El pasado jueves en horas de la noche, el canal del estado, VTV, en el conocido espacio cloacal conocido como La Hojilla, trasmitió párrafos de algunas conversaciones telefónicas sostenidas con la Lic. Beatriz Contreras, de Maracaibo, en las cuales yo recibía algunas informaciones sobre el tema de las precandidaturas presidenciales e hice algunos comentarios. Esas conversaciones privadas también fueron radiadas por el circuito YVKE Mundial, propiedad del oficialismo. No es la primera vez que somos víctimas de semejante acción ilegal e inconstitucional. Tampoco tenemos el privilegio de la exclusividad en recibir agresiones de los hamponoides que gobiernan. Estas “chuzadas”, como las llaman en Colombia, están severamente penadas tanto en Venezuela como en todos los países democráticos del mundo. Las consecuencias son severas. Se trata de una evidencia más de la desaparición del estado de derecho, de la Constitución y las leyes y las buenas costumbres en el ejercicio de la cosa pública. Lamentablemente no se pueden esperar conductas éticas de los “pranes y luceritos del oficialismo”. Sin estar en las cárceles como corresponde, pueden hacer tanto o más daño que los recientes protagonistas del despelote penitenciario.
Más allá de esta consideración, ratifico lo publicado en esas conversaciones. Nada grave, ni desconocido. Si aspiro a la Presidencia de la República es por considerar que tengo con qué hacerlo, que sería un Presidente apropiado para dirigir la transición sobre la base de un pacto de gobernabilidad y construyendo una gran coalición con todas las fuerzas motrices de la nación. Quisiera dirigir el proceso de liquidación de la actual vergüenza hamponil y de reconstrucción institucional de la República. No soy el único que puede hacerlo. Gracias a Dios la alternativa democrática cuenta con bastantes recursos humanos para la tarea. Algunos lo han asomado abiertamente. Otros mantienen expectativas sobre el tema, pero no podemos descartarlos. Está próximo el momento en que habrá de tomarse una decisión. Ratifico que aspiro ser el elegido, pero de ser otro, contará con todo el apoyo que pueda brindarle para el buen cumplimiento de la misión, tanto para ganar como para gobernar.
Respeto a todos los aspirantes. Tienen legítimo derecho a hacerlo, como también nosotros lo tenemos a expresar libremente nuestras opiniones y a advertir sobre riesgos y peligros que pudieran presentarse en esta lucha. El señor Chávez lleva un tiempo tratando de intrigar entre nosotros, también con relación a los acuerdos de la MUD. Cobarde e impropiamente abusa de los medios oficiales y de sus “luceritos” para tales fines. El tiro le saldrá por la culata. Nada podrá quebrantar la amistad personal, familiar y política, el respeto y la solidaridad que mantengo con Pablo Pérez Álvarez, gobernador del Zulia. Esto trasciende, en mucho, lo estrictamente electoral, aunque pudiera incluirlo. Que no se equivoque nadie.
oalvarezpaz@gmail.com
Lunes, 8 de agosto de 2011
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