Mayo 31, 2010
Ya casi nada asombra, sin embargo, esta persecución contra Polar es tan, pero tan injusta e incomprensible que sólo se podría entender si uno lograra ponerse en el lugar del que inventa la maldad.
Como siempre digo y seguiré repitiendo, este no es momento para la complacencia, el miedo ni el guabineo. Hay que escribir y hablar clarísimo, sin eufemismos ni palabras raras que confundan a la gente. Lo que está ocurriendo a la Polar nos va a pasar a todos los venezolanos, incluso a quienes creen que por estar “portándose bien” se van a salvar de las garras destructoras que nos acosan.
Fíjense la saña y falta de respeto con que han tratado, tratan y seguirán tratando a los antiguos aliados, que ahora, tarde, abren los ojos a pesar de haber sido advertidos de lo que les iba a ocurrir. Igualito hacía Stalin con los que lo apoyaban.
No voy a nombrar a nadie porque no hace falta… pero qué rabia y qué tristeza deben sentir estos antiguos aliados.
Partido Comunista de Venezuela, ¡prepárese!; a mi parecer, ya está en la mira de nuestro querido líder. Pronto los veremos acusados de oligarcas, traidores y etc., porque recuerden la consigna: No es que te arrastres, hazlo como yo te digo.
Lo que nos está pasando no es nuevo. Ha ocurrido siempre en la historia de la humanidad, cuando se le da el poder a un maluco egocentrista. Los venezolanos de estas últimas cuatro generaciones no estábamos acostumbrados a que la verdadera maldad ocurriera en nuestro país. No es que los gobiernos adecos y copeyanos se portaran como angelitos. No. Pero comparado con lo que tenemos hoy, ellos son Heidi y su abuelito.
¡Qué destrucción! Qué inmoral destrucción de un país vemos día a día. Es increíble lo eficientes que son estos fascistas comunistas millonarios en destruir lo que existe. Tienen la envidia malévola del incapaz que se siente desnudo ante la imposibilidad de crear o construir, aunque tengan todos los miles de millones de dólares que han tenido y poseen. Se calcula la astronómica cifra de 900.000.000.000 de dólares invertidos en odio, atraso y maldad.
A la mente retorcida e irracional del envidioso le da rabia que un señor humilde tenga una carnicería y saboree el éxito, mientras él, que robó todas las reces a sus legítimos dueños, tiene que importar carne de Brasil y Argentina. Por eso la rabia, el saboteo, el robo y el odio contra Polar, sus dueños y sus trabajadores.
Amigos de la Polar, estamos resteados en esta lucha desigual. No se amilanen aunque, por ahora, no ganen. Ya ustedes ganaron. Polar es más que una marca. Polar es más que harina. Polar es más que cerveza. Polar es el músculo y la sangre de Venezuela.
Nadie, ni ellos, los que ahora por miedo callan y aplauden, están de acuerdo con lo que está pasando. Paciencia y temple, que ese oso es inmortal.
Ese oso ya es familia nuestra.
Tengo un gran amigo que vive en el campo, trabajador y humilde. El otro día me sorprendió con un comentario.
Mire, señor Claudio, la verdad es que sería bien bueno que el Gobierno se apoderara de Polar.
¿Y por qué?, a mí no me parece, dije sorprendido y un poco molesto.
Él me miró con la picardía que ponen los campesinos al hacer una broma y me dijo: Bueno, porque si el Gobierno se apodera de las empresas Polar, en 3 meses ya no habrá harina Pan ni cerveza, y ¿usted se imagina lo que va a pasar en Venezuela con 10 millones de mujeres sin arepas y 20 millones de borrachos arrechos…? ¡Eso no lo aguanta ningún gobierno!
http://www.noticierodigital.com/2010/05/sangre-de-polar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario