El presidente boliviano Evo Morales acusó este miércoles de “instrumento gran defensor del imperio” a la organización Human Rights Watch(HRW), que el martes alertara que en Bolivia podrían no respetarse las garantías procesales de los ex presidentes.
HRW “es un instrumento gran defensor del imperio norteamericano”, afirmó Morales a periodistas, consultado sobre el informe que alertó de una ley boliviana que violaría el derecho de ex mandatarios al debido proceso.
HRW dijo el martes estar preocupada por la posibilidad de que se no se respeten las garantías procesales de los ex presidentes en Bolivia, tras la aprobación de una ley anticorrupción que puede ser aplicada retroactivamente.
Evo Morales dijo que en Bolivia “no se está aprobando ninguna ley contra ningún presidente”.
Morales, que suele catalogar a sus predecesores de “vendepatrias” y “neoliberales”, promulgó en marzo una inédita Ley Anticorrupción, en la que los delitos son tipificados como retroactivos en el tiempo e imprescriptibles.
Esto significa que hechos tipificados como delito por esta ley y realizados previo a ella pueden ser investigados en cualquier momento de ahora en adelante.
Los ex presidentes derechistas Jorge Quiroga (2001-02), Carlos Mesa (2003-05) y Eduardo Rodríguez (2005), más el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1989-93), señalaron semanas atrás que la nueva norma está dirigida a juzgarlos y encarcelarlos sin el debido proceso.
Morales cree que la derecha se infiltró entre sus aliados
El presidente Evo Morales minimizó las conflictos sociales por mejoras salariales que acosan a su gobierno y sostuvo que la derecha se infiltró entre los trabajadores para confundirlos.
“Parece una infiltración de la derecha para confundir a los trabajadores”, dijo el miércoles en rueda de prensa tras las violentas protestas de la víspera que dejaron 17 detenidos, nueve de los cuales serán imputados por la fiscalía por daño a los bienes públicos.
Enardecidos obreros dinamitaron las puertas del Ministerio de Trabajo y trataron de tomar ese despacho en demanda de un mayor aumento salarial al 5% decretado por el gobierno en las protestas más duras que afrontó Morales desde que llegó a la presidencia en 2006.
“El Presidente jamás tomará medidas en contra de los trabajadores, pero tiene que haber racionalidad en los pedidos. En cuatro años se mejoró bastante el salario. Para mejorar más necesitamos inversión”, dijo.
Grupos de obreros realizan una huelga de hambre que ya dura nueve días. Asimismo una tercera parte del país estaba aislada el miércoles por ocho días debido al corte de una vital ruta por un conflicto entre regiones.
El gobierno se negó a intervenir en esa protesta y alegó que se trata de una disputa interna. El corte de ruta dejó desabastecidas a varias localidades de los departamentos de La Paz y Beni.
Asimismo, Morales calificó de un “paro a medias” la huelga convocada el martes por la Central Obrera Boliviana (COB) por mejoras en los salarios. La protesta fue acatada por algunos sectores.
Vía “EFE”
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