El entrenador alemán, Joachim Löw, pasó hoy un auténtico calvario en el banquillo de su selección: la expulsión de Klose, el penalty fallado y las decisiones arbitrales terminaron de sacar de sus casillas a Löw.
El técnico se mostró contrariado por la cantidad de tarjetas mostradas en el partido que su equipo perdió frente a Serbia por 1-0, y en el que su jugador Miroslav Klose vio la roja en el minuto 37.
“Creo que en general fue un partido limpio”, dijo Löw tras el partido. “Nueve tarjetas amarillas y una roja (por doble amarilla) fueron demasiado”, criticó el técnico al árbitro español Alberto Undiano Mallenco.
Löw consideró sin embargo que su equipo mostró una “buena moral” tras la expulsión de Klose, uno de sus jugadores más experimentados en la cancha. Alemania contó con varias ocasiones para igualar el partido, entre ellas un penal que falló Lukas Podolski en el ‘60.
“En el primer tiempo tuvimos problemas para encontrar nuestro juego”, diagnosticó el seleccionador el desempeño de su equipo. “En el segundo el equipo dio todo”.
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