Junio de 2000
Interrogado por los periodistas, Raúl Reyes, líder guerrillero colombiano, admitió en su reciente visita a Venezuela que las FARC forman parte del llamado Foro de Sao Paulo. Veamos a que se refería:
Después de la caída del Muro de Berlín en 1989 y del derrumbe del comunismo en la ex Unión Soviética, Fidel Castro decidió sustituir el apoyo que recibía del Bloque Oriental por el de una transnacional latinoamericana.
Aprovechando el poder parlamentario que tenía el Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, Fidel Castro convocó en 1990, junto con Luis Ignacio "Lula" Da Silva, a todos los grupos guerrilleros de América Latina a una reunión en la ciudad de Sao Paulo. Además del propio PT y del Partido Comunista de Cuba, acudieron al llamado el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua; la Unión Revolucionaria Nacional de Guatemala (URNG); el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de México; y varias decenas más de grupos guerrilleros y partidos de izquierda de la región que se han ido sumando a lo largo de los años, como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México. Allí decidieron conformar una organización que se autodenominó el Foro de Sao Paulo.
Para dirigirla centralizadamente, crearon un Estado Mayor civil, dirigido entre otros por Fidel Castro, Lula, Tomás Borge y Frei Betto; y un Estado Mayor militar, comandado también por el propio Fidel Castro, el líder Sandinista Daniel Ortega, y donde juega un rol importante el argentino Enrique Gorriarán Merlo. Gorriarán Merlo fue fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), y posteriormente del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Gorriarán Merlo es el autor del ataque terrorista de enero de 1989 al regimiento de infantería de La Tablada, en Buenos Aires, donde murieron 39 personas; y fue quien encabezó la escuadra que asesinó a Anastasio Somoza en Asunción, Paraguay, en septiembre de 1980. Gorriarán Merlo también organizó la maquinaria militar del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), el mismo que hace tres años y medio tomó la residencia del embajador japonés en Lima.
El Foro de Sao Paulo tiene un sistema de comunicación permanente, y hasta produce una revista trimestral propia, denominada América Libre. Estableció una forma sólida y permanente de financiamiento, basada en el secuestro, el abigeato, el cobro de vacuna, asaltos a bancos, la piratería, el narcotráfico, y demás actividades ilegales que rutinariamente practican los grupos guerrilleros en Latinoamérica.
En vista de que el marxismo de los años sesenta estaba ya caduco y desprestigiado, los directivos del Foro de Sao Paulo decidieron adoptar formalmente diversos disfraces: uno fue el del indigenismo, o la supuesta lucha por los derechos de los indígenas, para encubrir la formación de grupos guerrilleros (Ejército Zapatista de Liberación Nacional); y también la promoción del separatismo, argumentado que los territorios ocupados por las tribus indígenas son propias y no del Estado nacional. Otro fue el del ecologismo radical que, alegando la protección del medio ambiente, justificó la acción de terroristas que obstaculizaran el avance del Estado a través de obras de infraestructura, como carreteras y tendidos eléctricos. Y finalmente, el de una versión extremista de la llamada teología de la liberación (Frei Beto, Leonardo Boff, Evaristo Arns), con el objetivo de dividir la Iglesia Católica y justificar la violencia con argumentos presuntamente cristianos.
Según un cable de AP, fechado en Montevideo, Hugo Chávez se inscribió en el Foro de Sao Paulo el 30 de mayo de 1995. Esto fue confirmado por Pablo Beltrán, líder del ElN, en una entrevista realizada por Globovisión el 17 de noviembre de 1999.
-Financiamiento del narcotráfico-
Hace cuatro años, el investigador colombiano Jesús E. La Rotta publicó un libro titulado "Las Finanzas de la Subversión Colombiana", en donde revela los resultados de sus investigaciones sobre las fuentes de financiamiento de las FARC, el ELN, y el EPL.
Haciendo uso de numerosos gráficos y tablas, La Rotta identifica seis rubros generales por medio de los cuales los guerrilleros colombianos obtienen sus ingresos, a saber: la extorsión en menor escala, como las vacunas, el boleteo, y el cobro de peajes, de donde obtienen un total de 1.030 millones de dólares al año; la extorsión en gran escala, a empresas nacionales y multinacionales, en los diversos sectores como el petrolero, agrícola, pecuario, industrial, comercial, y financiero, de donde recaudan 5.270 millones de dólares anuales; el abigeato o robo de ganado, de donde recolectan 270 millones de dólares anualmente; los asaltos, por medio de los cuales logran 400 millones de dólares al año; la piratería, ya sea terrestre, fluvial, marítima o aérea, que les significa 150 millones de dólares en ingresos anuales; y, finalmente, el narcotráfico, de donde obtienen 1.130 millones de dólares al año. Todo lo cual suma ocho mil doscientos cincuenta (8.250) millones de dólares al año, cifra muy superior a los presupuestos de las Fuerzas Armadas Nacionales de todos los países andinos.
Sin embargo, La Rotta admite que se trata de cifras de 1994, y explica que "los grupos subversivos, en particular las FARC y el ELN, entraron en franco proceso de sustitución de los carteles de la droga desmantelados y que cumplido tal proceso, se cerrará el círculo de enriquecimiento cuando incorporen a plenitud el producto global del narcotráfico, que puede representarles ingresos superiores".
Pocos meses después de haberse publicado el libro de La Rotta, salió de la imprenta el libro "El Cartel de las FARC" elaborado por el mayor colombiano Luis Alberto Villamarín Pulido; el cual alega que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia constituyen el tercer y el más poderoso cartel de las drogas.
Aunque ya existían pruebas de la vinculación del ELN y las FARC con el narcotráfico, los documentos incautados el 31 de enero de 1996 a las cuadrillas 14 y 15 de las FARC, por tropas de la Brigada 12 en Paujil (Caquetá), comprometen aún más a los guerrilleros con el tráfico de drogas: aparecen las frecuencias de VHF y números telefónicos de los capos del Cartel de Cali, así como los procedimientos conjuntos entre las FARC y los narcotraficantes.
El libro está lleno de frases impactantes como ésta: "la infraestructura del cartel de las FARC tiene todos los elementos de organización y control propios de las bandas de mafiosos que inundan el mundo civilizado con el tráfico ilícito de la cocaína, con el agravante de que amedrentan campesinos, enrolándolos a las milicias bolivarianas y al partido comunista clandestino. La acción de los delincuentes del cartel de las FARC traspasa las fronteras patrias".
http://www.neoliberalismo.com/forosp.htm
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