Hugo Chávez ha construido un régimen autoritario que se caracteriza porque todos los hilos del poder convergen en su escritorio de Miraflores. Ha creado un Estado personal en el que se persigue a cualquier medio de comunicación que no controle a cualquier periodista incómodo, representante de la sociedad civil, del empresariado, del Poder Judicial, del Legislativo o de algún miembro de la Fuerza Armada en este momento las celdas de la Dirección de Inteligencia Militar están llenas de oficiales que no se arrodille ni se someta a sus designios. La Constitución bolivariana ha resultado irrelevante; lo que se impone son las prácticas políticas y judiciales ordenadas por su poder único, y tan solo eso es lo que cuenta. No estamos siendo gobernados por las leyes sino por un hombre y eso abona el terreno para que reine el terror.
La arbitraria detención del dirigente político Oswaldo Álvarez Paz, el levantamiento de la inmunidad parlamentaria al diputado Wilmer Azuaje, la jugada para inhabilitar a los comisarios y a otros presos políticos lo que traman contra Richard Blanco después de ponerlo en libertad con el fin de impedirles participar en las elecciones del 26 de septiembre, o la aberrante declaración de “insania mental” al productor agropecuario Franklin Brito por declararse en huelga de hambre son prácticas infames que recuerdan la dictadura comunista de Stalin y la de los hermanos Castro, que no admiten disidencia alguna y declaran como delincuentes comunes a opositores o presos políticos en huelga de hambre, que sólo exigen respeto por los derechos humanos, permanentemente violados en el mal llamado “mar de la felicidad”. Los venezolanos estamos aceptando pasivamente los desvaríos de esta justicia, dejamos que se nos escape la democracia, que gobiernen elementos cubanos enviados por Fidel, que hipotequen la faja petrolífera del Orinoco a Rusia a cambio de que Putin envíe armas para someter al pueblo, que irresponsablemente estemos concentrados exclusivamente en escoger candidatos para unas elecciones que a lo mejor ni se realizan.
De cierta forma estamos cooperando con nuestra destrucción. Hay que sacudirse el miedo que en definitiva es nuestra perdición.
Tic tac
La boliburguesía goza de buena salud: según fuentes judiciales, el empresario Ricardo Fernández Barrueco, detenido desde noviembre de 2009 en la DIM, acusado por hechos ilícitos ocurridos en cuatro entidades financieras intervenidas, saldrá en libertad. El ex zar de Mercal ha hecho arreglos de “reparación” con el Gobierno, entre ellos, asumió el compromiso de no mencionar en el juicio a jerarcas y altos funcionarios del entorno presidencial, que recibieron financiamiento mientras estuvo al frente de esos bancos. Vía Blackberry, el boliburgués tiene comunicación permanente con personeros gubernamentales del más alto nivel.
¿Chiqui o Chucky?: desde Madrid recomiendan no perder de vista un nombre en las altas esferas de la política española, afecto al chavismo: José María “Chiqui” (Txiki) Benegas, diputado del PSOE, un vasco nacido en Venezuela, alto pana del embajador y ex fiscal Isaías Rodríguez. “Mueve planes gordos con motores para la industria eléctrica. Esta muy tenso por los asuntos que enfrían los amores de Chávez/Zapatero, no por gusto sino por circunstancias”, indicó la fuente. Cuentan de su desespero por ver cómo logran los negociotes en esta crisis de energía. Benegas es un hombre clave, que en España abre puertas a los chavistas y cierra las de los opositores. ¡De cuidado! Aunque tiene a su favor que es el padre de Pablo Benegas, compositor y guitarra del grupo La Oreja de Van Gogh…tic tac
http://www.noticierodigital.com/2010/04/el-miedo-es-nuestra-perdicion/
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