Por: Gral. de Div. (Ej) Carlos Peñaloza
*** El pacto Chávez-Irán para instalar una base de misiles en Paraguaná reproduce el modelo de Fidel Castro que puso al mundo al borde de la guerra atómica en la famosa Crisis de los Misiles, en 1962. Chávez puso a Venezuela en medio de un pleito nuclear
*** La base de misiles iraníes a instalar en Paraguaná, al lado del corazón de nuestra industria petrolera, no tiene sentido sino como preparativo para una guerra en la cual Venezuela sería reducida a escombros.
El 8 de diciembre pasado el prestigioso diario alemán “Die Welt”, generalmente bien informado sobre la situación del Medio Oriente, informó que Irán y Venezuela habían firmado un pacto secreto para construir en Paraguaná una base de misiles de alcance intermedio. El pasado viernes 13 de mayo, el diario alemán reportó los progresos de este acuerdo, con la designación de la empresa y la institución iraníes que ejecutarán el trabajo, en el cual Irán pondrá el dinero y Venezuela pondrá la locación. Según “Die Welt”, la base será operada conjuntamente por militares iraníes y venezolanos. Estará equipada con misiles Shahab 3 con alcance de 1500 km, Scud-B (330 km) y Scud-C (300, 500 and 700 km). Como las instalaciones militares tienen un objetivo bélico o carecen de sentido, hay que pensar contra quienes estarán dirigidos estos misiles y por tanto quiénes pueden sentirse amenazados. En este caso los amenazados serían Colombia, Panamá (con su estratégico canal), la Costa Este de los Estados Unidos y el norte del Brasil. El acuerdo permitirá a Irán evadir las sanciones de las Naciones Unidas. Estas sanciones obligaron a Rusia a cancelar la venta a Irán de cinco batallones de misiles anti aéreos S-300PMU-1. Aparentemente estos misiles serían ahora adquiridos por Venezuela e instalados en Paraguaná. Debido a los retardos en los pagos de Venezuela, Rusia está exigiendo la cancelación en efectivo de más de $800 millones en el momento de la entrega por ese material bélico. Aparte de los misiles rusos adquiribles a través de Venezuela, Irán ha anunciado que ya tiene misiles de mediano alcance con los cuales atacar a Israel, y trabaja aceleradamente en el desarrollo de una capacidad nuclear propia, incluyendo la fabricación de misiles propulsados con combustible sólido. Estos proyectiles serán capaces de transportar bombas atómicas desde Irán hasta Israel, y de Paraguaná a muchas ciudades norteamericanas, colombianas y del norte del Brasil, así como el Canal de Panamá. Si se presenta la posibilidad de implementar este escenario estaremos frente a una crisis misilístico-nuclear como la que se presentó entre la Unión Soviética y Estados Unidos en 1962. En aquella oportunidad el mundo estuvo al borde del holocausto atómico y Fidel Castro aconsejó a Kruschev lanzar un ataque bombas atómicas a Estados Unidos en un ataque sorpresivo. En la península de Paraguaná está el corazón de la industria petrolera venezolana, representado en el centro de refinación petrolera con la segunda mayor capacidad del mundo. Colocar misiles de alcance intermedio y capacidad atómica en las inmediaciones de ese complejo petrolero es ponerlo en el foco de una posible acción militar. De ocurrir un intercambio militar su destrucción sería muy probable. En su nota del viernes pasado, 13 de mayo, “Die Welt” informa que este proyecto va viento en popa. Ya se seleccionó la empresa iraní que se encargará de ejecutarlo. La constructora Khatm-al Ambia ha sido escogida conjuntamente con la universidad de Schariff en Teherán. Según el diario alemán Irán envió dinero en efectivo para iniciar los trabajos preliminares. Poner en práctica esta espeluznante idea tendría un costo de varios miles de millones de dólares, de los cuales Venezuela no dispone en este momento. La discusión pública de un tema como éste, donde está en juego la supervivencia física de la república de Venezuela, es lo más importante que hay en este momento en el ámbito suramericano. El presidente no puede considerarnos como invitados de piedra en este debate. Ya no se trata de discutir nuestra libertad, sino nuestra existencia. Este pacto entre los presidentes Ahmadinejad y Chávez puede reducir Venezuela a escombros. genpenaloza@gmail.com
*** El pacto Chávez-Irán para instalar una base de misiles en Paraguaná reproduce el modelo de Fidel Castro que puso al mundo al borde de la guerra atómica en la famosa Crisis de los Misiles, en 1962. Chávez puso a Venezuela en medio de un pleito nuclear
*** La base de misiles iraníes a instalar en Paraguaná, al lado del corazón de nuestra industria petrolera, no tiene sentido sino como preparativo para una guerra en la cual Venezuela sería reducida a escombros.
El 8 de diciembre pasado el prestigioso diario alemán “Die Welt”, generalmente bien informado sobre la situación del Medio Oriente, informó que Irán y Venezuela habían firmado un pacto secreto para construir en Paraguaná una base de misiles de alcance intermedio. El pasado viernes 13 de mayo, el diario alemán reportó los progresos de este acuerdo, con la designación de la empresa y la institución iraníes que ejecutarán el trabajo, en el cual Irán pondrá el dinero y Venezuela pondrá la locación. Según “Die Welt”, la base será operada conjuntamente por militares iraníes y venezolanos. Estará equipada con misiles Shahab 3 con alcance de 1500 km, Scud-B (330 km) y Scud-C (300, 500 and 700 km). Como las instalaciones militares tienen un objetivo bélico o carecen de sentido, hay que pensar contra quienes estarán dirigidos estos misiles y por tanto quiénes pueden sentirse amenazados. En este caso los amenazados serían Colombia, Panamá (con su estratégico canal), la Costa Este de los Estados Unidos y el norte del Brasil. El acuerdo permitirá a Irán evadir las sanciones de las Naciones Unidas. Estas sanciones obligaron a Rusia a cancelar la venta a Irán de cinco batallones de misiles anti aéreos S-300PMU-1. Aparentemente estos misiles serían ahora adquiridos por Venezuela e instalados en Paraguaná. Debido a los retardos en los pagos de Venezuela, Rusia está exigiendo la cancelación en efectivo de más de $800 millones en el momento de la entrega por ese material bélico. Aparte de los misiles rusos adquiribles a través de Venezuela, Irán ha anunciado que ya tiene misiles de mediano alcance con los cuales atacar a Israel, y trabaja aceleradamente en el desarrollo de una capacidad nuclear propia, incluyendo la fabricación de misiles propulsados con combustible sólido. Estos proyectiles serán capaces de transportar bombas atómicas desde Irán hasta Israel, y de Paraguaná a muchas ciudades norteamericanas, colombianas y del norte del Brasil, así como el Canal de Panamá. Si se presenta la posibilidad de implementar este escenario estaremos frente a una crisis misilístico-nuclear como la que se presentó entre la Unión Soviética y Estados Unidos en 1962. En aquella oportunidad el mundo estuvo al borde del holocausto atómico y Fidel Castro aconsejó a Kruschev lanzar un ataque bombas atómicas a Estados Unidos en un ataque sorpresivo. En la península de Paraguaná está el corazón de la industria petrolera venezolana, representado en el centro de refinación petrolera con la segunda mayor capacidad del mundo. Colocar misiles de alcance intermedio y capacidad atómica en las inmediaciones de ese complejo petrolero es ponerlo en el foco de una posible acción militar. De ocurrir un intercambio militar su destrucción sería muy probable. En su nota del viernes pasado, 13 de mayo, “Die Welt” informa que este proyecto va viento en popa. Ya se seleccionó la empresa iraní que se encargará de ejecutarlo. La constructora Khatm-al Ambia ha sido escogida conjuntamente con la universidad de Schariff en Teherán. Según el diario alemán Irán envió dinero en efectivo para iniciar los trabajos preliminares. Poner en práctica esta espeluznante idea tendría un costo de varios miles de millones de dólares, de los cuales Venezuela no dispone en este momento. La discusión pública de un tema como éste, donde está en juego la supervivencia física de la república de Venezuela, es lo más importante que hay en este momento en el ámbito suramericano. El presidente no puede considerarnos como invitados de piedra en este debate. Ya no se trata de discutir nuestra libertad, sino nuestra existencia. Este pacto entre los presidentes Ahmadinejad y Chávez puede reducir Venezuela a escombros. genpenaloza@gmail.com
Fuente: La Protesta Militar
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