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Desde que fui miembro del Estado Mayor General del Ejército empezó mi desacuerdo con muchas decisiones que eran tomadas no solamente en la Fuerza Armada Nacional sino en el país, pero esa condición de Oficial de Estado Mayor solamente me permitió opinar o recomendar al Alto Mando pero no me facultó para tomar decisiones por que el poder de toma de decisiones en el Ejército estaba (En ese entonces, hoy en día la verdad que no lo sé ) en la persona de su Comandante General, y en el Ministerio de la defensa en la persona del ciudadano Ministro. Muchas de mis solicitudes y recomendaciones no fueron tomadas en cuenta, lamentablemente no tuve el poder suficiente ni el apoyo necesario para detener lo que estaba pasando aunque hice uso total de todas las atribuciones que me permitían mi grado y mi cargo para preservar la pureza de la institución y mantener al Ejército y la F.A.N. institucionales, afortunadamente mis acciones son hoy en día de conocimiento público, aunque eso también signifique segregación para mi persona y mi familia además de una amenaza permanente sobre mi vida y mi libertad en estos tiempos en que las tinieblas amenazan a la luz, pero no me desanimo pues cuando las tinieblas se hacen más densas es que la luz esta cada vez más y más cerca.. Si en el futuro alguien me pregunta: ¿Que hizo usted General para evitar la destrucción de su Patria y la F.A.N? mi respuesta sería: Hice todo lo que tenía que hacer para defender los más santos deberes militares venezolanos, yó, cumplí con mi juramento.
La disciplina también me exigía ser herméticamente discreto con respecto a mi posición personal. Muchas fueron mis observaciones, recomendaciones y reclamos; en forma oral (En las reuniones del cuerpo de generales del Ejército) y en forma escrita al escalón superior de esa época, pero no puedo referirme a todas ellas por que la mayoría están relacionadas con asuntos inherentes al servicio y las leyes y reglamentos militares vigentes me lo prohiben, aunque llegará el día en que todo será revelado; pero sí hay un ejemplo de lo anteriormente descrito que no es inherente al servicio y puedo citar aquí, y fue mi reclamo dirigido al Presidente de la República por la falta de respeto a la memoria de nuestro Libertador Simón Bolívar cometida por el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick en la Plaza Caracas el 12 de Marzo del 2006, el cual presenté por el órgano regular al General Baduel que para ese entonces era el Comandante General de Ejército, mediante el oficio número 902780 del 21 de Marzo del 2006, recibido en la ayudantía General del Ejército el mismo día a las 11:17 am (11:17 hrs), del cual nunca recibí respuesta y creo que ni siquiera llegó a salir del Comando General del Ejército quedándose en alguna gaveta. Dicho documento se puede apreciar a continuación:
El 16 de Agosto de 2006 recibí el cargo de Director Nacional de Ingeniería del Ministerio de la Defensa y a los seis meses aproximadamente, el 24 de Enero de 2007, tome la decisión de solicitar por el órgano regular ser relevado del mismo (renuncia) por no aceptar ni permitir graves violaciones a la Constitución Nacional y al ordenamiento legal vigente que se estaban cometiendo, y que se encuentran reflejadas detalladamente en el acta de entrega DINGEMIDE número 27 del 12 de Febrero de 2007, y que no puedo revelar en este escrito ya que las leyes y reglamentos militares me lo impiden. Mi desacuerdo y rechazo había llegado al límite, pedí audiencia al General Raúl Isaías Baduel que era el Ministro de la Defensa, para que escuchara mis argumentos y mi posición pero no me fue concedida. Me canse de mandar comunicaciones a los escalones superiores presentando mis observaciones, recomendaciones y reclamos ante todo lo que estaba sucediendo no solamente en la FAN sino en el país, sin recibir respuestas, la única respuesta que recibía era el silencio cómplice de mis superiores en aquel entonces. Ante esa situación quedarme en el cargo hubiera sido deshonroso e indigno, pues si bajaba la cabeza y me quedaba quieto mi destino no hubiera sido otro que el de calentar una silla como un estúpido, como un muñeco de torta que para lo único que sirve es de adorno, y eso si que no va conmigo, simplemente decidí que si mis planteamientos no eran tomados en cuenta, mis recomendaciones no eran atendidas y mis solicitudes no eran respondidas, pues no podía continuar como Director Nacional de Ingenieria, de haberlo hecho me hubiera convertido en cómplice, hubiera significado una sobreentendida aceptación de las violaciones a la Constitución y Leyes que se estaban cometiendo y me hubiera hecho corresponsable, eso dice la ley, además de indigno de mirar a los ojos a cualquiera de mis subalternos y amigos en la FAN.
Y así fue, mediante hoja de audiencia de fecha 24 de Enero de 2007 dirigida por el órgano regular mediante el oficio número 00081 del 24 de Enero de 2007, al General de División (Ej.) Alejandro José Montes Estrada que para el momento era mi superior inmediato pues se desempeñaba como Director General Sectorial de los Servicios del Ministerio de la Defensa (DIRGENSER), solicité formalmente al Ministro de la Defensa General Raúl Isaías Baduel, ser relevado del cargo de Director Nacional de Ingeniería del Ministerio de la Defensa. El General Montes recibe el documento en sus propias manos, firmándolo recibido conforme, el día 24 de Enero de 2007 a las 12:30pm, como se puede apreciar en el documento, el cual se expone a continuación:
Mi solicitud es aprobada por el General Montes Estrada, quien luego de firmarla “favorable” la lleva ante el Ministro el día 30 de Enero de 2007. El General Baduel también la aprueba y en la misma hoja de audiencia, de su propio puño y letra, además de firmarla colocando el grupo fecha y hora, designa al General Jáuregui Fermín como mi sucesor en el cargo, esta decisión el General Baduel la tomó el 30 de Enero de 2007 a las 3:20pm (15:20 hrs) según se puede apreciar en el mismo documento, el cual se expone a continuación:
Como se puede apreciar en la hoja de solicitud de audiencia expuesta anteriormente, la misma iba acompañada de un informe anexo en el que expuse al General Baduel por conducto de la cadena de mando, con lujo de detalles, los motivos que me llevaron a tomar la decisión de solicitar ser relevado del cargo, lamentablemente no puedo presentar aquí dicho documento por que las leyes y reglamentos militares vigentes no lo permiten.
Posteriormente el General Montes Estrada, mediante oficio número 0520 de fecha 31 de Enero de 2007 remite a mi despacho “original y copia” de la hoja de audiencia con la decisión del Ministro plasmada en ella y además me ordena preparar el acto de entrega y recepción para el día 7 de Febrero de 2007 a las 2:30pm (14:30 hrs), según se puede apreciar en el documento, el cual se expone a continuación:
La decisión de que mi sucesor fuera el General Jáuregui Fermín J. Pulvet fue cambiada a última hora por el General Baduel y, mediante oficio número 0605 de fecha 5 de Febrero de 2007 se me notifica que mi sucesor sería el General Franklin Dionisio Pantoja Guzmán, remitiéndoseme anexa copia del resuelto Número 000536 de fecha 2 de Febrero de 2007 emanado de la Dirección General del Ministerio de la Defensa, donde se le designaba, tal y como se puede apreciar en los documentos que se exponen a continuación:
Finalmente, el acto de transmisión de mando se llevo a cabo el día 12 de Febrero de 2007 en horas de la tarde, a partir de ese momento permanecí a la orden del Ministerio de la Defensa hasta que fui pasado a la situación de retiro. A continuación se pueden observar unas imágenes del acto:
Fue duro tomar esa decisión y dejar por mi propia voluntad un cargo tan digno y una institución tan importante para la F.A.N., tan llena de historia y tradición en la ingeniería militar venezolana como lo era en ese momento la Dirección de Ingeniería del Ministerio de la Defensa ( DINGEMIDE); pero el irrespeto a las leyes, la preponderancia de intereses particulares sobre los intereses institucionales, el silencio cómplice y el desconocimiento no solamente a mi autoridad sino a mis atribuciones por parte de mis superiores, me obligaron a ello. Aunque eso duele pues no hay nada que se sienta más en carne propia que la traición de tus propios compañeros de armas que juraron contigo defender la Constitución y las leyes. Cada día que pasa me siento más y más orgulloso de haberlo hecho.
Pero sucedió que tiempo después de estos eventos, en los primeros días de Julio de 2008, luego de que fui detenido por la Dirección de Inteligencia Militar por declarar a unos periodistas que se encontraban a la salida del Tribunal Supremo de Justicia, en las que hice referencia, entre otras cosas, a la actuación del Señor General Baduel como Ministro de la Defensa, y luego de que la justicia militar me impusiera restricción a dar declaraciones a la prensa internacional y nacional, el General Baduel, dio cantidad de declaraciones en diferentes oportunidades a diferentes medios de comunicación en las que negó ante toda la nación hechos que son de carácter público y notorio en la FAN y particularmente en el Ejército; me atacó verbalmente al decir entre otras cosas que yo tenía una agenda oculta y calificó de "inciertas" mis palabras aprovechándose de la prohibición de declarar que me había sido impuesta. Él Señor General Baduel, en pleno conocimiento de que no me podía defender de sus ataques y conociendo perfectamente mi temperamento y forma de ser sabía plenamente que no iba a permitir que nadie hablara en mi nombre y se aprovecho de ello. Un buen ejemplo de toda esta serie de declaraciones que dio el General Baduel lo constituye una entrevista que le hizo el periodista Alfredo Meza con fotografía de Sandra Bracho, publicada en el diario El Nacional, en la página 4, Nación, Foro del Domingo, el día Domingo 6 de Julio de 2008 que tuvo como titular el siguiente: “EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI ES UNA PROPUESTA DE LEMAS VACIOS”. Haciendo click sobre la imagen escaneada que se presenta a continuación se puede leer la entrevista completa.
Como se puede apreciar la entrevista fue bastante extensa pues el diario El Nacional le dio una página completa, en ella el General Baduel califico mi actuación como una provocación, dijo que no sabía que o quienes estaban detrás de mis acciones, dijo que era falso que yo hubiera puesto mi cargo a la orden y que mi salida del mismo fue de acuerdo con los planes de rotación que se instrumentan en la FAN. Esas mismas declaraciones las repitió, una y otra vez, en diferentes medios de comunicación y a diferentes periodistas.
La verdad que yo no lo podía creer cuando leía o escuchaba al General Baduel hablar de esa manera, y mucho menos entender una actitud como esa en un Oficial General que había ocupado las más altas posiciones que tiene el Ejército y la F.A.N. venezolanas. Un oficial General al que muchos militares, incluyéndome a mí, vimos alguna vez como un excelente comandante, y, lo más grave aún, que creímos en él.
El Reglamento de Castigos Disciplinarios Número 6, que más que un codigo de castigo es un sabio tratado de ética y honor militar dice textualmente en su Capítulo I (Deberes de los Militares de Mar y Tierra) Artículo 33, lo siguiente:
"Artículo 33.- la verdad debe ser un culto para el militar de cualquier graduación, siendo tanto más grave la falta de veracidad cuanto mayor jerarquía tenga quién la cometa. La ambiguedad debe eliminarse del lenguaje hablado o escrito del militar."
Desde que estos hechos se desarrollaron hasta la presente fecha, no he querido que mis abogados respondan en mi nombre al General Baduel, ni a nadie. Simplemente decidí esperar con suma paciencia a que las restricciones impuestas por la justicia militar me fueran levantadas para responderle personalmente y con toda contundencia. Pero ahora que han sido levantadas parcialmente y que puedo responderle públicamente, no lo voy a hacer.
El Señor General Raúl Isaías Baduel hoy en día se encuentra preso y no puede responderme, no se puede defender. Por ética militar y respeto al dolor de su familia no lo voy a atacar verbalmente como el sí lo hizo con mi persona en circunstancias similares, nó voy a hacer leña del árbol caído pues quebrantaría las leyes del honor militar con una actitud cobarde de mi parte. Simplemente dejaré que el lector, sobre la base de la documentación presentada en este escrito, juzgue y responda la siguiente pregunta:
¿Quién Mintió?SaludosÁngel Vivas¡MUERA LA TIRANIA VIVA LA LIBERTAD!Generalísimo Francisco de Miranda2 de Febrero de 1806
Fuente: LOS ESCRITOS DEL GENERAL VIVAS