“Si no fuera por estos medios, que están en manos de la oligarquía y atacan y mienten y manipulan tanto, el apoyo al Gobierno, a la revolución, estaría en mucho más de 80%”. (Hugo Chávez, 2 de marzo de 2009).
En esta sucinta declaración, secundada por el ministro de Información y Comunicación, se encuentra la justificación del fomento de la guerrilla comunicacional (sic). “Así como hemos hecho de nuestras herramientas: computadoras, latas, exactos, pintura, lápices, papeles e ingenio, armas para combatir a los grandes medios de comunicación, no podemos olvidar el fusil fundamental de nuestro repertorio, la palabra como instrumento central para forjar la conciencia revolucionaria”.
A la voz de comando de la ministra de Comunicación, los niños y adolescentes de los escuelas públicas, por encima de la Constitución, la Ley de Educación y la Lopna, que lo prohíben, son enrolados como “activistas de la verdad”, ministro de Educación dixit. Desde el Poder Ejecutivo se fomenta la guerrilla (comunicacional) para utilizar de manera compulsiva la fuerza creativa de niños y jóvenes para combatir contra los medios privados que ofrecen una mirada de la realidad distinta de la del Gobierno; al mismo tiempo que “siembran” el socialismo.
Promovidas estas guerrillas en las vísperas de las elecciones para la urgente renovación de la Asamblea Nacional que restituya ese cuerpo como verdadero centro de deliberación y expresión de la diversidad de la opinión política del país, se busca cerrar el círculo de la pretendida hegemonía comunicacional.
Fuera del campo habitacional, de la salud y de la seguridad, donde el fracaso del Gobierno es tan notable, lo comunicacional destaca como la mayor defraudación de Chávez a las expectativas ciudadanas. Transcurridos once años de mandato, el Gobierno, de espaldas a la Constitución y a pesar de toda la palabrería usada, no ha garantizado servicios públicos de radio y televisión como manda el artículo 108 de la carta magna.
A las abusivas cadenas, a sus maratónicos Aló, Presidente, a sus consejos de ministros televisados y su perenne presencia vía “avances noticiosos” debe sumarse el potente parque gubernamental y paraestatal que el Presidente ha ido amasando durante los últimos años.
Apoderándose de frecuencias habilitadas o adquiriendo alguna concesión privada, el Gobierno ha ido consolidando una amplia plataforma comunicacional al servicio del proyecto político de Chávez. A partir de la exagerada influencia que atribuye al poder de los medios, la administración chavista se empeña en el desarrollo de su hegemonía comunicacional mediante la gestión directa de radios, televisoras y mediante la sumisión absoluta de la radiotelevisión comunitaria. Por eso la discusión sobre este esperpento de la guerrilla comunicacional, con el grave hecho de la utilización del aparato del Estado para proselitismo en los centros educativos, no puede dejarse de lado la valoración del poderío comunicacional del Gobierno en función de la parcialidad política que representa, y a contracorriente de la voluntad soberana del pueblo que en referéndum popular rechazó el modelo socialista que se nos pretende imponer.
Sin contar con los medios impresos, la cooptación de toda la radiotelevisión comunitaria (sic) y la prolijidad de portales digitales vale la pena tener en cuenta lo que suelen llamar el sistema nacional de medios públicos, al entero servicio de la propaganda oficial. Para el Gobierno, lo que se dice fuera de estos canales es mentira.
La Radio Nacional forma un amplio circuito con emisoras nacionales y locales. El Circuito YVKE Mundial, potente red de alcance nacional. Tiuna FM: la voz de la Fuerza Armada Nacional. Venezolana de Televisión: ha recibido cuantiosas inversiones y modernización de su plataforma tecnológica y su programación está determinada por la agenda del teniente coronel Chávez. Vive TV: en el acto inaugural Chávez marcó su propósito: “Con este canal se le dará una batalla fuerte a la aberración comunicacional”. ANTV: canal de la Asamblea Nacional que cumple funciones político-ideológicas y está integrada al llamado sistema nacional de medios públicos. Telesur: funciona como agencia internacional de propaganda chavista y al servicio de los aliados continentales de Chávez. Ávila TV: originalmente adscrita a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, con el triunfo del alcalde Ledezma fue transferida al Ministerio de Comunicaciones. TVES: nace de la confiscación de la frecuencia a RCTV.
olucien@el-nacional.com
En esta sucinta declaración, secundada por el ministro de Información y Comunicación, se encuentra la justificación del fomento de la guerrilla comunicacional (sic). “Así como hemos hecho de nuestras herramientas: computadoras, latas, exactos, pintura, lápices, papeles e ingenio, armas para combatir a los grandes medios de comunicación, no podemos olvidar el fusil fundamental de nuestro repertorio, la palabra como instrumento central para forjar la conciencia revolucionaria”.
A la voz de comando de la ministra de Comunicación, los niños y adolescentes de los escuelas públicas, por encima de la Constitución, la Ley de Educación y la Lopna, que lo prohíben, son enrolados como “activistas de la verdad”, ministro de Educación dixit. Desde el Poder Ejecutivo se fomenta la guerrilla (comunicacional) para utilizar de manera compulsiva la fuerza creativa de niños y jóvenes para combatir contra los medios privados que ofrecen una mirada de la realidad distinta de la del Gobierno; al mismo tiempo que “siembran” el socialismo.
Promovidas estas guerrillas en las vísperas de las elecciones para la urgente renovación de la Asamblea Nacional que restituya ese cuerpo como verdadero centro de deliberación y expresión de la diversidad de la opinión política del país, se busca cerrar el círculo de la pretendida hegemonía comunicacional.
Fuera del campo habitacional, de la salud y de la seguridad, donde el fracaso del Gobierno es tan notable, lo comunicacional destaca como la mayor defraudación de Chávez a las expectativas ciudadanas. Transcurridos once años de mandato, el Gobierno, de espaldas a la Constitución y a pesar de toda la palabrería usada, no ha garantizado servicios públicos de radio y televisión como manda el artículo 108 de la carta magna.
A las abusivas cadenas, a sus maratónicos Aló, Presidente, a sus consejos de ministros televisados y su perenne presencia vía “avances noticiosos” debe sumarse el potente parque gubernamental y paraestatal que el Presidente ha ido amasando durante los últimos años.
Apoderándose de frecuencias habilitadas o adquiriendo alguna concesión privada, el Gobierno ha ido consolidando una amplia plataforma comunicacional al servicio del proyecto político de Chávez. A partir de la exagerada influencia que atribuye al poder de los medios, la administración chavista se empeña en el desarrollo de su hegemonía comunicacional mediante la gestión directa de radios, televisoras y mediante la sumisión absoluta de la radiotelevisión comunitaria. Por eso la discusión sobre este esperpento de la guerrilla comunicacional, con el grave hecho de la utilización del aparato del Estado para proselitismo en los centros educativos, no puede dejarse de lado la valoración del poderío comunicacional del Gobierno en función de la parcialidad política que representa, y a contracorriente de la voluntad soberana del pueblo que en referéndum popular rechazó el modelo socialista que se nos pretende imponer.
Sin contar con los medios impresos, la cooptación de toda la radiotelevisión comunitaria (sic) y la prolijidad de portales digitales vale la pena tener en cuenta lo que suelen llamar el sistema nacional de medios públicos, al entero servicio de la propaganda oficial. Para el Gobierno, lo que se dice fuera de estos canales es mentira.
La Radio Nacional forma un amplio circuito con emisoras nacionales y locales. El Circuito YVKE Mundial, potente red de alcance nacional. Tiuna FM: la voz de la Fuerza Armada Nacional. Venezolana de Televisión: ha recibido cuantiosas inversiones y modernización de su plataforma tecnológica y su programación está determinada por la agenda del teniente coronel Chávez. Vive TV: en el acto inaugural Chávez marcó su propósito: “Con este canal se le dará una batalla fuerte a la aberración comunicacional”. ANTV: canal de la Asamblea Nacional que cumple funciones político-ideológicas y está integrada al llamado sistema nacional de medios públicos. Telesur: funciona como agencia internacional de propaganda chavista y al servicio de los aliados continentales de Chávez. Ávila TV: originalmente adscrita a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, con el triunfo del alcalde Ledezma fue transferida al Ministerio de Comunicaciones. TVES: nace de la confiscación de la frecuencia a RCTV.
olucien@el-nacional.com
http://www.noticierodigital.com/2010/04/guerrilla-y-hegemonia/
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