No era un sueño fuera de lo común el espacio y el tiempo parecían concordar perfectamente con lo que mis ojos veían ese día. Era un día como cualquier otro, soleado y lleno de tránsito. Mi subconsciente planeó todo descaradamente y me trasladó a una retórica que no tenía nada que ver con la revolución y mucho menos desglosaba el concepto de eso que llaman “Socialismo del siglo XXI”.
Dentro del andar había avisos callejeros que tenían un rostro, que no logro recordar ahora que estoy despierta. Solo cierro los ojos y mi memoria evoca un color, el rojo y una frase ronda en mi cabeza: “¡Venceremos!”, pero no entiendo de qué se trata, aunque asumo debe tener algo que ver con un proceso electoral, digo si ese sueño tiene algo real es que fue este 2011.
Aunque no recuerdo cómo llegué hasta lo que creo que era una barriada caraqueña, tengo en la memoria algo referido a la “Fiesta del Agua,” pero no entiendo, dentro de mi sueño no llovía, al contrario era un paisaje árido y la gente que rodeaba el lugar parecía cansada, pero no cansada del oficio. En sus ojos pude notar que su agotamiento se debía a promesas no cumplidas, y decepciones -creo que estoy entendiendo este sueño, tiene que ver con algo político-. ¡Qué pesadilla!
Creo que al próximo evento me teletransporté, porque no recuerdo haber caído en el caos que son la calles de Venezuela. No me explico cómo nadie ha inventado algo llamado la “Fiesta del Asfalto” para resolver ese problema. No distinguí rostros -al menos ahora que despierto no logro recordar-, pero estaba relacionado con una mesa y la palabra democracia.
Los presentes se peleaban entre sí y gritaban: “¡Seré yo! ¡Seré yo!”. Traté de alejarme de ese lugar pero descubrí que la ambición de libertad era más grande que la pesadilla y al final creo haber visto una luz PRIMARIA, que creo decía: es mejor en el 2011 -en esta parte me perdí por completo-. No sé por qué ese número se repetía tanto.
La tecnología estaba presente. Recuerdo que en algún momento inicié sesión en una red social -no se su nombre- pero tenía un pajarito y solo me permitía escribir 140 caracteres, allí había políticos, artistas pero sobretodo había miles de venezolanos que también nombraban el 2011 y criticaban el egoísmo del día a día de aquellos que no han sentado cabeza y persiguen un solo objetivo -aquí nuevamente la palabra-: ¡LIBERTAD! Volvió a sonar.
En ese sueño había algo relacionado con unas becas, unas misiones y una campaña de un líder que vestía de rojo -ahora entiendo porque recuerdo tanto ese color, porque se relaciona con alguien-. Llegué a un lugar donde el dinero se regalaba a diestra y siniestra , pero no era un banco, no recuerdo qué era pero había un líquido negro muy espeso y al mirar a mi alrededor encontré unos barriles y recuerdo haber leído algo que decía: ALBA.
Todo era muy extraño, había cierta paz que me indicaba que no había revolución alguna, pero sí esperanza. El reloj despertador de mi celular sonó a las 6:00 de la mañana. Abrí los ojos con cierto susto, me vestí rápidamente y salí a hacer ese periodismo crítico que no debe desparecer jamás. El deja vu lo tuve en las calles llenas de hueco, vallas rojas llenas de promesas y una MUD que obviaba los detalles por encima de los intereses. Definitivamente fue una ¡pesadilla!
En Twitter: @fabiolamsilva3
Correo electrónico: fabiolamsilva3@gmail.com
Fuente: Informe
Dentro del andar había avisos callejeros que tenían un rostro, que no logro recordar ahora que estoy despierta. Solo cierro los ojos y mi memoria evoca un color, el rojo y una frase ronda en mi cabeza: “¡Venceremos!”, pero no entiendo de qué se trata, aunque asumo debe tener algo que ver con un proceso electoral, digo si ese sueño tiene algo real es que fue este 2011.
Aunque no recuerdo cómo llegué hasta lo que creo que era una barriada caraqueña, tengo en la memoria algo referido a la “Fiesta del Agua,” pero no entiendo, dentro de mi sueño no llovía, al contrario era un paisaje árido y la gente que rodeaba el lugar parecía cansada, pero no cansada del oficio. En sus ojos pude notar que su agotamiento se debía a promesas no cumplidas, y decepciones -creo que estoy entendiendo este sueño, tiene que ver con algo político-. ¡Qué pesadilla!
Creo que al próximo evento me teletransporté, porque no recuerdo haber caído en el caos que son la calles de Venezuela. No me explico cómo nadie ha inventado algo llamado la “Fiesta del Asfalto” para resolver ese problema. No distinguí rostros -al menos ahora que despierto no logro recordar-, pero estaba relacionado con una mesa y la palabra democracia.
Los presentes se peleaban entre sí y gritaban: “¡Seré yo! ¡Seré yo!”. Traté de alejarme de ese lugar pero descubrí que la ambición de libertad era más grande que la pesadilla y al final creo haber visto una luz PRIMARIA, que creo decía: es mejor en el 2011 -en esta parte me perdí por completo-. No sé por qué ese número se repetía tanto.
La tecnología estaba presente. Recuerdo que en algún momento inicié sesión en una red social -no se su nombre- pero tenía un pajarito y solo me permitía escribir 140 caracteres, allí había políticos, artistas pero sobretodo había miles de venezolanos que también nombraban el 2011 y criticaban el egoísmo del día a día de aquellos que no han sentado cabeza y persiguen un solo objetivo -aquí nuevamente la palabra-: ¡LIBERTAD! Volvió a sonar.
En ese sueño había algo relacionado con unas becas, unas misiones y una campaña de un líder que vestía de rojo -ahora entiendo porque recuerdo tanto ese color, porque se relaciona con alguien-. Llegué a un lugar donde el dinero se regalaba a diestra y siniestra , pero no era un banco, no recuerdo qué era pero había un líquido negro muy espeso y al mirar a mi alrededor encontré unos barriles y recuerdo haber leído algo que decía: ALBA.
Todo era muy extraño, había cierta paz que me indicaba que no había revolución alguna, pero sí esperanza. El reloj despertador de mi celular sonó a las 6:00 de la mañana. Abrí los ojos con cierto susto, me vestí rápidamente y salí a hacer ese periodismo crítico que no debe desparecer jamás. El deja vu lo tuve en las calles llenas de hueco, vallas rojas llenas de promesas y una MUD que obviaba los detalles por encima de los intereses. Definitivamente fue una ¡pesadilla!
En Twitter: @fabiolamsilva3
Correo electrónico: fabiolamsilva3@gmail.com
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