El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó que aún tiene "núcleos de dudas" con respecto a si el camino más idóneo para lograr una revolución es el de las armas o el de la vía democrática, en una entrevista difundida hoy en el canal Televen con el exvicepresidente y periodista José Vicente Rangel. El gobernante, que se emocionó recordando el momento en que supo del cáncer, aseguró que lloró cuando el líder cubano Fidel Castro le informó que tenía células cancerosas; advirtió de un supuesto plan para desconocer los resultados de las elecciones de 2012 y dijo que si pierde en los comicios hará como en el pasado ante la derrota.
"¿Era el 4 de febrero o era el 6 de diciembre la puerta para abrir el camino a una revolución? Dudas, grandes dudas; se han venido aclarando y solventando, pero sin embargo ahí en el fondo hay núcleos de dudas todavía hoy", dijo Chávez al referirse a las fechas de su golpe de Estado en 1992 y de su triunfo en las urnas en 1998.
El mandatario defendió el fallido golpe de Estado que lideró contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y dijo que la historia ha confirmado que fue "absolutamente necesario" e "inevitable".
Chávez recordó también que cuando se presentó como candidato a las elecciones de 1998, en las que finalmente salió elegido, pregonó "a los cuatro vientos" la revolución democrática, pero tenía dudas sobre ello.
"¿Es ese el camino para hacer una revolución? ¿Y Allende?, ¿Y cien ejemplos más?", se preguntó el mandatario, evocando sus disyuntivas ante casos como el del presidente chileno Salvador Allende.
Estas dudas continuaron después, comentó Chávez, durante el golpe de Estado que logró sacarle del poder por 48 horas en abril de 2002.
"Yo llegué a pensar en esas horas, en alguna ocasión (...) yo dije, bueno, entonces el camino no era camino electoral, el camino es tomar las armas de nuevo", rememoró.
Chávez dijo que su proyecto político no tiene nada que ver con el cubano y aseguró que quien le acuse de ello "es un ignorante, es un farsante", o trata "de meter miedo y satanizar el proyecto bolivariano que es muy distinto del proyecto cubano. Son dos realidades totalmente distintas", señaló.
Por otra parte, se refirió a las elecciones presidenciales de 2012, en las que optará a un nuevo mandato, y alertó de un supuesto "plan de violencia" internacional para el caso de que su victoria sea por "un margen pequeño".
"Yo no sería el Chávez del crucifijo", dijo, y añadió que "sería una ocasión más para seguir profundizando el camino rumbo al socialismo".
El presidente se mostró seguro de ganar los comicios y señaló que, en el supuesto de que su proyecto socialista fuera derrotado en las urnas, "ya es historia" su actitud personal en eventos donde no ha sido favorecido, aunque sin precisar más detalles.
Preguntado por los aciertos de su proyecto político, el mandatario mencionó la convocatoria de la Constituyente, al comienzo de su Gobierno; la toma del control de la petrolera estatal PDVSA, y declarar el carácter socialista de su proyecto, porque hubiera sido "craso error pretender construir una Venezuela nueva en el marco del capitalismo".
Entre los errores, citó la "falta de eficiencia" de su Gobierno, el haber dejado a la cúpula militar cuando llegó al poder e intentar en los primeros años de su mandato seguir el camino económico "ortodoxo" que marcaban los organismos internacionales financieros.
Chávez también hizo referencia al cáncer que padece y del que fue operado el pasado 20 de junio en La Habana, dejando de un lado sus expresiones de su "batalla por la vida" para mostrar su lado más humano en la entrevista, grabada el pasado jueves.
Explicó que tras el anuncio que le dio Fidel Castro de la presencia de "células malignas" el pasado 18 de junio, Chávez pidió que le dieran un día para estar solo y se fue al baño a verse "los ojos".
"Lloré, lloré, lloré por mis hijos, lloré, como lloré el 12 de abril también frente a un espejito, lloré y lloré", recordó Chavez, haciendo alusión a las horas posteriores al golpe de Estado de 2002 en las que todavía no sabía si podría volver al poder.
"¿Y a mí? ¿Y por qué a mí?, decía bueno, bien, al final al rato estaba solo todavía como mirándome y riendo; ¡bueno Chávez!, ahora un cáncer, pues", recordó entre risas, el gobernante. EFE
Fuente: Informe21
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