Martes, 29 de junio de 2010
El Instituto Nacional de Estadísticas INE a cargo de otro que hipotecó sus credenciales al desvencijado proceso, y maquilla las cifras tratando de disimular detrás de las mentiras convenientes al gobierno, la realidad que todos ven y sienten, incluidos los supuestos seguidores del oficialismo. No respetan ni siquiera la teoría tradicional que rige sobre este campo, en su afán de adulterar la pésima actuación roja rojita, tratando con ello, infructuosamente, de engañar a todos, mediante la eliminación de unos factores clave para el análisis, y la exageración del peso e importancia que puedan tener las dádivas que irresponsablemente reparten, efímeros parches incapaces de tapar la creciente dependencia de la economía respecto de la renta petrolera.
La Población Activa está conformada por las personas en edad de trabajar, entre los 15 y los 60 años como promedio, por cuanto la evolución social establece que a los menores de 14 debe permitírseles disfrutar de esa etapa temprana de la vida y dedicarse a los estudios básicos (por lo que se mantienen exonerados quienes, luego de cumplir 15 prosigan estudios, puesto que ello les prepara para incorporarse mejor preparados a la Población Activa, ejerciendo un oficio o una profesión cuya capacitación exige estudios posteriores a la primaria básica). Igualmente se consideran exonerados quienes sufran una discapacidad grave que les impida ejercer una labor (grupo en disminución debido a su propia disposición a ser útiles, y a los cambios de mentalidad y legislación, que permiten y estimulan la inclusión de quienes tradicionalmente eran rechazados y están demostrando que pueden competir en el plano laboral, deportivo y social). El tope superior en la edad proviene también de logros en la evolución de la sociedad, puesto que las legislaciones tienen previsto el mecanismo del Retiro o Jubilación a partir de una edad (en Venezuela, 55 para las mujeres, 60 para los hombres), así como por razones de invalidez física o mental, puede ocurrir antes la desincorporación.
Se divide la Población Activa en tres sectores, Empleados, Subempleados y Desempleados, dependiendo del grado de aprovechamiento de las capacidades y de la suficiencia con que pueda con sus ingresos satisfacer sus necesidades (que incluyen las del grupo familiar que constituya su carga, los que dependen del trabajador). Cuando un miembro de la Población Activa forma parte del Mercado Laboral en condiciones de equilibrio entre el aprovechamiento de sus capacidades y la satisfacción del conjunto de necesidades de su grupo familiar, se le califica como Empleado. Cuando no forma parte del Mercado Laboral, no ejecuta ninguna labor ni percibe un emolumento, entonces es parte del sector Desempleado. Cuando hay una alteración del equilibrio deseable, no se le aprovecha completamente en función de sus capacidades, o con sus ingresos no puede enfrentar la resolución de todas las necesidades de su grupo familiar, aunque efectúe una labor o reciba algún ingreso, no puede ser considerado ni Empleado ni Desempleado, en esos casos forma parte del sector de los Subempleados. Es el caso de quienes teniendo un Oficio o Profesión, trabajan en labores distintas e inferiores a aquellas para las que se prepararon y en las que son más capaces (un médico o profesor trabajando como taxista, un soldador u operario de maquinaria pesada, laborando como buhonero), o de quienes están insertos en el ramo que les corresponde pero les asignan salarios o sueldos muy por debajo de lo que deberían percibir, y les es insuficiente para mantenerse a sí mismos y a su grupo familiar (aceptan por extrema necesidad el pago por debajo de lo que establece o debería establecer el Escalafón, cuando la alternativa es quedar desempleado).
Pero el INE, bajo la mañosa orientación del “experto en manipulación de cifras” Eljuri, eliminó de sus estadísticas (también lo hizo el BCV) las cifras correspondientes al sector Subempleado, reuniéndolo arbitrariamente con el sector Empleado, para aumentarlo grotescamente, distorsionando la imagen real del Mercado Laboral y escondiendo dentro de la columna de los Empleados una cantidad muy importante de trabajadores con desequilibrios en sus relaciones laborales (sea porque son subutilizados o porque son subpagados), que en los países subdesarrollados suelen ser la mayoría de la Población Activa. Tratan de maquillar con este abusivo y poco ético ardid, la realidad que afecta a millones de trabajadores, sin ingresos fijos y suficientes, sin prestaciones sociales, sin derechos, para beneficiar la artificiosa imagen de un gobierno que se ha dedicado sistemáticamente a cerrar empresas privadas, reduciendo drásticamente los cupos de empleos directos e indirectos en el mercado laboral, así como a asustar a los potenciales inversionistas, mediante el irrespeto a las leyes expresado en la absoluta prepotencia y arbitrariedad de las ocupaciones, invasiones, expropiaciones, impide la creación de nuevas empresas y estimula la fuga de capitales y el traslado de empresas a países donde sean respetadas las reglas del juego. Tratan de imponer fórmulas que ya fracasaron demasiadas veces, donde quiera que la visión estalinista promovió la guerra a la iniciativa privada y estableció el capitalismo de Estado, centralizado y además dependiente de los caprichos e interpretaciones de un individuo, “padrecito o comandante”, todo lo cual condujo al colapso total del llamado Socialismo real, que está siendo reeditado en Venezuela por la franquicia estalinista gerenciada desde Cuba.
Eljuri declaró que “el poder adquisitivo del venezolano aumentó 18% entre 1999 y 2009 y que el deterioro del poder de compra en la década de los noventa empeoraba frente a la gran inflación que se registraba”. De modo que según Pinocho 2, la Inflación del 30 % que ha registrado la economía venezolana en los últimos años, y la de 50 % que alcanzará este año, deben ser consideradas mejores que las cifras inflacionarias que no superaban el 12 % en los 90, sin mencionar que en ningún país latinoamericano la inflación estos años ha superado el 7 %, sin tener ninguno la elevada renta petrolera que en Venezuela ha acumulado más de un billón de dólares (un millón de millones) durante los fatídicos once años cinco meses que llevan sistemáticamente destruyendo la economía los rojos rojitos, de los cuales forma parte el estadístico mitómano. Y en los países desarrollados la inflación, cuando ocurre, es menor al 3%.
Cuando Chávez asumió la presidencia, el 1º de febrero del 99, el dólar estaba por debajo de los Bs 500. Sucesivas devaluaciones, que el mitómano mayor juró que nunca ocurrirían, lo han llevado en el plano legal a Bs 4.600 (en el mercado innombrable está muy por encima, y no se consigue ni legal ni ilegalmente). ¿Cómo puede Eljuri, con su cara imperturbable y muy lavada, afirmar que ha aumentado el poder adquisitivo, en una economía rentista, absolutamente dependiente del dólar para adquirir todo tipo de mercancías del exterior, situación agravada por el constante ataque a la empresa privada, que ahora nos obliga a depender también de la “agricultura de puertos”...? No hay una sola empresa que haya sido tomada por el sector oficialista que siquiera mantenga una posición similar a la que ofrecía antes de la anacrónica compulsión oficial dirigida a establecer el capitalismo de Estado, para que todos se igualen en la miseria y deban por ello depender del gobierno, único empleador, único productor, único importador, único propietario, único creador de pensamiento. Todas las empresas administradas por el sector oficial presentan fallas en su funcionamiento (cuando funcionan, muchas han sido desvalijadas o simplemente cerradas), con preocupantes cifras deficitarias que las llevan a generar pérdidas, sin mencionar el estancamiento y retraso en los pagos a los trabajadores y en la discusión de sus Contratos Colectivos.
El Salario Mínimo en Venezuela es de Bs 1.200, que expresado en dólares serían $ 260,87. Si siempre hemos dependido en un alto porcentaje de las importaciones, que se hacen en dólares (o en euros, da lo mismo, son igualmente más caros y están fuera del alcance del venezolano promedio), Importaciones en las cuales el renglón alimentario ocupaba una porción inferior a la actual, en vista de la incapacidad oficial para mantener o elevar la producción en las fincas y extensiones declaradas ociosas, que son administradas por los rojos rojitos, llegando ahora nuestra dependencia en materia de alimentos al 80 %. Y la situación empeora si consideramos las cien mil toneladas de alimentos descompuestos (cien millones de kilogramos de comida importada) compradas con una fortuna en dólares, la mayor parte de la cual ya debe estar a buen recaudo en cuentas cifradas en paraísos fiscales del exterior, beneficiando a unos pocos “hombres nuevos”, especialmente si la mala condición de alimentos y medicinas ya les afectaba cuando hicieron esas compras, pagando poquito y facturando bastante, revolucionariamente.
Claro que con los muy elevados ingresos de Eljuri, y todos los obsecuentes e incondicionales del padrecito nacido en Sabaneta, sí tienen validez sus declaraciones, su poder adquisitivo aumentó en mucho más que el 18% y a esa élite no le afecta ninguna inflación, especialmente cuando su única labor es echarle tierra a los excrementos* que va dejando el gato que los nombró en sus respectivos cargos, y hacerlo aparecer como que están “sembrando el futuro” (*también le echan tierra a lo de PUDREVAL). ¡ Qué interesante sería tener a mano, emanada del INE, la cifra y el porcentaje que ocupan en las estadísticas nacionales los Parásitos que disfrutan desangrando el erario público, no sólo los que reciben las migajas de las llamadas misiones (las limosnas de siempre) sino estos enchufados al más alto nivel, bien lejos de las escardillas al sol, cerquita del mecate a la sombra conectado a las esféricas del que quita y pone, descalifica y miente, insulta y ofrece, en permanente campaña electoral en cadenas cada vez más vacías e insoportables.
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2713226.asp
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