Lean este post de ND, Candela
El mundo de rumores domina las emociones de los venezolanos en este momento. Pero con menor o mayor gravedad, el Presidente venezolano aparenta encontrarse en un estado de salud física o mental que compromete el principio de autoridad consagrado en la Constitución Nacional.
Ciertamente hay un Vicepresidente y los altos responsables de los demás poderes públicos; pero toda esa estructura se ha invisibilizado en los últimos tres días en una forma dramática.
El Vicepresidente apareció en el acto de celebración de la batalla de Carabobo, acompañado por algunos ministros del gabinete, solo para ser desairado prácticamente en el acto militar, sin respeto a su condición (provisional y lo que sea) de Jefe de Estado; como se mostró con el hecho de que el oficial al mando del desfile se dirigió al ministro de la defensa para abrir y cerrar, y no se presentó ante el Vicepresidente con el saludo militar que le corresponde al cargo.
El ministro de la defensa se comportó como el director de orquesta, ejerciendo de hecho la jefatura sobre el resto de las autoridades, incluyendo el Comandante General del Ejército, quien le rindió honores. Los militares con este acto han enviado un claro mensaje a la sociedad, sobre todo a los sectores políticos que respaldan al gobierno: Aquí manda la fuerza armada, y si la han visto subordinada a Hugo Chávez, ello se debe a que es el operador político de ese predominio militar y es un oficial al que los mandos militares actuales le deben sus ascensos, sus protagonismos y sus riquezas.
Pero los militares le han mostrado a los políticos del PSUV, que no están dispuestos a subordinarse a más nadie en el caso de que Chávez muera o esté incapacitado para ejercer el mando. Todo la etiqueta de poder político quedó desmontada en pocas horas, dejando a los dirigentes del PSUV como las sirvientas del poder militar.
No quiere decir esto que buena parte de los dirigentes de izquierda vayan a tolerar su desplazamiento fácilmente, ni que abuena parte de esos mismos dirigentes no estén dispuestos a venderse ante un nuevo militar como ya lo hicieron con Chávez, incluso a sabiendas que no habrá otro militar que pueda sostener la mascarada ideológica nuevamente, misma con la cual las clases populares han sido engañadas.
En pocas horas podría acumularse un estado de justificación para una transición del poder a las manos de quienes son los más fuertes actualmente. La fuerza no reside ni en el parlamento ni en el poder judicial ni en el poder ciudadano: La fuerza reside en la capacidad de coerción, constricción y organización, de los militares.
Los dirigentes del PSUV ya cayeron en la trampa de recostarse de la fuerza armada para evitar la eventual arremetida de la derecha opositora; porque si bien Chávez convivió con las fieras, la dirigencia política no podrá hacerlo sin ser devorada, como lo atestiguan centenares de caos en la historia política universal.
La única opción que tienen, y que tenemos todos aun siendo opositores, es la movilización popular, la presencia de las masas que transluzca la voluntad ciudadana de no dejar que se entronice una vez más en nuestra vida un grupo militar que pronto dejará de cuidar las formas ideológicas que hasta ahora han funcionado como enganche, y comenzará a despotizar a la sociedad como lo han hecho los militares a través de toda la historia venezolana.
Por ello, es hora de llamar a la sociedad civil a la calle, intentando no hacer distingos partidistas o ideológicos, mostrando fuerza y decisión, para exigir una información transparente acerca del estado del Presidente de la República, y dependiendo de la respuesta, avanzar para impedir que grupos plutocráticos asalten el poder, provengan de donde provengan. Que nadie se ponga a sacar la cuenta de que ante la eventualidad de que Chávez se aparte del poder, la oposición podrá reclamarlo. Eso solo daría motivos a la dictadura militar, y es el mismo cálculo fallido de la banda de aventureros de ultraderecha que tomó Miraflores el 11 de abril traicionando la inmensa movilización popular.
La sociedad toda que no acepte otro sistema político que no sea la democracia, debe dar un paso al frente, unida.
Esto es pá ya!!!
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