El coronel Gadafi pagó sumas millonarias para que estrellas como Beyoncé, Mariah Carey o Nelly Furtado cantaran en las fiestas navideñas de su hijo Muatassim. Ahora las cantantes reniegan de su colaboración con el régimen libio y la mayoría han donado los beneficios de aquellos conciertos
Julio Soria F.
Efe
¿Es usted uno de esos cantantes que actúan para multitudes en varios países del mundo? ¿Le interesa ganar un millón de dólares por 45 minutos de actuación? Si la respuesta es afirmativa en ambos casos, diríjase a cualquier multimillonario excéntrico, pero tenga cuidado a la hora de elegir los escenarios porque el paso del tiempo puede depararle sorpresas desagradables.
Buen ejemplo de ello son figuras como Beyoncé, Usher, Nelly Furtado, Mariah Carey o 50 Cent, que no reflexionaron a tiempo sobre los riesgos que atañe el cantar para un dictador, en este caso el coronel libio Muamar el Gadafi, que pagó enormes sumas de dinero para conseguir actuaciones privadas de estos artistas. Y con éxito, se debe añadir.
El promotor de estos conciertos no era otro que Muatassim, hijo de Gadafi, quien despidió 2009 con una macrofiesta en la isla caribeña de San Bartolomé, una celebración por todo lo alto y en la que no faltó el componente musical, a cargo de Beyoncé y Usher.
Un año antes fue Mariah Carey quien prestó su voz a mayor gloria de las fiestas navideñas de Muatassim, quien ya en 2007 presentó un cartel de lujo, liderado en este caso por Nelly Furtado.
CRÍTICAS DE LA INDUSTRIA
Tras el reciente estallido de las revueltas populares en Libia, la gran mayoría de estos cantantes han llevado a cabo un ejercicio de arrepentimiento y han donado los beneficios de aquellos conciertos.
"Teniendo en cuenta lo que se sabe de Gadafi y su gobierno, yo creo que hicieron la vista gorda deliberadamente para aceptar el dinero, y no me parece que eso sea ético", criticó David T. Viecelli, agente de Arcade Fire, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone.
No le anduvo a la zaga Howie Klein, ex presidente de Reprise Records, que también mostró su desagrado por la conducta de los vocalistas:
"Cuando vi a Beyoncé y Usher participar en una fiesta para estos criminales de Libia... Sabían que estas personas han robado decenas de miles de millones de dólares a su nación. Las estrellas de pop americanas y británicas que participan en este tipo de cosas me dan ganas de vomitar".
Pero también hubo artistas que renunciaron al dinero a cambio de mantener su conciencia tranquila. Es el caso de Jeniffer López, que rechazó una oferta de dos millones de dólares por trasladar sus ritmos trepidantes a una de las fiestas de Muatassim.
Muy lejos de Libia, en Sudamérica, los medios de comunicación se han hecho eco, en ocasiones, de supuestas actuaciones de grupos y artistas para narcotraficantes.
A principios de 2009, medios ecuatorianos publicaron que el grupo Maná habría sido supuestamente contratado por narcotraficantes, información de la que se hicieron eco diarios como el mexicano "El Universal", el cual apuntaba que "quizá no se dieron cuenta de quiénes los contrataron, tal y como le sucedió a Roberto Gómez Bolaños con su espectáculo de El Chavo del 8".
La experiencia resultó muy similar para Gloria Trevi, a la que en 2007 se vinculó con actuaciones para el Cártel de Cali en un libro escrito por Fernando Rodríguez Mondragón, hijo mayor de Gilberto Rodríguez Orejuela, antiguo jefe del citado grupo colombiano. Lo recogido en aquel libro fue inmediatamente desmentido por la representante de la artista.
CONCIERTOS PRIVADOS Y LEGÍTIMOS.
Por otro lado, no se debe incurrir en una demonización gratuita de los recitales exclusivos, ya que muchas de estas actuaciones se llevan a cabo por simple afán megalomaníaco de los contratantes. Una cosa es aceptar el pago de una organización criminal, y otra bien distinta es hacerlo de un alguien que ya no sabe en qué gastar su dinero.
La cantante inglesa Amy Winehouse no ha sacado un disco desde 2006, pero su caché sigue estando fuera de toda duda. En diciembre de 2010, un empresario contrató a la artista por una cantidad superior al millón de euros, y la élite empresarial rusa acudió en pleno al concierto celebrado en Moscú.
Por su parte, la bella Rihanna sabe explotar a la perfección sus encantos musicales. Quinientos mil dólares fueron una razón más que poderosa para visitar Abu Dhabi, donde la vocalista despidió 2009 con una actuación en el lujoso hotel Emirates Palace.
Fuente: Diario El Dia
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