Los nombres raros, una constante de países latinoamericanos

Los hay de todos los gustos. (Aunque algunos pensarán ¡Vaya gustos....!) Podemos elegir el nombre de nuestros hijos con plena libertad, pero cuidado con complicarse la vida y sobre todo con complicarles la vida a ellos.

Recientemente medios de comunicación europeos dieron a conocer notas acerca de la tendencia de los latinoamericanos a elegir nombres “curiosos o inusuales” para los hijos. Entre otros, relatan un caso que se dio en Argentina: una persona presentó a su hijo ante el Registro Civil de Jujuy para registrarlo con el nombre de Tonatiuh, que a los mexicanos pudiera parecernos un tanto peculiar pero que a los argentinos se les hizo impronunciable y extrañísimo, al grado que se negaron a registrarlo bajo ese nombre. El asunto fue hasta la Fiscalía del Estado y el niño lleva casi un año sin contar con un nombre oficial pues el litigio aún no termina.

Elegir nombres poco comunes para los hijos es muy frecuente en todos los países del continente, aunque en Venezuela pudieran ser campeones en eso de los nombres curiosos, ya que abundan personas con el nombre de Jefferson, o Kennedy, o Max Donald; hay nombres todavía más complicados, como Hyanhect, Rexaimiyori, o Ylallalic, lo mismo que combinaciones como Nelmar para un pequeño que es hijo de Nelson y Marta.

Uno de los más extraños es el de Yesaidú, pues a los padres les sonó bonita la frase en inglés: “Yes, I do”. Y desde luego no faltan los Superman, los Batman y los Robin.

El afán de nombrar de un modo tan original a los hijos pone en serios aprietos a los funcionarios de los Registros Civiles en todos los países de habla española en el continente. En México no podemos considerarnos libres de esa tendencia.

En Aguascalientes no estamos libres de esa tendencia

Hace tiempo en la Ciudad de México fue comentado el caso de una niña nacida el 20 de noviembre a quien sus padres querían ponerle por nombre “Anivdelarev”, pues en el calendario correspondiente al día de su nacimiento aparecía compactado el nombre de la celebración: Aniversario de la Revolución Mexicana. Y recientemente en Aguascalientes se buscó registrar a un niño con el nombre de “Justin Timberlake” (cantante, productor...)

Como se ve, en todas partes existe el afán de ser diferente y distinguirse, aunque en ocasiones los hijos carguen durante toda su vida con las consecuencias de la excentricidad de sus padres.

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Fuente: desdelared