¿El ataque a la Polar? Está claro. Es el espejo en positivo de todo lo que ellos no han podido hacer.
Es como una epidemia. Cada día se descubre uno o varios casos de toneladas de comida descompuesta. Más allá del cinismo del líder minimizando el escándalo al afirmar que las (hasta este viernes) 70 mil toneladas de comida descompuesta en los casi 4.000 containers apenas representan el 1 por ciento de la importación de PDVAL y la ratificación y alabanzas al ministro del ramo, lo que queda demostrado es la total inoperancia y corrupción del régimen. No saben gobernar, Chávez lo que domina muy bien es el hecho de “mandar”, “ordenar”, “dar instrucciones” en medio de su voluntarismo casi proverbial en el que él jura que dicta una medida y por arte de magia se cumple automáticamente. El asunto es así: una tarde luego de seis horas de cadena le entra una fiebre delirante de un “a mí se me ocurre” y dice: “ahora la Pdvsa roja rojita se encargará de la distribución de alimentos”, todos aplauden y los que vienen de formación militar gritan al unísono: ” ¡entendido!” (poniendo a trabajar la calculadora mental del cuánto me queda a mí). El líder se queda tranquilazo pensando que hay mucho dinero para importar todo lo que aquí ya no se produce (porque hay que acabar con los burgueses agricultores, ganaderos e industriales) y que su séquito de la industria petrolera y asociados están montadísimos en eso de llenar los anaqueles de los PDVAL, pedevalitos y las nuevas cadenas expropiadas. Como nadie le dice la verdad y él está encaramado en el pedestal de su “gesta heroica” tratando de implantar un socialismo ramplón en el que nadie cree y menos sus colaboradores que tanto aman el dinero, ni se entera que los venezolanos conseguimos menos comida en los anaqueles y que ésta está cada vez más cara. Sí, un día se le ocurre ver Globovisión y así se entera que los niveles de inflación este año pudieran terminar por encima del 30 por ciento, ante lo que ordena como solución cambiar la forma de calcular el costo de la vida. Pero todo es medianamente manejable con su tradicional discurso guerrerista, con sus habituales amenazas y con la manida repartidera de culpas a los burgueses. Hasta que…
Sucede este rally de podredumbre en el que por días se destapa más “hedentina” en sus propias estructuras y con su propia gente. No saben gobernar, administrar, gestionar, gerenciar y mucho menos distribuir. Y bastante que se dijo. Zapatero a su zapato y Pdvsa a producir petróleo que tanta falta nos hace.
¿El ataque a la Polar? Está claro. Esta empresa es el espejo en positivo de todo lo que ellos no han podido hacer. La mejor cadena de distribución del país, un esquema de producción impecable, con el mejor contrato colectivo y socialmente responsable: decir Polar es hablar “en venezolano”. ¿Será que el líder está celoso?
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