| compartir | Chávez y los disfraces de Lazy Town

¿Por qué Chávez se modera antes de una elección? Y, ¿por qué lo hace tan temprano esta vez?

LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL

domingo 15 de mayo de 2011 12:00 AM

Un amigo periodista del País de España, me preguntó por qué el presidente Chávez había bajado el tono de su discurso, tanto a nivel internacional como local en el último mes.

Comienzo por aclarar que lo único sorprendente de ese hecho es el momento en que decide hacerlo, toda vez que, en condiciones normales, igual se esperaba su "lanzamiento moderado" para el año 2012.

Pero, ¿por qué Chávez se modera antes de una elección? Y segundo, ¿por qué lo hace tan temprano esta vez?

Sabemos que el presidente Chávez es un estupendo actor de la escena política. Como Robbie Rotten de Lazy Town, tiene en su "camerino" un inventario enorme de disfraces para cada ocasión. Lo más insólito es que la gente del pueblo, a la que ha engañado varias veces con sus cambios de "look", vuelve a caer una y otra vez, y lo insólito es que lo hacen hasta con el mismo disfraz. La diferencia entre Robbie y Chávez es que en la serie televisiva, el pueblo cuenta con "Sportacus" que viene en su ayuda para obtener un final feliz... y por aquí no fumea.

De la colección de disfraces locales, el de ovejita azul le acomoda bien al Presidente cuando se avecina una elección. ¿Por qué? Porque los chavistas y los opositores duros sumados representan apenas un 50% del universo total de electores, lo que hace que ambas fuerzas necesiten convencer a los independientes para tener una opción electoral exitosa. Esos independientes son mayoritariamente jóvenes, de pobreza moderada, alérgicos a las violaciones de propiedad y empresa privada, no les gusta la guerrilla ni el terrorismo y son adversos al comunismo.

No hay que ser demasiado perspicaz para entender que una radicalización extrema del Presidente en el medio de una campaña electoral lo aleja de ellos, por lo que la única manera de reducir su potencial rechazo es disfrazarse de líder amplio y conciliador, y si logra que su adversario parezca radical y golpista... tanto mejor.

Ahora bien, si consideramos que la radicalización forma parte fundamental del avance de la revolución, entendemos que seguirá vigente en el tiempo, pero la experiencia le ha enseñado que su moderación artificial preelectoral surte el efecto equivalente a la confesión católica o el Yom Kippur judío (el perdón), por lo que es perfectamente normal esperar que Chávez se modere antes de la elección presidencial, lo cual resuelve el primer acertijo. Pero queda vigente la segunda pregunta: ¿por qué tan temprano esta vez?

Su popularidad ha caído 20 puntos en 4 años y, aunque sigue siendo un líder fuerte, porque arrancó muy alto, el riesgo de colocarse en una situación desfavorable está vivo. Por ahora, no puede darse el lujo de continuar con sus estridencias contra la empresa y propiedad privada sin arriesgarse a que los independientes comiencen a verlo como una amenaza de comunismo, en momentos en que la oposición entra en la fiesta electoral y se convierte en el centro de atención política. ¿Qué tal si alguno de estos opositores capitaliza la frustración de los independientes frente al radicalismo oficial? El movimiento lógico de Chávez es fortalecer su presencia en medios, lanzar populismo intenso a la calle (misión viviendas) y presentarse con el disfraz azul, correspondiente al momento. En este trance, el tiempo disponible para su proyecto internacional se ve comprometido lo cual hace que la comunidad internacional lo perciba modosito y de aquí la pregunta del periodista.

¿Esa moderación vino para quedarse? No, pero durará mientras le convenga y luce que eso será hasta después de la elección presidencial... que por cierto ni siquiera sabemos cuándo será, porque el CNE está ubicado en el mismo complejo artístico donde guardan los disfraces.

Fuente: El Universal

luisvicenteleon@gmail.com @luisvicenteleon