Douglas Zabala
No es la primera vez que a Oswaldo el presidente lo manda a vestir porque lo ha puesto manos arriba delante de toda su familia. También fue de noche cuando aquel 4 de febrero y en menos de lo que canta un gallo, su carcelero y después su candidato presidencial, cumpliendo ordenes del comandante y sin formula de juicio, fue sometido a la justicia revolucionaria que por breves momentos se impuso en la residencia oficial del gobernador.
Que dijo lo que no dijo que dicen que dijo el juez de la Audiencia Nacional Española, será tema que debatirán en el estrado su abogado con la fiscal y el juez que tiene la responsabilidad de aclarar los dimes y dirites que dijeron aquella tarde en televisión los dos maracuchos que por aquí tienen fama de no tener pepitas en la lengua; pero el hecho político de ver recluido en un cuartico de dos por dos en el “majestuoso” edificio construido y no inaugurado por el General Marcos Pérez Jiménez, al ex presidente del extinto Congreso, ex gobernador del Estado Zulia y ex candidato presidencial si es materia que incumbe a los que estamos o no de acuerdo con lo que ha venido diciendo y haciendo este otro dirigente político preso.
Desde los tiempos de Luis Hómez y junto a toda la izquierda nos tocó enfrentar “al zuliano mayor” y estando él de gobernador tuve que salir a esconder en mi propia casa al presidente de la Federación de Centros Universitarios de LUZ Frank De Armas, a quien el hoy enjuiciado acusaba del Nerón que había que detener a trocha y mocha por encenderle la ciudad en una sola protesta, como respuesta a su política anti estudiantil y represiva, que también imponía en los esplendores de la cuarta república; de manera que no se trata de defender a la “mansa paloma” que hoy chilla y aletea en la jaula del helicoide, pero habrán medido los diputados, la fiscal, la presidenta del tribunal supremo de justicia y el mismísimo jefe de la campaña admirable, los curules que les puede costar al proceso semejante decisión política.
El flamante presidente de la desconocida organización política “Alianza Popular” ya no es el mismo que barrió el piso con Eduardo Fernández en aquellas primarias presidenciales de Copey, pero mucho cuidado camarada Chávez y no esté usted provocando con tantas salidas autoritarias a problemas de tipo político, el que la gente le recuerde aquella frase traída de la literatura española: “los muertos que vos matáis gozan de buena salud” y terminen por desempolvar la vieja consigna de la campaña que todos los días revoletea por la cabeza del que por ahora vive en la roca Tarpeya: ¡Oswaldo es el hombre!
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5589584.asp
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