Al parecer, la salida de Alberto Federico Ravell de Globovision, no bastará para que el Régimen no le ponga la mano a Nelson Mezerhane y sus bienes.
La historia de la compra-venta de Globovision por parte del Gobierno, tiene visos de novela.
La negociación en principio, era por un monto de $150 millones. En cuatro oportunidades Mezerhane se reune con Alì Rodríguez y Nelson Merentes. Los lineamientos del gobierno eran claros: No queremos a Ravell mas al frente y se debe hacer paulatinamente la salida de Leopoldo Castillo (a quien mandan de vacaciones a Australia pensando que mientras regresa ya el acuerdo esta finiquitado), luego Kico Bautista y al final Carla Angola.
La exigencia que hace Mezerhane es que se levanten las medidas contra Zuloaga y sus hijos.
Tras las distintas reuniones con Alí y Merentes, Mezerhane sube el precio del canal a $ 340 millones alegando que debe repartir algunos de esos millones a los que intermedian en la operación. De nuevo se reúne en La Viñeta (casa que tienen para reuniones privadas con diversos entes que no quieren ser vistos sentados con el gobierno) Mezerhane con Alí Rodríguez y su tocayo Merentes, presidente del BCV. Para la última de las sesiones se añade el ministro Jorge Giordani que aprueba la inyección de $ 340 millones al Banco Federal (para así comprar el canal sin que se vea la compra directa) con la excusa de adquirir unos bonos de un banco ligado a Mezerhane en la isla de Curacao por ese precio. La incomodidad en el Alto Gobierno comienza cuando en otra reunión en La Viñeta con el ya nombrado Vicepresidente Elías Jaua, Mezerhane pide la misma cantidad de inyección de dólares por los mismos bonos pensando que Jaua jugaba solo y sin saber que Jaua y Giordani juegan pegados en el mismo frente. Es más, Jaua ejecuta lo que le ordena Chávez a través de Giordani, pues él solo (el encapuchado de otrora, ahora con apartamento en Sebucán) no comprende las cifras y los manejos macromillonarios del gobierno. Mas tarde es Jaua quien se entera que Mezerhane había pedido, por tercera vez la misma cantidad de dólares
(340 millones) a otro Ministro que también goza de la confianza presidencial y decide algunos asuntos por vía directa.
Entonces entra en escena Diosdado Cabello al enterarse de lo que calificó de una "patraña de Mezerhane de querer cobrarnos por todos lados y estafarnos como unos bolsas". Cabello se había opuesto desde el principio a cualquier negociación con Mezerhane por Globovisión pues alegaba que "ese carajo ha incumplido muchas promesas de pago a muchos de nuestros compañeros de revolución".
Al tiempo que eso sucede el empresario dueño de Vepaco, Fernando Fraiz Capote, acude al CICPC para denunciar que Mezerhane lo estafó con $ 33 milones que él depositó en el Banco Premier de Curacao (propiedad de Mezerhane) para garantizar un crédito de mas de 15 mil millones de Bs. La excusa que da Mezerhane es que esos dólares tuvo que usarlos para tapar el hueco del Federal pero Fraiz alega que nadie del Banco le ha dado la cara.
Para ayer miércoles 24, estaba citado por el CICPC el presidente del Banco Federal, un cubano de apellido Trujillo. Los otros gerentes del Federal a quienes están investigando son la Tesorera y la Jefa de Créditos. El gobierno se basará en esto para proceder a imputar a Mezerhane y ordenar su captura a Interpol, pues ya éste se encuentra fuera del país con su familia.
A esto hay que añadir que el Tesorero Nacional, Alejandro Andrade, se la tiene jurada a Mezerhane por otra compra que éste hizo de bonos del mismo Banco Premier que no fueron honrados y tampoco se pagó la comisión ofrecida. Para rematar el Superintendente Bancario, Hernández Behrens, dice que Mezerhane a él “tampoco le cumplió”.
Así las cosas, ahora van contra Guillermo Zuloaga por sus declaraciones en Aruba en la reunión de la SIP. Ya la Asamblea Nacional ha hecho la tarea de pedir que lo enjuicie
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