Bajo su órbita se organizan todas las acciones para detectar, desmantelar y detener a los grupos armados colombianos y a las bandas criminales emergentes. En una entrevista con El Tiempo, Édgar Cely afirmó que los jóvenes son el nuevo blanco de las FARC para conseguir respaldo.
"La nueva estrategia está en las milicias. Ahí está la milicia popular, la Bolivariana, el PCC, el Movimiento Bolivariano por una Nueva Colombia, las Juventudes Bolivarianas, que son ese enemigo invisible que hace daño a la juventud, que está mirando a los colegios y a las universidades", advirtió.
El comandante de las Fuerzas Militares remarcó que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha dicho que está dispuesto a dialogar con las FARC, siempre y cuando los rebeldes tengan realmente una voluntad para encarar el tema, dejen de secuestrar y liberen a todas las personas que tienen retenidas. "Porque «Alfonso Cano» sale a hablar de cuestiones políticas, pero no reconoce que tiene una organización viciada por el narcotráfico".
El funcionario de Santos explicó que desarrollaron la "geomicrorreferenciación", una forma de trabajar que no habla de zonas generales, sino de puntos específicos donde podrían estar instalados los escuadrones de la guerrilla. "Esto nos ha permitido ver las áreas donde hay un traslado del fenómeno delincuencial, de sembrados de coca, de laboratorios, de presencia de las FARC, del ELN, de las bandas criminales y del narcotráfico. Y eso nos ha arrojado unas áreas en las cuales estamos operando con mucha fuerza: zonas como el Catatumbo, el nudo de Paramillo, el Cauca, Nariño, Putumayo y Arauca".
Cely también abordó el tema de las bacrim. Estas "bandas criminales" actúan de forma similar a los paramilitares, porque poseen una estructura vertical, dominio territorial y vínculos con sectores estatales y las fuerzas públicas. Están catalogadas como las sucesoras de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), cuyos integrantes -de extrema derecha-, se desmovilizaron entre 2003 y 2006, durante el gobierno de Álvaro Uribe, a cambio de beneficios jurídicos
"Nosotros nos hemos fijado la meta de que en el 2014 estas estructuras las hayamos podido controlar. Pero fíjese que en el año 2008, cuando empezábamos a hablar del tema de las bacrim había 33 estructuras. Y la acción de la Fuerza Pública en general, y por supuesto la decisión del Gobierno de atacarlas, ha reducido eso a siete. Y de esas siete hay tres que, digamos, tienen mayor fortaleza", explicó.
Para terminar, se refirió al reconocimiento, por parte del Gobierno, de la existencia de un conflicto interno, y aclaró que "nada ha cambiado. No se modifica el estatus político ni jurídico en relación con los terroristas".
Fuente: Infobae.com
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