Con la reciente división del “chavismo” encarnada ahora en el partido PPT, la dinámica del debate electoral, al menos en Lara, se ha visto de alguna manera modificada por la entrada en escena de un tercer elemento que busca desesperadamente hacerse de un posicionamiento político que le garantice mantener parte del poder que ha manejado durante los once años de tiranía “chavista”.
No cabe duda que la mayoría de la gente está clara que el dilema electoral actual es entre el continuismo de una tragedia representada en el consorcio PSUV-PPT, y el cambio necesario que propone la Unidad Democrática para rescatar la Asamblea y ponerla al servicio de la constitución, el pueblo y la democracia. Sin embargo, es importante salirle temprano al paso a la manipulación descarada de esa “trampa azul” que pretende disfrazarse ahora de “tercera vía”, acusando al resto del de “extremistas”.
En primer lugar debemos decir que no es correcto hablar de “polarización” como si se tratara de dos corrientes igualmente responsables de la confrontación. En Venezuela lo que hay es un caudillo que junto a sus cómplices tarifados oprime al pueblo, y una vanguardia social que resiste y lucha por sus derechos. Así que es preciso distinguir entre victima y victimario o entre causa y efecto, a la hora de hablar ligeramente de polarización. Por lo tanto, mal puede ahora un partido de gobierno como el PPT refugiarse en la ambigüedad para acusar a los demás de extremistas, luego de haber impulsado la reforma comunista, aprobado el “paquetazo” de leyes que burló la voluntad soberana, perseguido a la disidencia, inhabilitado políticamente a sus adversarios, impuesto la reelección indefinida del caudillo y avalado las confiscaciones a la propiedad privada y el cierre de medios de comunicación.
Extremista es decir lo que dijo el cacique azul Albornoz de que “primero muerto que en la oposición”. Extremista es el pensamiento comunista del exgerrillero y cabeza de lista del PPT Rafael Uzcátegui para quien la propiedad privada no es un derecho. Extremista es ser corresponsable de una gestión de once años que solo ha dejado inseguridad, desempleo, déficit habitacional, corrupción, violencia, inflación y militarismo.
Por nuestra parte, nosotros representamos una alternativa con convicciones claras, comprometida con la democracia, la libertad, la unidad y el progreso social. Si eso le parece “extremo” a los verdugos de esos conceptos, no nos acompleja en lo absoluto, al contrario, nos sirve para identificar el verdadero talante de ese “chavismo azul” que pretenderá dividirnos en beneficio de su socio político de once años Hugo Chávez Frías. Además una cosa es el Gobernador Falcón y otra muy distinta es el PPT, partido este que no representa ninguna garantía de cambio y que el día de mañana no tendría problemas en vender por un racimo de cambures a su actual promotor, al mejor estilo Amalia Sáez.
Lo cierto es que una vez consolidad la unidad democrática (como lo prometimos) estamos en la capacidad de aprovecha la división del chavismo para conformar una mayoría política comprometida con el cambio necesario para superar esta crisis y para progresar colectivamente. Lo demás son aventuras basadas en intereses personales y cálculos políticos irresponsables que traicionan el compromiso con el momento histórico que vivimos. Unidad, Trabajo y Triunfo. Vamos a ganar.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted. (twitter: @chatoguedez)
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