Martes, 29 de junio de 2010
Lunes 14 de junio a mediodía, horas antes de la quincena, el gobierno del teniente coronel Chávez Frías toma por asalto el Banco Federal, cuyo mayor accionista es Nelson Mezerhane, uno de los dueños de Globovisión. No les importa el destino de los miles de empleados del banco, ni mucho menos las necesidades de los clientes (11.000 de ellos, por lo menos, ni siquiera están “protegidos” por el Fondo de Garantía de Depositarios y Protección Bancaria, alias Fogade). Lo que les importa es cerrar a Globovisión para que no siga criticando los desastres del gobierno. Orden de meter presos a Guillermo Zuloaga (principal accionista de Globovisión) y su hijo, nada menos que en La Planta, para que los malandros los mataran, sin importar las familias perjudicadas, ni los empleados perjudicados. Lo único que interesa es callar a Globovisión para que no se sepa más de las miles de toneladas de alimentos podridos, o de la canallada de enviar a Haití como “ayuda humanitaria”, alimentos descompuestos, porque al fin y al cabo esos negritos están pasando hambre y con hambre nada hiede. Que no se diga nada en la televisión de los retrasos en la emisión de cartas de crédito por parte de Pdvsa, o del maltrato a los trabajadores del sector público, especialmente los de Pdvsa, o del infierno que viven los habitantes de zonas marginales del país mientras Chávez y los suyos disfrutan de lujosas piscinas y canchas de bowling y viajes de lujo y tienen ropa de lujo. ¿Y qué hace Chávez?: amenaza, trata de distraer a la población para que no piense en el infierno en el que vive. Por eso hay que cerrar a Globovisión primero. Y después a los periódicos que insisten en decir verdades. Para eso están los jueces complacientes, rojos rojitos. Como el que condenó prácticamente a muerte a Pancho Pérez en Valencia. Y los banqueros complacientes que actúan como proxenetas. O los miembros siempre sonrientes de los poderes sometidos al ejecutivo. “Así es que se gobierna”, con qué galicado y sin la más mínima decencia. Como lo que son: como simples malandros.
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5351460.asp
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