A medida que la represión aumenta en Siria y las informaciones dan cuenta de centenares de muertos que ha provocado que desde la ONU se estimen en más de 1.300 personas las que sido asesinadas desde mediados de marzo por disparos del Ejército, la policía o los shabiha, matones armados por el régimen, siguen apareciendo testimonios que vinculan al régimen de Irán con esa represión feroz desatada en el país que gobierna Bachar el Asad.
Los relatos más sorprendentes provinieron, según El Mundo de Madrid, de algunos exiliados de la ciudad de Idlib, al noroeste de Siria, quienes aseguran que algunos militares iraníes están ayudando al gobierno en la represión de los protestantes. “Había muchos policías vestidos de civiles, pero también muchos soldados iraníes (…) Llevaban barba. Eso está prohibido en el ejército sirio”, asegura Mustafá, un comerciante de 23 años. La afirmación es corroborada por Akram, un estudiante de 17 años que sostiene que “eran sobre todo francotiradores. No hablaban árabe. Además, llevaban un modelo de armas desconocido”.
Esta revelación llega en momentos en que la relación bilateral entre Teherán y Londres pasa por un mal momento luego de que el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, William Hague, acusara a Teherán de respaldar y proporcionar material al régimen sirio.
El diario español El País hace hoy referencia a la crisis siria tras el discurso de Bachar el Asad prometiendo, por enésima vez desde que asumió la presidencia de Siria tras la muerte de su padre, reformas políticas y sociales. Sin embargo, su garrote vil se nota a leguas con sus acciones y sus palabras:
“Hoy, con el país en plena revuelta, con los tanques de su hermano Maher disparando contra los manifestantes y con miles de refugiados en Turquía, ha anunciado la creación de varios comités con la misión de estudiar posibles reformas. Y ha asegurado que seguiría siendo implacable con las protestas “vandálicas” organizadas “desde el extranjero”. Lo mismo de siempre. El Asad se ha mostrado completamente alejado de la realidad, salvo cuando ha admitido que la economía nacional estaba próxima al colapso. Su discurso aspiraba a calmar los ánimos, pero consiguió lo contrario: sus palabras provocaron decenas de manifestaciones espontáneas”.
Continuando con el tema la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, descargaba duramente a los gobiernos de Siria e Irán.
Esta es la noticia completa aparecida en Infobae.com hoy martes 21 de junio:
“Hoy, en Siria, Irán está apoyando los despiadados ataques del régimen de (Bashar Al) Assad contra manifestantes pacíficos y las acciones militares contra sus propias ciudades”, afirmó la secretaria de Estado estadounidense en un comunicado.
Hillary Clinton destacó que el respaldo del régimen iraní se produce exactamente dos años después de la “brutal represión” con la que las autoridades iraníes respondieron a las protestas generadas por el resultado de las elecciones presidenciales del país persa. “Dos años más tarde, esa represión continúa” tanto en Irán como en Siria, añadió.
“El mundo quedó impresionado por las imágenes de un muchacho sirio de 13 años torturado y mutilado por las fuerzas del orden sirio”, dijo. “Esas imágenes nos recordaron las de una joven iraní muerta en la calle hace dos años y a la vista de todos”, recordó.
“En momentos en que recordamos el terror y la tragedia que acompañaron la represión de Irán, y mientras trabajamos con la comunidad internacional para aumentar la presión sobre Assad y su régimen, renovemos nuestra determinación de estar junto a los ciudadanos -incluyendo los de Siria e Irán- que anhelan ser libres y ejercer sus derechos universales”, sostuvo Clinton.
Teherán ha colaborado con la represión siria enviando autoridades militares para asesorar a las fuerzas locales que enfrentan a miles de ciudadanos que claman por mayores libertades y por la salida del gobernante. Esa posición del régimen de los ayatolás es, cuanto menos, curiosa, ya que ha manifestado su apoyo al resto de las revueltas que desde diciembre ocurren en varios países árabes calificándolas como un despertar islámico.
Ramin Mehmanparast, vocero del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, no sólo defendió a Assad, sino que además acusó a los manifestantes de “terroristas” y acusó a los Estados Unidos e Israel de promover las protestas.
La semana pasada, las autoridades iraníes llamaron a consulta al enviado británico en Teherán para que respondiera a las acusaciones realizadas por el ministro del Exterior, William Hague, quien dijo al Parlamento en Londres que Irán está proporcionando “un apoyo inaceptable” a la represión violenta de las protestas por parte del régimen sirio.
El diario Telegraph de Londres hace otro recuento en el mismo tenor de los anteriores, acusando una vez más a Irán de ayudar a la represión en Siria:
Irán está secretamente ayudando a la represión de las protestas contra el gobiernosirio por proporcionando equipos antidisturbios y asistencia en el bloqueo dela utilización de la Internet por parte de los manifestantes. Como parte de un intento para extender su influencia en el Medio Oriente, Teherán también está examinando la manera de ayudar a las poblaciones chiítas de Bahrein y Yemen las que se levantan contra sus gobernantes. “Creemos que Irán esta materialmente ayudando al gobierno de Siria en sus esfuerzos para reprimir a su propio pueblo”, dijo un funcionario del gobierno de Obama, al Wall Street Journal. Tal asistencia ha incluido el asesoramiento técnico sobre el bloqueo y la supervisión de la comunicación entre los disidentes, y se basó en la experienciapropia de las autoridades iraníes cuando sofocaron la revuelta que siguió a la disputada elección de junio de 2009. Un nuevo gabinete se formó en Siria el jueves después que el presidente BasharAssad destituyera al gobierno anterior, hace dos semanas como una gran concesión a las protestas contra el gobierno. Irán tiene fuertes vínculos con Siria, como un baluarte contra su archienemigo Israel, mientras que con el mismo propósito otorga el apoyo a Hezbolá en el Líbano y a Hamas en Gaza. Jugando con una espada de doble filo, la teocracia chiíta de Teherán está, sin embargo, dispuesta a fomentar el malestar en los estados árabes como Bahrein y Yemen, que tienen importantes poblaciones chiítas, aunque las esperanzas de que resulten siguen siendo básicamente “aspiracionales”. ”La ayuda a los chiíes de Bahrein hasta ahora consiste en no más de una “docena de armas ”, según dijeron funcionarios de EE.UU. La Casa Blanca está preocupada de que sigan los disturbios en la región y cual tipo de ayuda se podría prestar antes de que desestabilicen a un importante aliado de EE.UU. como es Bahréin. Washington ha pedido a los gobernantes del reino del Golfo suní acelerar la promulgación de las reformas y resistir a la violencia.
Fuente: RunRun.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario