ALTO
LA PROCESIÓN POR DENTRO. El primer ministro de Portugal, José Sócrates, nunca pensó el efecto que su conversación privada con el presidente Hugo Chávez tendría en el Gobierno venezolano.
Al mejor estilo de su tocayo de la Grecia histórica cuando pronunció su más célebre frase: “Yo sólo sé que no sé nada”, el portugués puso el dedo en la llaga de la ineficiencia y la corrupción roja rojita de tal forma que el comandante sacó a todos los miembros de los dos gobiernos que estaban en la sala presidencial, incluyendo al traductor, para sostener una “tertulia socrática” con el lusitano. En ella confirmó algunas cosas que más tarde el premier confirmaría a sus allegados en el almuerzo del sábado en “El Barquero”. Chávez se molestó cuando supo que el ministro (¿ex otra vez?) Jorge Giordani habría sido el responsable del retardo en el cumplimiento de todos los acuerdos entre los dos países tan cacareados por el barinés en los últimos años. Ninguno se ha ejecutado. De entrada lo sacó del palacio aduciendo ante el canciller Maduro que “tenía gripe”. Esa acción presidencial provocó tal lloradera en “el Monje” que el ministro Diosdado Cabello le espetó: “Tiraste al jefe por el precipicio”. Venezuela, que ha basado esos acuerdos en un intercambio petrolero por distintos productos que incluyen desde viviendas a computadoras, no ha parado el envío de petróleo desde que se firmaron, hace tres años, esos pactos. Peticiones por parte de militares de Mercal y CASA que han conversado con miembros del Gobierno portugués buscando productos para la red alimentaria “han pensado primero en las comisiones que en la calidad de los productos… “. Chávez citó para ayer a todos los ministros que tenían que ver con los acuerdos y su voluntad es botar a quienes no los hayan ejecutado. De ellos Cabello que no se habla con Elías Jaua -quien no estuvo en el agasajo al premier Sócrates- fue enfático ante el caudillo al proponerle la designación del presidente del BCV, Nelson Merentes, al frente del despacho. El mismo sábado, Giordani había vuelto a sugerir al Presidente -como hizo el viernes- sacarle todo el dinero oficial a la banca privada y aprovechar para estatizarla. Allí casi se fueron de las manos él y Merentes. Aprovechó Cabello para reiterarle al jefe: “Ni con todos los dólares levantamos la economía si se llega a hacer eso”. El tema económico no se acabó allí. Vino un análisis del trabajo del superintendente de Bancos, Edgar Hernández Behrens, quien salió reprobado no solo por informes del presidente del BCV en cuanto al manejo de la crisis financiera sino por otros miembros del entorno económico. De paso perdió el apoyo irrestricto de su cuñado Ronald Blanco, embajador en Cuba, que fue decisivo cuando lo defendió de las acusaciones de Fernández Barrueco. La puntilla más certera fue la que le dio Adina Bastidas, quien se vino desde Washington, donde representa al país en el BID, para entregar su segundo informe a Chávez sobre el capitán Edgar. Allí demostró cómo las acciones de la Superintendencia han dañado a los bancos sanos y “tiene un plan para terminar de destruir lo que de ellos quedan con intervenciones a puertas abiertas a pesar de tener todas las garantías ante Sudeban y el BCV”. Adina le dijo al caudillo algo así: “No conozco a Merentes pero es la única persona a la que se le ha dado información muy seria sobre el capitán de Sudeban. Además, Merentes ha sido el único que presentó un plan de venta de dólares en los bancos privados sin retirarle los fondos públicos para evitar el mercado negro tan perjudicial para esta debilitada economía”. Es decir, por todos lados le han confirmado a Chávez las terribles metidas de pata del dinosaurio Giordani, como se lo habían dicho todos los economistas serios del país. El último, ayer, el respetado hombre de izquierda Héctor Silva Michelena, quien señaló que Giordani no había aprendido historia al desconocer que “el legado más importante del siglo XX es la economía mixta, que combina Estado y mercado”…
MEDIO
OTRAS ACCIONES. El Gobierno prepara una solicitud a EEUU de extradición de una docena de banqueros. Muchos piensan que es una acción para tapar la investigación que en el Norte se hace sobre lavado de dólares del narcotráfico donde habrían involucrados civiles y militares del régimen. Aquí mencionamos hace meses posibles revocatorias de visas a funcionarios criollos. Me enteré de algunas decisiones presidenciales: no dejarán en libertad a Fernández Barrueco ni siquiera ante la insistencia de los cubanos con los que triangulaba sus alimentos; entre los solicitados al Norte incluirán a Pedro Torres Ciliberto; no sale tampoco Arné Chacón y van con todo contra los Castillo Bozo de Banvalor a pesar de haber sido el jefe de su Casa de Bolsa, José Ignacio Rivero, el único de los detenidos al que se le permitió su libertad bajo enorme fianza. La razón está ligada a lo siguiente: la abogada que usó Banvalor fue la doctora Carmen Vargas, pariente de la fiscal general, quien a su vez aparece en documentos como “propietaria” de Radio Rumbos, lo que consideran es falso y en el alto Gobierno la acusaron de ser presunta testaferra de Torres Ciliberto. Los nombres de Raúl Gorrín y Mariano Díaz, éste ligado en algún momento a los “enanos”, también son mencionados en el expediente revisado el viernes en Miraflores. Vienen más privativas. Otro enfoque en la investigación se centra en Rafael Ramírez, su esposa, su cuñado y su suegra. Eso también se trató en Palacio. Relaciones con miembros de casas de bolsa y banqueros cuestionados, hoy en Miami, están en la mira de quienes buscan chivos para desviar la atención de las múltiples crisis que agobian al régimen. Habrá sorpresas. Por eso la traída ayer en 18 autobuses de lujo de un centenar de empleados petroleros de Anzoátegui para protestar en Fedecámaras. Quisieron llevarlos a Polar, pero las ganas de irse a almorzar, humedeciendo el condumio con escocés de 18 años, hizo que lo dejaran para otro día…
BAJO
SANTOS. El domingo por Twitter escribí: “Colombia se expresó: Por ahora Mockus y el Movimiento Verde no están maduros”. El miércoles cuando conversaba con Juan Manuel Santos para mi programa en Onda 107.9 FM me dijo “off the record”, pues estaba prohibido, que venía subiendo de tal forma en las encuestas que tenía la posibilidad de ganar en la primera vuelta. Escuché con escepticismo sus palabras pues lo achaqué, como en tantas ocasiones que he vivido, a los buenos deseos que tiene quien quiera ganar una contienda, cualquiera que sea. Casi lo logró. El jueves les cuento…
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