Viernes, 14 de mayo de 2010
Cada vez que el dólar se dispara en Venezuela, nuestra moneda se devalúa; es decir, nos toca a todos qué pagar más bolívares para adquirir el mismo producto o servicio que días o semanas antes comprábamos o contratábamos a un precio menor. Eso se debe a que Venezuela es un país que solo produce petróleo y por lo tanto vive y se alimenta de las exportaciones las cuales hay que cancelar en dólares que gracias al “control” cambiario el comerciante se ve en la imperiosa necesidad de recurrir al mercado paralelo para conseguirlos y no tener que bajar la “santa maría“. Con esta síntesis no estoy diciendo nada nuevo que el lector no conozca. Pero lo que el ciudadano común no se explica, es por qué con la devaluación el pobre se hace más pobre y el gobierno se hace más rico. El pobre pueblo que a duras penas gana bolívares para pagar sus compras y servicios, se ve en apuros; mientras que el gobierno que es rico y le sobran dólares de la jugosa renta petrolera, vive cada vez más cómodo.
Entonces, cree usted que a esto pueda llamársele gobierno del pueblo o dictadura del proletariado como mal le dicen en los países comunistas? Mire, estando el petróleo en su nivel histórico más alto, no hay razón para que nuestra moneda valga cada vez menos con respecto al dólar. Por lógica elemental debería estar más fuerte y los venezolanos más ricos o al menos estar disfrutando de una mejor calidad de vida. Ah, pero lo que pasa es que el gobierno se ha adueñado de la hacienda y se ha enriquecido con la renta petrolera para gastar sin mirar precios y regalar a manos llenas sin rendir cuentas, mientras los verdaderos dueños del petróleo y de la renta que somos todos los venezolanos, no percibimos sino las migajas que caen de la mesa del monarca.
Por qué no completar de dolarizar la economía y adoptar el dólar como signo monetario y dejar los bolívares para coleccionarlos? Porque para alcanzar ese nivel de conversión entre otras cosas se necesita que el país disfrute de mayor estabilidad política y goce de una economía más controlada, lo cual es como pedirle mucho a este régimen pendenciero y despilfarrador. En diez años este gobierno se ha peleado con toda Venezuela y medio mundo, y en ese mismo tiempo ha botado más de 60 mil millones de dólares en regalos a los amigos del presidente, que representan mas o menos el ingreso petrolero de todo un año. A este gobierno le han ingresado 800 mil millones de dólares por concepto de petróleo, que es mas o menos diez veces lo que se necesitó para reconstruir a Europa después de la II guerra mundial. Este gobierno con todo ese caudal de recursos no ha construido una sola urbanización “Caricuao“, o una “Casalta” o una “Caña de Azúcar” para albergar y dignificar a los pobres que el presidente dice representar. Todo ese capital se ha esfumado en más compras inoficiosas, más burocracia ineficiente, más elecciones y referendos inconsultos, más compras de deuda basura, más regalos para los amigos del presidente, y más de todo aquello que no constituye una inversión permanente ni mucho menos un esfuerzo por sembrar el petróleo.
http://www.analitica.com/va/economia/opinion/6373203.asp
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