José Serra, en la Convención del Partido Social Demócrata de Brasil, celebrada en Salvador de Bahía, aceptó la postulación como candidato a la presidencia de Brasil por su partido y los partidos de la coalición que lo apoya. En su discurso hay que destacar unos párrafos que son de sumo interés para el futuro de la democracia en Brasil y en América Latina. Se reproducen a continuación:
Creo en la democracia y eso o es una creencia de ocasión. Muchos políticos o partidos que se presentan como demócratas, desdeñan la democracia en sus acciones diaria. Pero al contrario de adversarios políticos, para mi el compromiso con la democracia no es táctico, no es instrumental. Es un valor permanente, innegociable..Creo que la democracia es el único camino para que las personas en general, y los trabajadores en particular, puedan luchar para mejorar la vida. No es con el menosprecios al Estado de Derecho y a las libertades que vamos a obtener más justicia social duradera, No hay justicia sin democracia, así como no hay democracia sin justicia.
Creo en la libertad de prensa, que no debe ser intimidada, presionada por el gobierno, o patrullada por partidos y movimientos organizados que sólo se representan ellos mismos, financiados por el aparato estatal. No acepto patrullaje de ideas —ni azul ni rojo. La sociedad es multicolor, multifacética, plural. Y así debe se.
Creo en la libertad de organización social, que trabajadores y sectores de la sociedad se agrupen para defender intereses legítimos, no para sus entidades sirvan como correas de transmisión de esquemas de Poder.
Las organizaciones de agentes pantalla y sustentadas con dinero público deben ser vistas como lo que son de hecho: anomalías.
Creo que el Estado debe subordinarse a la sociedad, y no al gobierno del momento o a un partido. El tiempo de los jefes de gobierno que creían personificar al Estado se quedó atrás hace más de 300 años. Luis XIV hallaba que el Estado era él. En las democracias y en Brasil no hay lugar para Luises así.
Creo que la oposición debe ser considerada como competidora, adversaria, y no como enemiga de la patria. Y, en un régimen democrático, jamás debe ser intimidada con aniquilación a través del uso masivo del aparato y las finanzas del Estado.
Creo que la disputa partidista y electoral no debe sobreponerse a los intereses de Brasil y de los brasileros. Somos hermanos en la patria y, juntos, estamos obligados a construir un País mejor. Yo siempre actué así. Siempre creí en el patriotismo democrático y adopte la colaboración de quien tenía algo que sumar, independientemente de su militancia partidista.
Creo en los derechos humanos, dentro de Brasil y en el mundo. No debemos elogiar continuamente a dictadores en todas las esquinas del planeta, sólo porque son aliados eventuales del partido de gobierno. No estoy de acuerdo con la represión violenta de las ideas, la tortura, el encarcelamiento por ideología, el aplastamiento de que quine piensa de modo diferente
Discursos como el de José Serra, en Brasil, son los que hace falta que oigamos en Venezuela, un país donde se fomenta la violencia, la división entre los ciudadanos, la idea de que quien disiente es un enemigo. Nos hace falta un liderazgo que nos convenza que Venezuela tiene un futuro mejor, en democracia, con independencia de los poderes, con una justicia autónoma e independiente. Nos hace falta que se nos haga entender en la participación de todos los sectores para crear riqueza, si la cual no puede haber bienestar social.
http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/2065724.asp
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