Los economistas subestimaron por mucho tiempo a la cultura como causa de conducta de los individuos y las sociedades. Pero una nueva generación de académicos ha argumentado y probado empíricamente que la cultura es un poderoso determinante del comportamiento. Los economistas Nico Voigtlaender y Hans-Joachim Voth, bajo esta línea de investigación, se preguntaron si el antisemitismo de la Alemania de entreguerra tenía orígenes históricos encontrando interesantes resultados (Persecution Perpetuated: The Medieval Origins of Anti-Semitic Violence in Nazi Germany.)
La peste negra mató entre un cuarto y un tercio de la población alemana (1348-1350). La población acusó a los judíos de haber envenenado las fuentes de agua. En muchos pueblos y ciudades (no todos) se produjeron persecución y asesinato masivo de judíos. Casi 600 años después, luego de la derrota de Alemania durante la primera guerra mundial, hubo un resurgimiento del sentimiento antisemita y persecución de judíos incluso antes de que el Partido Nazi tomara el poder en 1933. Los investigadores demuestran que las localidades donde hubo asesinato de judíos en la edad media mostraron un mayor grado de antisemitismo en el período entre guerra. Los ataques contra los judíos eran seis veces más probables en esas localidades que en aquellas donde no hubo ataques durante la edad media y la votación por el Partido Nazi fue 1,5 veces mayor en esos pueblos que en el resto de Alemania. Otro resultado interesante es que en aquellas localidades cuya actividad económica dependían del comercio, la discriminación contra los judíos disminuía sensiblemente, lo que apoyaría, al menos parcialmente, la visión del comercio como fuerza civilizadora propuesta por Montesquieu.
Pueden revisar el detalle de la investigación aquí.
Fuente: Prodavinci
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