A la entrada de Camatagua, uno de los 18 municipios del estado Aragua, se levanta un monumento que no puede menos que llamar la atención.
Se trata de una estructura de concreto de grandes dimensiones, que representa los tres colores de la bandera venezolana de forma vertical: amarillo, azul y el rojo que termina con la silueta de perfil del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.
Esta obra de autor desconocido, se une ahora a la imagen emblemática de Camatagua, su embalse. Este municipio queda al sur de Aragua. Hace pocos meses, su alcalde, el militante del PSUV Rafael González, dio una rueda de prensa en la que declaró que el manejo del embalse pasaría a manos del Gobierno regional, es decir, del gobernador Rafael Isea, también oficialista y reconoció que un crédito adicional logrado por el diputado del sur de Aragua, también chavista, Elvis Amoroso, no había sido suficiente para cubrir la crisis en Camatagua. Sin embargo, no hubo ningún reparo en el momento de elevar tan costoso monumento.
El culto a la personalidad
El monumento que marca la entrada de Camatagua, obedece a la estrategia propagandística que ha desarrollado el chavismo y que no puede relacionarse sino con la corriente fascista. Es el culto a la personalidad del caudillo, en este caso Hugo Chávez, relacionándolo además con los símbolos patrios, en clara alusión a la fusión entre el personaje y el país. Tal como lo ha dicho Hugo Chávez en diversas oportunidades: Sin él, se acabaría Venezuela.
Sólo en países como Corea del Norte y las antiguas repúblicas comunistas, han erigido monumentos con la imagen de sus caudillos. Monumentos que a las caídas de estos gobiernos totalitarios, son derribadas marcando el fin de la barbarie. Inolvidables son las caídas de las imágenes de Lenín en Rusia, la de Nicolae Ceausescu en Rumania y más recientemente la de Sadam Husseim en Irak.
FOTOLEYENDA: El monumento erigido a la entrada del municipio Camatagua al sur de Aragua.
Se trata de una estructura de concreto de grandes dimensiones, que representa los tres colores de la bandera venezolana de forma vertical: amarillo, azul y el rojo que termina con la silueta de perfil del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.
Esta obra de autor desconocido, se une ahora a la imagen emblemática de Camatagua, su embalse. Este municipio queda al sur de Aragua. Hace pocos meses, su alcalde, el militante del PSUV Rafael González, dio una rueda de prensa en la que declaró que el manejo del embalse pasaría a manos del Gobierno regional, es decir, del gobernador Rafael Isea, también oficialista y reconoció que un crédito adicional logrado por el diputado del sur de Aragua, también chavista, Elvis Amoroso, no había sido suficiente para cubrir la crisis en Camatagua. Sin embargo, no hubo ningún reparo en el momento de elevar tan costoso monumento.
El culto a la personalidad
El monumento que marca la entrada de Camatagua, obedece a la estrategia propagandística que ha desarrollado el chavismo y que no puede relacionarse sino con la corriente fascista. Es el culto a la personalidad del caudillo, en este caso Hugo Chávez, relacionándolo además con los símbolos patrios, en clara alusión a la fusión entre el personaje y el país. Tal como lo ha dicho Hugo Chávez en diversas oportunidades: Sin él, se acabaría Venezuela.
Sólo en países como Corea del Norte y las antiguas repúblicas comunistas, han erigido monumentos con la imagen de sus caudillos. Monumentos que a las caídas de estos gobiernos totalitarios, son derribadas marcando el fin de la barbarie. Inolvidables son las caídas de las imágenes de Lenín en Rusia, la de Nicolae Ceausescu en Rumania y más recientemente la de Sadam Husseim en Irak.
FOTOLEYENDA: El monumento erigido a la entrada del municipio Camatagua al sur de Aragua.
Fuente: Plomo Parejo
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