“Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se hace rodar, más grande se vuelve”. Martín Lutero, teólogo reformista alemán (1483-1546).
Mi abuelo materno era un gran cuentacuentos. Sus historias infantiles eran épicas y fascinantes para nosotros sus nietos, que sabíamos cuando Papaelo estaba inspirado porque comenzaba a rascarse la coronilla mientras Onza, Tigre y León se embarcaban en fantásticas aventuras que, indefectiblemente, terminaban diferente cada vez. Sus cuentos comenzaban con los mismos personajes de siempre, pero de repente cambiaba el curso de la historia y Tío Conejo acababa cazando a Tío Tigre en la India. Tal vez así Papaelo nos mostró el camino de la infinita imaginación que crea fantasías sin hacer daño, pero también por contraste nos enseñó su diferencia con la realidad.
Yo creo que el Comandante entre sus múltiples carencias tampoco tuvo un abuelito que le contara cuentos para enseñarle la distancia entre la realidad y la fantasía, para decirle que hay historias que divierten, pero que cuando tratas de imponerlas como si fueran ciertas, debes asumir la responsabilidad de tus propias mentiras. Este hombre está echándonos un cuento desde 1992. Al principio sonó bonito y le perdonamos que quisiera hacer de soldadito de plomo, tratando de derrocar a un Presidente constitucionalmente electo. Grave error, porque él se creyó su propia historia y siguió adelante hasta conseguir el poder echándonos el cuento de que acabaría con la corrupción, con el clientelismo y que haría una Venezuela de igualdad de oportunidades. Una vez encaramado en el coroto, comenzó a echar el cuento de una revolución bolivariana, que todavía no ha terminado. Los vericuetos de este cuento superan con creces las más fantástica de las historias: las aventuras de Simbad son una caraota al lado de los capítulos de “magnicidio”, “vienen por mí” y “el imperio nos ataca”; las Mil y Una Noches son una tontería al lado de los inventos del socialismo del siglo XXI; Pinocho es un pendejo en comparación con “me querían matar” “yo no renuncie” “el pueblo me regresó a Miraflores” “los golpistas del 2002 quieren sacarme otra vez”.
El cerro de historias mentirosas que nos hemos calado en estos años hacen que Jean Claude Van Damme, Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan luzcan como truqueros aficionados junto a los cuentos trapo rojo que tratan de ocultar unas verdades que han comenzado a ser comprendidas por los escuchas del cuenta cuentos. Como por ejemplo, que 8 años después el gobierno que ha torpedeado toda comisión de la verdad o investigación seria, no nos ha dado una explicación sobre quién mató a esas 19 personas el 11 de abril. Como no nos ha explicado quien, cómo, donde y por qué nos quieren invadir o atacar, para justificarnos la enloquecida compra de armas a Rusia. Tampoco nos ha dicho quienes quieren matarlo para que podamos entender sus 7 anillos de seguridad; tampoco sabemos que es lo que le debe a Fidel, para pagarle tan alto precio a sus servicios. Tampoco nos ha rendido cuentas sobre cuanto cuesta su revolución ni en qué obras que favorezcan al pueblo ha invertido en estos 11 años los cientos de miles de millones de dólares de los que ha dispuesto como si estuvieran en su chequera personal.
Pero los cuentos se agotan y la realidad es cada vez más inocultable. El fracaso de un gobierno que dilapidó los recursos que han podido hacer de Venezuela un país moderno y próspero se evidencia en las calles de este país en penumbras, en los centros comerciales sin aire acondicionado, en las calles deterioradas y sucias, en las autopistas y carreteras fracturadas, en las empresas y comercios cerrados y quebrados, en el desabastecimiento de los mercados, en el abandono e invasión de tierras antes productivas, en la soledad de zonas industriales abandonadas, en el colapso de las empresas estatizadas, en las protestas diarias de miles de venezolanos que exigen al gobierno que cumpla sus obligaciones.
Pese a que la realidad de su fracaso le explota en la cara, el Comandante quiere seguir echando cuentos. Que si va a armar a todos los venezolanos, que si Día de Júbilo por su regreso al poder, que si las milicias, que si los comandos guerrilleros comunicacionales, que si las armas son para defendernos de los invasores. No sé si está planetario, si se cree sus propios cuentos (se llama mitomanía) o si en verdad, y esto es gravísimo, piensa en serio todos esos disparates. Lo cierto es que ha destruido económicamente al país, que ha masacrado la separación de poderes y el estado de derecho, que ha hecho daños irreparables a los venezolanos. Tal vez por eso está poniendo toda la carne en el asador, se está arriesgando al máximo hasta con su propia gente, utilizando todas las armas de poder y dinero de que dispone para permanecer en la silla. Quiere estar allí para siempre porque le aterra el final de este cuento. El sabe que su último capítulo será terrible y que no terminará en “Y fueron felices para siempre”.
Mitomanía: tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciéndola, la realidad de lo que se dice. (DRAE)
AQUÍ ENTRO NOS
* En Miraflores pegaron el grito al cielo: “íel imperio tiene “espionada” a Venezuela!”, cuando se enteraron del informe Stratfor. Esta es una empresa internacional que se autodefine como un “equipo global de profesionales en inteligencia” que provee a clientes que toman importantes decisiones alrededor del mundo de información privilegiada en materia política, económica y militar. Son independientes, sin contenidos ideológicos y su prestigio deriva de la precisión, veracidad y calidad de su información, muchas veces considerada clasificada o secreta. Pues resulta que esta compañía, que ya antes ha estudiado casos en Venezuela, realizó para un gigante trasnacional un estudio acerca de las fuentes de energía hidroeléctrica y termoeléctrica en el país y en un mapa interactivo se puede ver completa la generación actual de las centrales venezolanas. Es de infarto. Se estima que Venezuela está generando en promedio apenas un 27% de su capacidad instalada. Cifras que no se pueden negar ante la realidad de los apagones programados o no que azotan al país. El gobierno está dedicando todo su esfuerzo en suministrar energía eléctrica a Caracas y hasta el momento se salva por el excelente mantenimiento que la Electricidad de Caracas (la privada) había dado a Tacoa hasta su nacionalización. Pero es cuestión de tiempo para que las tinieblas alcancen la capita. El gobierno apenas ha cubierto el 1,7% de la inversión en plantas termoeléctricas que estaba obligado a hacer en el primer trimestre de 2010, para aliviar la profunda crisis. El mapa interactivo de Stratfor sobre la situación real de la electricidad en Venezuela lo pueden ver en la página http://www1.stratfor.com/images/interactive/Venezuela_Crisis.html. Crean en esto y no en iguanas terroristas, en el Niño travieso y mucho menos acepte que usted es el culpable de la enorme ineficiencia, irresponsabilidad y negligencia del gobierno rojo.
* En momentos en que la Iglesia Católica está sacudida por una agresiva campaña mundial en su contra, por los escándalos de pederastia de algunos sacerdotes, llega a mi correo este escrito, firmado por Sam Miller, un empresario judío de Cleveland, USA. Habla específicamente de la Iglesia Católica norteamericana, preguntándose el por qué de la “vendetta” ( venganza) sobre una Iglesia que en ese país educa a 2.6 millones de niños y jóvenes en forma gratuita, ahorrándole a los contribuyentes y al gobierno norteamericano alrededor de 18.000 millones de dólares. La Iglesia cuenta con 230 Colleges y Universidades en los Estados Unidos con un reclutamiento de 700.000 estudiantes. Mantiene un sistema de 637 hospitales sin fines de lucro en los cuales se atienden a una de cada 5 personas (no solo católicos) en Estados Unidos. Miller ofrece cifras contundentes, que los católicos deben saber: 12% de 300 miembros del clero protestante encuestado admitió haber tenido relaciones sexuales con algún feligrés; 38% reconoció algún otro tipo de contacto sexual inapropiado. En un estudio llevado a cabo por la United Methodist Church, 41.8 % de las mujeres del clero encuestadas reportó abusos en comportamientos sexuales no deseados; 17 % de las mujeres laicas han sufrido hostigamiento sexual. Mientras que solo el 1.7 % del clero católico ha sido encontrado culpable de pedofilia, 10% de los ministros protestantes han sido condenados por pedófilos. Para concluir, este empresario judío afirma: “La iglesia católica se encuentra sangrando de heridas auto-inflingidas. La agonía que los católicos han sentido y sufrido no es necesariamente culpa de la iglesia. Ustedes han sido dañados por un pequeño número de sacerdotes desviados quienes para ahora probablemente han sido arrancados. Caminen con sus hombros rectos y su frente en alto. Siéntanse orgullosos de ser miembros de la agencia no gubernamental más importante en los Estados Unidos. Defiendan su fe con orgullo y reverencia y comprendan lo que su religión hace por todas las demás religiones. Siéntanse orgullosos de ser católicos”. Tremenda reflexión.
* En materia de estatuaria, la revolución se llevó en los cachos al narcisista Guzmán Blanco, que llenó de sus esfinges todo el país, en pose de “El Ilustre Americano”. El afán de levantar estatuas se limitó posteriormente al homenaje a los próceres históricos, caciques, María Lionzas y personajes ilustres de las artes y las ciencias. Pero la revolución honra “héroes” distintos, no enmarcados en glorias nacionales sino importadas de otras revoluciones. Así, hemos visto en el 23 de enero el busto en honor a Tirofijo, el tristemente célebre Manuel Marulanda, jefe de las FARC. En pleno pico El Aguila, el gobierno revolucionario inauguró una especie de lápida en vidrio, en homenaje al Ché Guevara, que no duró ni dos días de pie porque los enfurecidos merideños la tumbaron a plomo y pedradas. En Maracay también inauguraron otra estatua de un guerrillero colombiano. Otros revolucionarios son más come flor y se decantan por erigir estatuas como la que Tarek William Saab, el gobernador bolivariano de Anzoátegui mando a levantar en honor al cantautor del “imperio mesmo”, Bob Dylan. Sin embargo el anuncio de la colocación de un busto de Fidel Castro nada menos que frente al Capitolio Nacional, levanta polvaredas de indignación entre los demócratas, que consideran que Castro, un dictador con casi 60 años en el poder, es el último personaje que debe ser homenajeado por una democracia. Le auguro corta vida a la estatua del dictador cubano.
* El Ministro Diosdado Cabello a través de CONATEL sigue cercando a Victoria 103.9 FM. Después de ordenarle reducir su potencia de 2.5 KV a 250 vatios, ahora le envía nueva orden de que debe circunscribir su radio de acción a sólo 3 municipios. Aun con tan baja potencia, Victoria se sigue escuchando (para alivio de los conductores que se benefician de sus excelentes servicios viales informativos) en la autopista regional del centro. La intencionalidad contra la emisora es obvia: cualquiera con un somero conocimiento técnico (y Cabello es ingeniero de comunicaciones) sabe que es imposible limitar geográficamente una señal de radio en forma tan precisa. Se esperan acontecimientos esta semana en La Victoria.
http://www.noticierodigital.com/2010/04/mitomano-o-cuentacuentos/
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