Las declaraciones del presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, diputado Ricardo Sanguino, sobre que “la productividad del país tocó fondo en el primer trimestre de este año… por eso aspiramos que comience el crecimiento” me produjeron hilaridad.
¿Será verdad que el diputado cree eso? Me cuesta digerirlo, pues si algo deberíamos haber aprendido los venezolanos es que siempre podemos estar peor, en cualquier ámbito. Hasta por ejercicio mental, lo invito a que compare:
En 1974 creímos haber tocado fondo cuando se reanudaran las relaciones con Cuba, en abierta oposición a la doctrina Betancourt. Hoy entregamos en bandeja de plata (¿o debiera decir “en bandeja de petróleo”?) el país entero a los cubanos. Incluso tenemos prevista la anexión en la Constitución Nacional… ¿estarían conscientes los constituyentes de que podría pasar también al revés, que nosotros nos anexemos a ellos?… “Artículo 14. La ley establecerá un régimen jurídico especial para aquellos territorios que por libre determinación de sus habitantes y con aceptación de la Asamblea Nacional, se incorporen al de la República”.
Creímos haber tocado fondo cuando en nuestra Venezuela Saudita la millonada de dólares que nos entraba era malgastada sin control. Agarre hoy el presupuesto de cualquier institución gubernamental, compare las entradas versus los resultados operativos y después opine sobre mala administración, obras fantasmas, sobreprecios, comisiones e inexistencia de contraloría.
En la campaña electoral de 1978, cuando Luis Herrera Campíns preguntó que dónde estaban los reales, creímos haber tocado fondo al saber que se habían esfumado. Esa pregunta hizo que Herrera ganara las elecciones: la gente quería saber adónde se habían ido los reales que sobraban en 1973, pues en 1978 éramos un “país hipotecado”. Hoy ni siquiera es que se esfuman los reales, las demostraciones de riqueza de la mayoría de los altos –y no tan altos- jerarcas del régimen “de los pobres” están descaradamente a la vista de todos.
En 1978 creíamos haber tocado fondo cuando supimos del sobreprecio del “Sierra Nevada”, que creímos la peor corrupción en la historia del país. Era tema de conversación y de indignación colectiva. Hoy cualquier maletín deja pálidas las cifras del barco frigorífico (como aquel que viajó cómodamente en un avión de PDVSA y del que se tuvo conocimiento porque el oficial de aduana argentino estaba de mal humor y al buscar, encontró)
Ese mismo año pensábamos haber tocado fondo con un presidente como Carlos Andrés Pérez. Esa percepción cambió cuando fue reelecto en 1988, pero volvió a ser realidad cuando CAP fue destituido en1993. Hoy millones de quienes pensamos eso sabemos cuán equivocados estábamos.
En 1988 creímos haber tocado fondo por la vergüenza de que en Venezuela mandaba la amante del presidente. Nos indignó verla vestida de militar y que los militares aceptaran aquello. Hoy deberíamos sentirnos abochornados de que nos mande un cubano y que los militares lo acepten como si tamaña violación a nuestra soberanía fuera lo mismo que mascar chicle.
Creímos también haber tocado fondo por lo que Francisco Kerdel bautizó como “la diáspora del talento”, cuando los jóvenes que habían estudiado fuera no regresaban. Hoy da escalofríos que más de la mitad de nuestros jóvenes –sin distingo de estrato económico- se quieren ir porque no ven futuro aquí.
En 1996 creímos haber tocado fondo cuando se apresó al astrólogo José Bernardo Gómez por vaticinar la muerte de Rafael Caldera (Gómez fue dejado en libertad un par de días después) ¿Qué piensan hoy de la condena a la juez Afiuni, quien actuó apegada a derecho y está presa con las mujeres a quien ella misma condenó?
Y todo eso para no hablar de la inseguridad. En1998 creímos haber tocado fondo con cifras que superaban los 4 mil homicidios al año y muchos votaron por Chávez pensando que como militar les pondría fin. En 2009 sobrepasamos los 13 mil.
Diputado Sanguino: el fondo no tiene fondo.
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