El opositor venezolano Diego Arria tiene miedo. Pero eso no le ha impedido hacer una gira por Europa para denunciar lo que ha calificado "el secuestro de los poderes en Venezuela" por parte del Gobierno de Hugo Chávez. El pasado 30 de abril se ejecutó la expropiación de la finca que tenía Arria, ex embajador de Venezuela ante la ONU (1991- 1994), en el Estado occidental de Yaracuy, de la que sustrajeron obras de arte y objetos personales. "Yo debería estar en Venezuela frente a los tribunales, como muchos venezolanos, denunciándolo, pero en un país en donde el Estado tiene secuestrados todos los poderes, esta instancia es superflua", afirma.
Son más de tres millones de hectáreas de bienes y activos que ha expropiado hasta ahora el presidente venezolano a empresarios y particulares, entre los que hay unas 300 familias españolas a las que han despojado de su patrimonio. "Me ha sorprendido que el señor [Miguel Ángel] Moratinos diga que las relaciones con Venezuela son excelentes, ni siquiera normales, sino excelentes, cuando tienes este cuadro de familias españolas en la calle", dice Arria, quien también fue gobernador de Caracas en la década de los setenta.
Lo que extraña al opositor es la inacción del Gobierno español ante lo que está pasando en Venezuela. "Siempre he pensado que el interés fundamental del Estado es su gente; por supuesto, hay otros intereses, pero el fundamental es la protección de sus ciudadanos". En su periplo europeo, Arria visitó París para hablar sobre el colapso de la democracia en Venezuela, luego Ginebra, para denunciar la situación de las cárceles y la manipulación de los niños a través de "guerrillas comunicacionales" para combatir a los opositores. También visitó la OIT para denunciar la situación de amedrentamiento de los trabajadores, y posteriormente fue a La Haya, donde visitó al juez Baltasar Garzón.
Reuniones con González y Aznar
En España ha sostenido reuniones con los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, y ayer se reunió con el senador del PP Dionisio García Carnero. "Cuando España se devalúa nos devaluamos nosotros, porque el mejor intermediario de América Latina en el escenario mundial es España, y eso se perdió, y se perdió ahora". Arria critica que "la indiferencia de España ha sido más bien complicidad porque ha legitimado a Chávez", quien, afirma, es el "campeón olímpico en todo lo que significa la violación de los derechos fundamentales". "La devaluación internacional del Gobierno español es algo que sufrimos los latinoamericanos que creemos en la democracia, en la libertad, en las oportunidades".
Mientras habla, Arria muestra un vídeo de una edición del Aló, presidente de mediados de mayo donde se ve a más de un centenar de niños bañándose en la piscina de 25 metros de su finca. El presidente aplaudía y celebraba. "Considero a Chávez el Mugabe del trópico, pero sin su preparación académica", afirma. Arria se muestra indignado de que el jefe del Instituto de Tierras que realiza las expropiaciones sea el presunto etarra Arturo Cubillas, buscado por la Interpol. "España no le ha prestado suficiente atención al hecho de que las inversiones españolas en Venezuela, yo diría casi sin excepción, son ilegales".
Sobre el futuro del país, el diplomático cuenta: "Hace unos días, cuando me preguntaron qué va a pasar en Venezuela, dije que veía un enfrentamiento, y ya el presidente ordenó que me investigaran. Quiero decir que me equivoqué, no es que nos vamos a enfrentar, ya estamos enfrentados. Chávez es el que está enfrentando a la sociedad. Yo digo que hay un golpe de Estado en proceso que es indetenible para acabar con el Gobierno de Venezuela y está encabezado por Hugo Chávez". A su juicio, se trata de un enfrentamiento unilateral porque "Chávez quiere secuestrar la voluntad de los venezolanos". Al ser consultado sobre si no teme ser encarcelado como ya ha sucedido a otros opositores, dice: "La verdad es que debería temer, porque en este Gobierno hay mucha gente con las manos ensangrentadas".
A pesar de mostrarse optimista y predicar la tesis de la reunificación del país, sabe que Venezuela se enfrenta a un duro proceso de reconciliación. "La parte más compleja de la reconstrucción de Venezuela no es económica ni financiera, el problema es reparar el alma venezolana, que ha sido retorcida".
http://www.elpais.com/articulo/internacional/complicidad/Espana/legitima/Hugo/Chavez/elpepuint/20100609elpepuint_2/Tes
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