La que ha sido la economía de mayor crecimiento en la región se enfrenta a la incertidumbre políticaPara ese entonces, claro está, el escritor aspiraba a que cualquiera de los otros candidatos que había en contienda saliera adelante en la primera vuelta de los comicios escenificados en abril.
Pero como ese no fue el caso, el Premio Nobel de Literatura decidió hacer de tripas corazón y darle su apoyo al que considera como el menor de dos males terribles. Pocas semanas atrás anunció su voto por Humala, el ex militar que encabezó una insurrección hace unos años y que perdiera en los comicios pasados frente a Alan García.
Pero eso no es lo que piensan los mercados.
Ayer, sin ir más lejos, la bolsa de Lima tuvo un salto del 7 por ciento, cuando un sondeo de última hora le dio a Keiko una ventaja de dos puntos porcentuales sobre su contendor. Si bien pocos minutos antes del cierre otra encuesta reveló una proyección inversa, el mensaje es que la comunidad de negocios prefiere a la hija del ex presidente Alberto Fujimori, así este último se encuentre detenido, después de haber sido hallado culpable de delitos relacionados con corrupción y violaciones a los derechos humanos.
El motivo central de esa actitud tiene que ver con las incógnitas que rodean a ambos aspirantes.
Aunque los dos han moderado sus posturas y en sus discursos se presentan como cercanos a la mitad del espectro ideológico, pocos creen en la apología del centrismo. De tal manera, los opositores de Humala lo describen como un lobo con piel de oveja, más cercano a Hugo Chávez que a Lula da Silva. Por su parte, los críticos de Fujimori dicen que se ha rodeado de algunos de los oscuros personajes que circundaron a su padre, por lo cual, si triunfa, los abusos no tardarán en aparecer. No obstante, la comunidad de negocios cree que sería más ortodoxa que su oponente, lo cual se ha traducido en expresiones de respaldo tanto verbal como monetario.
Tanta incertidumbre es muy mala para la que ha sido, durante esta década, la economía más vigorosa del continente, que en el primer trimestre del 2011 alcanzó un crecimiento del 8,8 por ciento.
Gracias al impulso recibido por la minería y a la firma de varios tratados de libre comercio, los peruanos han podido diversificar su base productiva en forma notable.
Y es que aparte de oro y cobre, el país se ha convertido en un importante proveedor de bienes agrícolas, así como de textiles y confecciones, gracias al cultivo de algodón de gran calidad.
Dicho despegue se ha conseguido limitando la apreciación de la moneda y manteniendo una de las menores tasas de inflación en América Latina. Además, el aumento en los niveles de empleo ha sido fundamental para que la pobreza, que aquejaba a cerca de la mitad de la población al comenzar el presente siglo, ahora afecte a menos de una tercera parte. Incluso hay evidencia de que en los Andes, en donde se asienta la población indígena, se han logrado consolidar avances y reducir las desigualdades.
Tales conquistas, sin embargo, se encuentran en entredicho ante las circunstancias políticas.
A pesar de que es muy posible que tanto Fujimori como Humala traten de mantener la estabilidad en las reglas del juego, por lo menos en un comienzo diferentes reportes hablan de decisiones de inversión que se han paralizado.
Como si lo anterior fuera poco, quien reciba la banda presidencial el mes que viene va a tener que gobernar un país polarizado, en el que la pugnacidad entre facciones podría ser la constante más que la excepción.
Esa posibilidad abre un interrogante sobre la sostenibilidad del modelo peruano, justo cuando las cosas empezaban a marchar por el camino correcto.
Fuente: Portafolio.co
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