El gasto militar sudamericano alcanzó a US$63.300 millones durante 2010, es decir, un 5,8% por encima del año anterior, según el centro de análisis conocido por sus siglas en inglés de SIPRI.
"América Latina se escapó de alguna manera a los efectos de la recesión mundial", dijo. "Hace más o menos una década que la región tiene tasas de crecimiento económico positivas y en 2010 tuvo un crecimiento proyectado de 6%".
De hecho, en algunas partes como Europa o Asia central y del sur el gasto se redujo, aunque en otras como Africa o Norteamérica se expandió.
Impulsado por Estados Unidos, el gasto militar en Norteamérica aumentó 2,8% para llegar a US$721.000 millones el año pasado.
En Centroamérica y el Caribe el incremento fue de 1,9% y llegó a US$6.500 millones.
En términos absolutos, Sudamérica sigue siendo una de las regiones que menos dinero destina a asuntos militares, a pesar de los aumentos registrados en los últimos tiempos.
Su monto de US$63.300 fue apenas superior a lo que gastó solamente Francia en el mismo rubro y equivalió llegó a 4% del gasto mundial, contra el 43% de Estados Unidos.
"Pero lo que llama la atención en el caso de Sudamérica es que es una región de paz, entonces uno se pregunta: ¿cómo siguen aumentando?", dijo Solmirano.
"Ahí es donde surgen las cuestiones de si no hay motivaciones que tengan que ver con ansias de poderío o si son decisiones políticas de los gobiernos por otro tipo de motivos que no sean amenazas militares", agregó.
Brasil "marca tendencia"
Brasil es "gran parte de la razón" del aumento del gasto militar en Sudamérica, según Solmirano.
"Con el tamaño geográfico que tiene y el dinero que ha destinado a su aparato militar, es el país más gasta (en ese rubro) en Sudamérica y quien marca la tendencia", indicó.
Entre 2001 y 2010, el gasto militar brasileño aumentó 30%, agregó. La tasa de aumento anual a partir de 2004 fue de 6,9% y equivalió a cerca de un punto y medio de su PIB, que también estuvo en constante expansión.
El informe ubicó a Brasil en un grupo de países emergentes formado también por Rusia, India, China y Sudáfrica (el grupo denominado BRICS) que tuvo una tendencia al alza en el gasto militar en la última década.
En el caso brasileño, el fenómeno se enmarcó en un programa para modernizar sus fuerzas armadas que incluyó la compra de submarinos y helicópteros franceses y de adquisición de tecnología.
"Brasil está avanzando en su intención de volverse un poder regional tanto económico como militar", indicó el informe del SIPRI.
"Ante la ausencia de amenazas militares reales a Brasil, sus opciones de gasto militar pueden estar motivadas sobre todo por la búsqueda de prestigio o estatus, más que por necesidades de defensa nacional", agregó.
¿Fin del boom?
Otros países sudamericanos como Paraguay y Perú también tuvieron aumentos importantes del gasto militar, de 16% cada uno, según el SIPRI.
A eso se sumó la tendencia al aumento en el mismo rubro que ha tenido Colombia debido a su conflicto interno y Chile debido a la transferencia de dinero de la exportación de cobre a las Fuerzas Armadas.
Las únicas excepciones al aumento del gasto militar en Sudamérica durante 2010 fueron Venezuela, Bolivia y Uruguay, consignó el SIPRI.
En el caso venezolano, la caída fue de 27%, la mayor de la región. Según Solmirano, esto muestra "cómo el ciclo económico está relacionado con el gasto militar en cada país".
Sin embargo, dijo desconocer cómo eso va a afectar la compra de armas que el gobierno de Hugo Chávez había anunciado a Rusia.
"Es una situación complicada porque no tenemos mucha información de cómo se financian estas armas", comentó la especialista.
Respecto a México, el SIPRI registró una evolución del gasto militar del 2%, más lenta que otros países latinoamericanos a pesar de que el gobierno de ese país ha declarado la guerra al narcotráfico.
"Hay desde la administración de (Felipe) Calderón un intento de tener fuerzas armadas entrenadas y equipadas para combatir al narcotráfico, pero el aumento del gasto en 2010 fue pequeño", dijo Solmirano.
La experta indicó que en los próximos tiempos puede esperarse una "desaceleración" del gasto militar en Sudamérica.
Explicó que esa proyección se basa en el anuncio del gobierno brasileño de retrasar la compra multimillonaria de aviones de combate y de embarcaciones militares.
Los cambios proyectados en la forma de financiamiento de las Fuerzas Armadas chilenas también pueden bajar la tasa de compras de armas en ese país, según el SIPRI.
Fuente: BBC
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