La Organización de Estados Americanos (OEA) no ha respondido al deterioro constante de la democracia en América Latina durante los últimos años, aunque la defensa de la democracia se supone que es una de sus misiones principales. Ahora, la OEA - y los gobiernos de la región - han sido avergonzados por una de sus organizaciones de su propia rama. La semana pasada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió un informe abrasador y con autoridad sobre la destrucción de las instituciones políticas de Venezuela y la erosión de la libertad bajo la presidencia de Hugo Chávez. Es una poderosa y, a veces escalofriante relato de lo que el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, y el Consejo Permanente de la organización han estado ignorando.
En detalle meticuloso, de las 300 paginas reporta el documento como el régimen de Chávez ha acabado con la independencia judicial, ha intimidado a los medios de la oposición o los ha eliminado, despojado a los líderes elegidos de la oposición de sus competencias, y a utilizado falsos cargos criminales para silenciar a grupos de derechos humanos. Mucho de esto ha sido reportado. Pero la comisión, integrada por siete juristas y activistas de los derechos de Antigua, Argentina, Brasil, Chile y los Estados Unidos, ofrece un nivel de detalle y una actitud de imparcialidad que debe desacreditar a los defensores de Chávez que pintan a sus críticos de imperialistas yanquis o golpistas.
Especialmente impactante es la cuenta de la Comisión de la función que la violencia y el asesinato ha jugado en la concentración de Chávez del poder. El informe documenta los asesinatos de periodistas, manifestantes de la oposición y los agricultores, pues dice que 173 dirigentes sindicales y sindicalistas fueron asesinados entre 1997 y 2009 "en el contexto de la violencia sindical, los asesinatos por encargo son el método más común para atacar a los dirigentes sindicales." El informe dice que en Venezuela en el 2008, los Defensores de los Derechos Humano, han registrado 134 denuncias de asesinatos arbitrarios por las fuerzas de seguridad, 87 denuncias de tortura y 33 casos de desaparición forzada. También afirma que los grupos radicales aliados con Chávez "están cometiendo actos de violencia con la participación o la aquiescencia de agentes del Estado".
No ha habido rendición de cuentas por estos actos. "Impunidad", dice el informe, "es una característica común que afecta por igual a los casos de represalia contra la disidencia, los ataques contra los defensores de derechos humanos y los periodistas, el uso excesivo de la fuerza en respuesta a protestas pacíficas, los abusos de la fuerza del Estado, la delincuencia común y organizada , la violencia en las cárceles, la violencia contra las mujeres, y otras serias violaciones de los derechos de violaciónes. "
"Despues de leer el informe, es consternadorde nuevo el silencio de los vecinos de Venezuela y de los principales órganos de la OEA. Insulza, característicamente, respondió al informe con una declaración distante, que subrayaba la autonomía de la Comisión y sugirió el "diálogo" entre éste organismo y el gobierno de Chávez "para aclarar dudas y diferencias". Sr. Insulza es candidato a la reelección como secretario general, hasta ahora sin oposición, los Estados Unidos suministra el 60 por ciento de su presupuesto. Si la reacción de Insulza al informe sirve de Indicio, entonces habrá que pensar que se espera que el Congreso (de EEUU) Financie por otros cinco años la tolerancia de la OEA hacia la represión de Chávez."
Traducido por @lamzelok del The Whashington Post: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/02/28/AR2010022803492.html
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