Para nadie es un secreto que actual gobierno maneja la mayoría de sus Misiones con visión electoral apuntaladas en practicas populistas. El populismo podría resumirse en pocas palabras como: “decirle al pueblo lo que el pueblo quiere escuchar, independientemente de la realidad objetiva”. El concepto de populismo es tan complejo, los especialistas del tema lo han visto como una especie de Nacionalismo cuyo rasgo distintivo es la equiparación de la nación y el pueblo, pareciendo este ultimo al universo social integrado por la gente, por ejemplo la cara negativa del imperialismo en el Presidente Chávez es su nacionalismo. Nacionalismo que no solo asimila la nación con el pueblo, sino su propia persona con el colectivo nacional, teniendo como los protagonistas a los excluidos, es decir en nombre de este colectivo es que el presidente se erige como el defensor de los intereses nacionales frente a la supuesta invasión del imperio.
La Venezuela del siglo XXI debe luchar por erradicar del pensamiento de sus dirigentes políticos la acción de la miseria del populismo como estrategia pragmática de conseguir votos o respaldos, las nuevas generaciones tienen el desafío desmontar una practica tan perversa como la del populismo, lo que necesitan los Venezolanos es que se creen nuevas fuentes de trabajo y no que pase parte de su vida esperando alguna dadiva que lo recree por un momento y tenga que esperar un nuevo evento electoral para poder tener acceso alguna política nacional de contenido social vinculado a misiones que dignifique su vida.
La victoria presidencial de 1998 del Chavismo en Venezuela, significo la explosión de necesidades de cambio y expectativas frustradas durante años por las políticas liberales y neoliberales de la cuarta Republica, desde ese primer momento se desplazararón del escenario a los partidos tradicionales y otras organizaciones mediadoras, emergía una nueva esperanza parecían desaparecer las murallas de corrupción y exclusión social que distanciaban al pueblo del bienestar y la justicia social. En su lugar quedaba el Estado representado por el presidente Hugo Chávez, las Fuerzas Armadas y un partido político que aun no termina de unirse y consolidar su filosofía política del Socialismo del Siglo XXI, no obstante, desde su primer año en el poder varios han sido la practica del populismo orientadas a encauzar esta revolución. Sin embargo, las primeras acciones de políticas públicas no fueron suficientes para canalizar la cantidad de demandas, y hemos llegado a casi 13 años de gobierno, el populismo a transitado por varios niveles hasta llegar a un neopopulismo tan ineficiente como en sus practicas iniciales.
Toda la ineficiencias de las misiones y la miseria del populismo activan las protestas sociales en la quinta Republica han superado con creces a las vividas en la cuarta Republica, a partir 2002 pasamos de aquellas multitudinarias marchas en que se exigía el fin del gobierno nacional, ahora las protestas se mueven por temas mas puntuales y realizables, pero ya no se caminan kilómetros para expresar exigencias, sino ahora se usan mecanismos como la huelga de hambre (Enero a Julio se han registrado mas de 100 manifestaciones de este tipio), coserse la boca y hasta la huelga de sangre, es decir las protestas significan el sacrificio de los movimientos sociales frente al Estado Venezolano.
El móvil de las protestas sociales es y sin temor a equivocarme es la gente no siente que sus peticiones son escuchadas con seriedad por los sectores gubernamentales, todo parece indicar que la ultima palabra la tiene el presidente.
Durante este año, y como se ha venido haciendo desde hace más de 4 años, se demostró la capacidad del gobierno nacional para conducir las protestas, y sacar el aire a la olla de presión cuando lo considera estratégicamente necesario.
Por ejemplo, el manejo del conflicto representa un desafío para los sectores organizados de las comunidades que día a día exigen dignificar sus modos de vida, sindicatos y gremios que piden a través de sus protestas pacificas y con todo derecho la renovación de sus contratos colectivos, las acciones impulsadas por esta gente no son para tumbar el gobierno o desestabilizarlo, como se pretende hacer ver desde las altas esferas de Miraflores a quienes protestan, sino para exigir con voluntad y firmeza respuestas efectivas. Mucho más sí tomamos en cuenta los datos ofrecidos por la organización Provea, relevando que en los últimos 4 años se ha superado el número de acciones de protesta pacífica año tras año: 2007, 1.576; 2008, 1.763; 2009, 2.893; 2010, 3.315, proyectándose para el 2011 5.000. Evidenciando un constante y pronunciado descontento popular frente a la actual gestión pública a pesar de la miseria del populismo no termina de satisfacer y menos resolver los problemas puntuales de los venezolanos.
Marcos Hernández López
Director encuestadora Hernandez Hercon
Twitter: @Hercon44
marcoshernandezlopez@gmail.com
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