Por Andrew Cawthorne
CARACAS (Reuters) - Una ola de ataques vandálicos contra imágenes religiosas ha remecido a los venezolanos y desatado acusaciones mutuas entre los dos bandos políticos antagónicos que se formaron desde que Hugo Chávez está al mando del país petrolero.
La mayoría de los ataques ha consistido en agresiones directas contra estatuas e imágenes de la "Divina Pastora", una santa local cuya fiesta anual es una de las más grandes de América Latina.
El peor ataque hasta ahora ocurrió en el occidental estado de Lara, donde aparentemente una bala hizo un agujero en la mejilla de la estatua de la Divina Pastora, mientras que las ovejas que cuidaba fueron decapitadas.
Dentro de decenas de profanaciones registradas en las últimas semanas se cuenta la decapitación de la estatua de José Gregorio Hernández, un médico al que los venezolanos consideran un santo, pese a que el Vaticano le negó un sitio en los altares.
Otras imágenes han sido pintadas de rojo, mientras que a una escultura de la "Virgen de Coromoto" le cortaron las manos.
"Estos son hechos realmente repudiables que afectan el sentir católico del pueblo venezolano", dijo monseñor Jesús González de Zárate, miembro de la Conferencia Episcopal de Venezuela, a la televisión local.
Hasta el momento no han sido capturados los responsables de los ataques. Unos pocos creen que un culto satánico realizó estos actos, pero varios venezolanos sospechan que políticos están detrás del vandalismo.
¿FASCISTAS O COMUNISTAS?
Pese a proclamarse seguidor de Cristo y utilizar citas bíblicas en sus discursos, el socialista Chávez está divorciado de la jerarquía católica Venezolana, a la que ha acusado en sus 12 años de Gobierno de estar aliada con élites millonarias.
El militar retirado no ha perdonado a los líderes católicos de haber, a su juicio, bendecido el golpe de Estado que lo alejó del poder momentáneamente el 2002.
El ministro del Interior Tareck El Aissami manifestó recientemente su intención de castigar a los responsables del vandalismo y señaló que sospecha de enemigos del Gobierno que buscan desacreditarlo.
"Son prácticas históricas de la ultraderecha fascista (...) Si algún Gobierno ha respetado la libertad de culto, las iglesias y la fe, es este gobierno", dijo a periodistas y señaló que durante la dictadura Augusto Pinochet varias imágenes religiosas fueron destruidas en Chile para desacreditar a los movimientos de izquierda.
Pero en la oposición, muchos creen que los ataques fueron hechos por extremistas izquierdistas que apoyan a Chávez.
"Los antecedentes de esos excesos anticatólicos en la historia de la 'izquierda' son mucho más extensos que los de la derecha, por ultra que sea", publicó el diario opositor "Tal Cuál" en su editorial de la portada titulado "Satanás entre nosotros".
El editorialista Fernando Rodríguez añadió que sospechaba de los partidarios del Gobierno por la naturaleza atea del marxismo, la existencia de bandas de choque afines al Gobierno y el divorcio entre Chávez y la jerarquía católica.
Las tensas relaciones con la religión no son nuevas en los países socialistas. El líder cubano Fidel Castro, mentor de Chávez, fue acusado de perseguir a católicos tras el triunfo de su revolución en 1959.
Cuatro años más tarde el propio Fidel Castro daba la bienvenida al Papa Juan Pablo II.
En Venezuela, el Gobierno de Chávez -bastante alineado con el mundo árabe- ha sido acusado de discriminar a los judíos, lo que ha sido negado por el propio mandatario.
(Editado por Mario Naranjo)
Fuente: Reuters
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario