En una competencia tan reñida y cambiante como la de esta primera vuelta presidencial, resulta notable que varias consultoras hayan obtenido cifras tan ajustadas a la realidad, tanto en los sondeos previos como en las proyecciones inmediatamente posteriores al cierre de los comicios.
Inclusive se dio la particularidad de que el lento recuento oficial iba por detrás del resultado a boca de urna que ya confirmaba el ingreso de Keiko Fujimori a la segunda vuelta. Frente a las demoras, los medios eligieron creerles a las encuestadoras y dieron por hecho que el ballottage sería entre Ollanta Humala y la hija del ex presidente. Y acertaron. La ONPE, como escrutadora oficial, suma las actas por orden de llegada. En cambio, los conteos rápidos son hechos sobre un sistema de muestreo que incluye a todo el país.
"Esta técnica siempre funcionó bien en Perú", explicó Alfredo Torres, presidente ejecutivo de IPSOS Apoyo, a Infobae América. "Tiene menos margen de error que la encuesta en boca de urna porque en ésta última influye mucho el voto oculto, es decir, depende de que la gente diga la verdad", agregó.
Esta vez, sin embargo, hasta el boca de urna funcionó. "Fue por el contexto más reñido y más democrático", cree él.
"El conteo rápido es un trabajo que bien hecho da resultados bastante ajustados", agregó. "La clave está en el diseño muestral. Como el cómputo se hace por mesa, basta con tener a alguien en las mesas representativas que envíe el resultado por teléfono, luego se hace la proyección y listo", concluyó.
Si las mesas están bien elegidas, si son realmente representativas de la sociedad, los números proyectados se acercarán a los votos realmente emitidos. También en las encuestas lo decisivo es la muestra. "Que el sector rural, por ejemplo -dice Torres-, esté bien representado".
En la última etapa antes del comicio, IPSOS Apoyo hace simulacros de votación, llevando las urnas y las boletas electorales a las casas y elabora una encuesta semanal, ritmo necesario para medir correctamente un escenario tan volátil como el peruano.
Tras varias semanas en las cuales el ex presidente Alejandro Toledo aparecía como indiscutible favorito, los sondeos detectaron primero el ascenso vertiginoso de Ollanta Humala, luego el descenso del propio Toledo y el afianzamiento de Keiko Fujimori. Finalmente, en la útlima semana, también relevaron el crecimiento de Pedro Pablo Kuczynski y hasta lo colocaron a dos puntos de la joven.
Hasta hubo una polémica con el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, que se quejó por el bajo índice que le daba IPSOS, confirmado luego en las urnas.
Y ahí surge otra de las claves de los aciertos de las encuestadoras.
Independencia política
"Somos totalmente independientes de los partidos políticos -asegura Torres-. Nuestro trabajo lo financian los medios: el principal diario del Perú, que es El Comercio, y el principal canal de televisión, que es América TV. Si se trabaja para un partido, éste inevitablemente ejercerá una presión. Y si se lo hace para los medios al mismo tiempo, se presenta un conflicto de intereses. Si una encuesta no es favorable al partido político que la contrató, ¿se publican los resultados, como seguramente querría la prensa? ¿O se lo oculta como desearía el partido?"
Sucede que lo que para unos es información, para otros es herramienta de propaganda o de acción psicológica.
"Trabajar para un partido es una situación bastante incómoda. Salvo que se trate de una fuerza muy respetuosa, que entienda los límites del compromiso. Pero eso en política no sucede", concluye Torres.
Luis Egusquiza, coordinador del área de reforma política de la ONG peruana Transparencia, coincide en que "el ejercicio de hacer conteo rápido ha sido históricamente muy acertado en Perú". Hace una interesante comparación con la elección anterior: "En el año 2006, el margen de error de esa técnica era superior a la diferencia de votos entre Alan García y Lourdes Flores (los candidatos que peleaban el segundo lugar en el ballottage contra Ollanta Humala), que terminó siendo de medio punto. Ahora, en cambio, el resultado entre el segundo y el tercero es ajustado, pero no es un empate técnico, por eso el conteo rápido resultó".
Egusquiza cree que "las encuestadoras que tienen mayor reconocimiento y prestigio, aquellas a las que la gente les cree, son las que más acertaron". "La independencia es un factor muy importante -sostiene-. Son empresas reconocidas en el mercado".
Transparencia, que no hace encuestas, sí organiza conteos rápidos. Además de superar la lentitud de los cómputos oficiales, permiten ejercer un control del proceso. En este caso, la ONG le dio a Ollanta Humala un 31,7%, a Keiko Fujimori un 23,3% y al liberal Pedro Pablo Kuczynski 18,3%. Esto coincidió con el conteo de Ipsos Apoyo: Humala, 31,6%; Fujimori, 23% y Kuczynski, 19,1%. Otra encuestadora, Compañía Peruana de Investigaciones (CPI), dio 31,5%, 22,2% y 20,0%, respectivamente, mientras que la firma Datum obtuvo 31,6%, 23,6% y 18,9%.
Poco antes de los comicios, Ipsos Apoyo detectó el acercamiento de Kuczynski a Fujimori al atribuirle 19,9% de intención de voto. Tres consultoras ya habían pronosticado claramente que Humala superaba por al menos cinco puntos a Keiko Fujimori y que ésta era su escolta. También colocaban a Kuczynski en el tercer puesto y al ex presidente Alejandro Toledo en cuatro lugar y sin chances de entrar al ballottage.
A tres días de las elecciones, los sondeos eran los siguientes. Ipsos-Apoyo: Humala, 28%; Fujimori, 21% y un empate en 18% entre Kuczynski y Toledo. CPI: Humala, 29,8%: Fujimori, 21,5%; Kuczynski, 19,3% y Toledo 15,3%.
Resta saber si estas mismas empresas lograrán detectar el resultado del ballottage antes de que los peruanos vayan a las urnas por segunda vez, el próximo 5 de junio.
"En cuanto a la segunda vuelta -dice Torres-, no sabremos antes de las últimas semanas cuál será la tendencia. Humala y Fujimori son dos candidatos que polarizan al electorado. El votante moderado estará en duda hasta último momento o votará en blanco".
Fuente: Infobae.com
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