Mientras la empresa estatal disminuye su destreza para gerenciar el negocio, compañías vecinas de la región como Ecopetrol, PetroPerú y Petrobras hacen avances significativos
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias e Inversiones (Ciadi), un tribunal del Banco Mundial, en un anuncio hecho el viernes pasado, señaló que Venezuela salió favorecida en un fallo preliminar en la demanda de la petrolera estadounidense Exxon Mobil, por la nacionalización de sus propiedades en el país en el 2007.
El Ciadi dijo que considerará reclamos a partir del 2006, y no fechas anteriores como pretendía Exxon, declaró el ministro Rafael Ramírez.
El ministro de Energía y Petróleo interpretó el fallo del tribunal de arbitraje con sede en Washington, como una señal favorable a Venezuela de que Exxon no conseguirá los 10.000 millones de dólares que reclama.
Los 30.000 millones de dólares que pedía ConocoPhillips en su demanda son una fantasía también, agregó Ramírez. Esta empresa estadounidense, era la que tenía mayor inversión financiera en el país.
La gente está feliz, incluyendo los opositores, de que la empresa petrolera estatal venezolana no tenga que desembolsar esos montos cuantiosos de dinero, aunque sigue la crítica por su ineficaz y apresurado estilo de hacer los negocios y la intención de controlarlo todo, que afecta sustancialmente el interes nacional.
Es refrescante y bienvenida esa decisión del Ciadi porque abril y mayo han sido unos meses muy difíciles y agresivos para Pdvsa, por su diversidad de funciones, en su intención de transformar la sociedad capitalista en una sociedad socialista a su manera.
Las fallas gerenciales y operacionales se siguen produciendo en Pdvsa.
Todavía están presentes las repercusiones de los primeros pasos para expropiar 1.800 gasolineras del país. Si eliminan a los gasolineros en la administración de las estaciones de servicio, y deciden manejarla con las misiones, se puede correr el riesgo de colas en las gasolineras, como los trágicos recuerdos del paro.
La actividad de Pdvsa haciendo de todo ha debilitado su gestión petrolera. No ha podido detener los derrames petroleros en Falcón y el Lago Maracaibo, una cosa rutinaria para un Plan de Emergencia en un país petrolero.
Todavía está vigente en la opinión pública, los miles de contenedores de Pdval arrumados y con toneladas de alimentos de primera necesidad vencidos y perdidos. No es argumento señalar que eran para combatir la especulación y el acaparamiento, porque no lograron que los alimentos llegaran a su destino ni resolver el objetivo original.
El hundimiento del semi sumergible Aban Pearl, es un suceso que puede ocurrir en cualquier parte, pero debieron tomar severas precauciones, porque cuando la nave venía para Venezuela, al salir de Trinidad-Tobago el 15 de agosto de 2009, el sistema de flotación se inclinó 45% y fue necesario el auxilio de otras embarcaciones de la isla vecina para que no se hundiera.
Como se desconoce el contrato, ya que no se realizó ninguna licitación, Pdvsa debía informar el resultado de la investigación sobre el hundimiento. El periódico India Real Time, de Bombay, publicó que se habían derrumbado las acciones de la firma Aban Off-Shore propietaria del buque, en la bolsa de valores de Bombay.
La nota periodística reveló que la compañía tiene un flujo de caja negativo y no tiene liquidez financiera, para hacerle frente a un endeudamiento reciente de 1.100 millones de dólares.
Petróleos de Venezuela tiene una mala racha, y nadie debe alegrarse de esta situación, dijeron gerentes petroleros consultados. Sin embargo hacen observaciones, de que una parcela importante de responsabilidad recae en el Gobierno, que ha convertido a la empresa en una "toera" de todo tipo de actividades, ajenas al negocio petrolero.
La empresa carece de fondos para presupuestos urgentes del negocio, y distraen a los gerentes en otras actividades. Fuentes confiables internas aseguran, que la compañía perdió la brújula petrolera.
En contraste, la empresa Ecopetrol, la estatal petrolera de Colombia, en un período corto de tiempo está a punto de llegar a una producción de 1 millón de barriles diarios, para poder autoabastecerse. Más de 50 compañías internacionales están buscando petróleo afanosamente en el vecino país, con atractivas ofertas de negocios. Este año, como muestra de su agresividad comercial, licitará 240 bloques para exploración y explotación.
La empresa PetroPerú, que había ido a menos por la presencia obsesiva de participación política en sus negocios, a partir del gobierno del general Velasco Alvarado, acaba de convertir a Perú en el primer país suramericano exportador de GLP, con cargamentos hacia México y Baja California. En tres años comenzó la explotación de los campos de gas de Camisea y construyo una planta de licuefacción. Perú sólo tiene
11.8 Tcf (trillones) de reservas de gas.
La situación más simbólica es Petrobras, que está a punto de recibir del Senado de ese país, la autorización para comprarle al Estado, 50.000 millones de barriles de reservas, a un precio ponderado de 5 a
7 dólares el barril. Estas reservas las convertirá en bloques para su colocación en las bolsas de valores, y reunir un monto de 25.000 millones de dólares del sector privado nacional y extranjero y poder impulsar sus planes petroleros.
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