Pareciese que la jugada maestra para sacar del juego político a la mayoría de los candidatos unitarios de la oposición, será una vez más la vía legal de facto castro-chavista. Hace dos días fue introducido un recurso de interpretación en el Tribunal Supremo de Justicia, referente al artículo 67 de la Constitución Nacional.
El artículo 67 de la Carta Magna entre otras cosas dice lo siguiente:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes”.
Si tomamos en cuenta que los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fueron seleccionados mediante elecciones primarias en todos los circuitos electorales del país, y la mayoría de los candidatos de la oposición fueron escogidos por consenso y no de manera electoral, podemos vaticinar, que la interpretación del artículo 67 por parte del Tribunal Supremo de Justicia chavista será a favor de la dictadura.
El tirano se la va a jugar y se sentará a esperar la reacción militar y/o popular, tal vez ambas al mismo tiempo. Por lo visto el fraude masivo ya fue descartado ya que ninguna encuesta le daría una mayoría parlamentaria contundente, y como he expresado en artículos anteriores, hasta ahora los fraudes habían sido posibles porque aunque nos duela admitirlo, el gobierno siempre iba punteando, o los números eran muy parejos.
En esta ocasión la popularidad de Chávez se encuentra en el subsuelo y un fraude de esa magnitud, después de casi 12 años en el poder, decretaría su derrocamiento en cuestión de horas. Ya el dictador ha sido advertido, no sólo por los militares patriotas e institucionales que le hacen llegar sus mensajes a cuenta gotas y todos los días lanzan una plegaria al cielo para que se suscite un levantamiento popular, sino también por el propio Departamento de Estado Norteamericano a través de su embajador en Venezuela.
Si el Tribunal Supremo de Justicia lo avala, es legal, ante los ojos del mundo y del propio país. Ya después dependerá de nosotros defender nuestros derechos civiles y políticos en la calle, pero si nos quedamos como siempre en nuestras casas hablando “paja” y esperando a que los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática defiendan nuestros derechos, seguiremos en lo mismo.
Tenemos que terminar de comprender que para Chávez mantenerse en el poder es cuestión de vida o muerte.
El dictador y su plana mayor corrupta y criminal, no permitirán que los desalojemos del poder por la vía pacífica, sus vidas dependen de ello. El problema existencial de Chávez actualmente es que no tiene pueblo y los problemas crónicos del país se le han vuelto inmanejables a 4 meses de una elección parlamentaria medular, en la que el fraude sería descubierto con facilidad.
No se puede meter en una pelea que sabe de antemano va a perder y el TSJ es su comodín de mayor confiabilidad y experticia.
En el mundo militar, que a fin de cuentas controla las armas de la nación, existen grupos radicales dispuestos a jugárselas de una vez por todas. Para ellos es cuestión de honor, no lo harían por dinero y su trofeo mayor es la cabeza del dictador. Si no han actuado hasta ahora, es porque no les ha dado la gana de entregarle el país a los políticos rabo de paja y corruptos de la cuarta república. Políticos que para desgracia de la patria, continúan dirigiendo la oposición venezolana.
Chávez se encuentra contra las cuerdas y si en definitiva el TSJ interpreta el artículo 67 de la Carta Magna a favor de la dictadura, habrán abierto la puerta de la Rebelión Social Definitiva.
Me consta que mis artículos se los hacen llegar a muchos chavistas de la plana mayor, entre ellos dos magistrados del TSJ que me han hecho llegar su apreciación a través de terceros. No en balde el propio dictador se refirió a mí en plena cadena presidencial. Desde mi tribuna escrita les voy a recomendar algo a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia:
Si ustedes desean salvar su pellejo, no tomen esa decisión aberrante porque habrán abierto las puertas de la hecatombe nacional, no para la oposición, sino para ustedes mismos. Los tiempos han cambiado y el país no es el mismo de hace 3 ó 5 años atrás.
Véanse reflejados en los colaboradores de las dictaduras del pasado, todos terminaron muertos y/o presos. El dictador será derrocado con o sin su ayuda, pero no sean ustedes los pendejos que en nombre de una seudo legalidad amorfa y partidista, inciten a un baño de sangre. Hay fuerzas incontrolables que podrían en un abrir y cerrar de ojos partir el destino de la patria en dos pedazos insufribles.
Así cómo el dictador tuvo que dar la orden de dejar en libertad a Oswaldo Álvarez Paz porque su debilidad política actual es manifiesta y los mensajes soterrados llegan a la oreja del buen entendedor, no crean ustedes estar protegidos detrás de su inmunidad judicial y su toga cantinflesca. Les recuerdo que como he escrito en artículos anteriores, no es el mensajero, es el mensaje. Piensen con detenimiento y mediten, todo cae por su propio peso, están advertidos.
“A fronte praecipitium a tergo lupi / Un precipicio al frente y los lobos a la espalda”
Anónimo
¡Patria, Democracia y Libertad!
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