prensa Proyecto Venezuela)
Fuente: La Patilla
La familia compartió con los periodistas acreditados un desayuno ayacuchano en su domicilio en Surco.
Posteriormente, el líder de Gana Perú acudirá a votar en la Universidad Ricardo Palma.
(FIN) CVC/FPQ
Fuente: Andina
funciona un laboratorio electrónico con equipos de alta tecnología, desde dónde se intervienen teléfonos fijos y celulares, correos electrónicos, etc.
En el piso nueve funciona la Contrainteligencia de la Revolución. Desde allí no sólo se interviene a la oposición, sino también al SEBIN, DIM, funcionarios del Gobierno y miembros del PSUV. Una copia de la contrainteligencia cubana. De otras actividades fascistas que se desarrollan en ese piso nueve hablaremos en la próxima columna.
El Comercio
El escritor Mario Vargas Llosa no vendrá hoy a Lima para votar y ratificar su respaldo al candidato de Gana Perú, Ollanta Humala. A pesar de ello, el premio Nobel de Literatura reiteró su confianza en que “los electores confirmen que no quieren que vuelva la dictadura”, en alusión a la postulación de Keiko Fujimori (Fuerza 2011).
Todo parece indicar que, tras encabezar una intensa y no menos agotadora campaña en defensa de la candidatura de Humala y participar en la Feria del Libro de Madrid, Vargas Llosa necesita reposo por prescripción médica.
Desde Madrid se informó que el médico que lo auscultó señaló que el escritor “necesita tranquilidad y evitar los aviones”, informó la agencia española Efe.
Hace menos de una semana, Álvaro Vargas Llosa señaló que su padre, Mario, vendría al Perú para sufragar, aunque tenía que resolver antes su recargada agenda
El autor de “El sueño del celta” y su hijo Álvaro participaron activamente en un trabajo que hoy revelará si dio los frutos esperados: una victoria en las urnas de Ollanta Humala, el candidato que, de un discurso radical y socialista en el último tramo de la campaña, se ha comprometido a respetar los principios democráticos, la propiedad privada y, entre otros, la libertad de expresión.
Vargas Llosa logró formar un frente común de intelectuales peruanos que manifestaron su respaldo a Humala.
EL ESCRITOR CRITICA
Vargas Llosa, quien ayer participó en la Feria del Libro de Madrid, afirmó que una victoria de Keiko Fujimori sería un desastre para el Perú, aunque se mostró optimista y confiado en que ello no ocurra. “Sería una pena que la democracia que tenemos desde hace 10 años y que ha traído muchos beneficios al Perú, no solo por el progreso económico sino por las instituciones que han sido reforzadas; retrocediera y volviéramos a un período de autoritarismo que fue de una enorme corrupción y muchísima violencia para el país”, sostuvo.
El laureado escritor reiteró su confianza en que “los electores confirmen que no quieren que vuelva la dictadura de Fujimori”.
Cuando se iba, se le acercó un grupo formado por una veintena de peruanos que querían hacer un “lavado de bandera”, para simbolizar la limpieza de la corrupción. Al final, estos solo se fotografiaron con el novelista.
PARA RECORDAR
FRASE DE ANTOLOGÍA
Luego de los primeros resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 10 de abril, Mario Vargas Llosa, reiteró que los electores peruanos optarían entre el sida y el cáncer, en la segunda ronda electoral, al elegir entre Ollanta Humala, de Gana Perú, y Keiko Fujimori, de Fuerza 2011.
Fuente: El Comercio