Vladimiro Mujica Tal Cual/ND Cantinflas y la revolución

Junio 14, 2010

Me confieso un admirador de Cantinflas. He visto algunas de sus películas muchas veces y siempre encuentro un nuevo dejo de sabiduría y profundidad en algunas de sus más increíbles frases y explicaciones. Frente a la pompa y el fatuo de algunos encumbrados personajes, la maravillosa frase: A Usted le hace falta un poco de ignorancia.

El universo de Cantinflas, en todas sus manifestaciones, parece haberse apoderado de la Venezuela de estos tiempos. La revolución ha elevado la conducta cantinflérica a una suerte de doctrina de Estado. Estamos rodeados de sabios vacuos y egregios que opinan de todo sin saber de nada. De explicaciones sobre si, pero quizás no, aunque a lo mejor puede ser. De rezos para que llueva en el Guri, de agradecimientos al Comandante porque llovió. De explicaciones que ni Cristo entiende sobre como funcionarán las bandas cambiarias. En fin, debo confesar que me duele un poco que Cantinflas debe estar muerto de la envidia en ese lugar donde uno va cuando muere y donde se supone que ya no es necesario envidiar nada.

Detrás de la conducta cantinflérica se esconde un profundo desprecio por la gente y una glorificación de la conducta guachamarona, vulgar e irresponsable que algunos confunden con el modo de ser popular venezolano. Más allá está la convicción de que quienes mal dirigen el país hoy son invulnerables y eternos. No hay mejor acicate para el abuso que la impunidad y los chavistas encumbrados en la corte del gobierno se sienten seguros y protegidos.

La creciente evidencia sobre la forma irresponsable y pornográficamente corrupta en que se manejan los recursos del país es de antología. El último episodio son las toneladas de alimentos descompuestos en un contexto de persecución del gobierno a Empresas Polar. El ánimo se subleva frente a la impúdica conducta de los cantinfléricos funcionarios que balbucen explicaciones sobre lo inexplicable al ritmo que les exige el cambio en el ánimo del comandante. La única conclusión que cabe es la que siempre supimos: A esta gente le importa un carajo el destino de Venezuela y el bienestar de la gente. Su único propósito es mantenerse en el poder al precio que sea, y si eso significa arrasar con el país y empobrecer a su gente hasta extremos irreconocibles, pues así será.

Tiempos duros en los cuales es necesario conservar tanto el sentido del humor como la comprensión sobre la urgencia de actuar de acuerdo al reto que está por delante. Todo lo que las fuerzas democráticas han hecho está bien y era necesario hacerlo, pero todavía no está a la altura de la monumental tarea de desplazar a la corte cantinflérica del poder. Chávez se desgasta pero no caerá por su propio peso.

http://www.noticierodigital.com/2010/06/cantinflas-y-la-revolucion/