La entrega de un bono salarial para unos 100.000 empleados públicos con fondos de la cooperación venezolana -no presupuestados- paralizó las negociaciones de Nicaragua con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pide aclaraciones sobre su impacto en la economía.
El FMI suspendió la reunión del directorio de este miércoles en Washington con autoridades económicas nicaragüenses a fin de evaluar “el impacto en el programa de las medidas económicas recientemente anunciadas y otras asociadas con el programa”, según un comunicado divulgado en la prensa local.
El gobierno anunció la víspera del 1º de Mayo la entrega de un “bono, cristiano y solidario” para empleados públicos equivalente a 25 dólares que saldrán de los fondos de la cooperación de Venezuela, con mantenimiento de valor, no sujetos a retenciones, y cuyo valor se doblará en diciembre, aunque se desconoce si se mantendrá el próximo año.
Pese a que todos son conscientes de que el bono dará un respiro a los mermados ingresos de los asalariados, diversos sectores objetan que la forma en que será entregado tiene connotaciones políticas con miras a las elecciones del 2011 y hay temores de que influya en la inflación.
“No conocería como humano a alguien que se oponga que se le haga un obsequio de 25 dólares a una familia pobre. No entendería eso”, había dicho el martes el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Guevara, ante de hacerse publica la decisión del FMI.
Autoridades económicas admitieron la suspensión de la cita que estaba prevista para este miércoles en Washington para examinar las cifras macroeconómicas del plan acordado con el organismo financiero en 2007 y de cuyo resultado depende el desembolso de 18 millones de dólares.
El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales, en declaraciones a la prensa dijo que el FMI está interesado en conocer la naturaleza del bono y su impacto en la economía.
Rosales dijo que desde el viernes “estamos en conversación permanente” con altos funcionarios del FMI que le han llamado para informarse al respecto.
El alto funcionario desestimó un impacto inflacionario porque los recursos no son producto de poner a funcionar una maquina (de hacer dinero) sino resultado de fondos de una empresa privada obtenidos a través de la venta de petróleo.
Rosales afirmó que “no se trata de reformas presupuestarias ni nada por el estilo” tampoco será registrado como una para el Estado.
El bono representa un gasto de 23,6 millones de dólares mensuales. En 2009, la cooperación venezolana ascendió a 443 millones de dólares, según datos de la entidad monetaria.
Otros temas que son de interés del FMI es la reglamentación de una ley de adeudos para reestructurar préstamos a cientos de productores agrícolas en mora con micro financieras, así como la aprobación de una normativa que regule la relación entre usuarios del dinero plástico y los emisores de los mismos.
Vía “AFP”
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