Último delito de moda: el “secuestro Express” se ejecuta contra todas las clases sociales y dura alguna horas, incluso un día. Hasta entonces uno conocía los raptos clásicos: “38 conocidos entre 1993 y 1998, 236 entre 1998 y 2007, explica Pablo Eliseo Guzmán, director de la policía de Miranda. Esos secuestros express, ellos, comenzaron en el 2000.. Durante mucho tiempo, no se habló de ellos. Cuando el jefe de la división antisecuestros y extorsiones abordó públicamente esa cuestión, hace tres años, fue relevado de sus funciones.
Pero se ha hecho difícil esconderlo. El periodista Elio Rojas, del diario Últimas Noticias, observa: “Desde comienzos del año 2010, se habla oficialmente de 190 raptos. Sin duda hay más. Y están implicados policías corruptos en el 20% de los casos express”. Como operadores o cómplices, dando informaciones confidenciales sobre las víctimas…
La banda de los Invisible, que se ha enriquecido a costa unos sesenta secuestros y fue arrestada, hace poco, contaba así con varias complicidades en la policía científica y en la banca, también utilizaba Facebook u otros sitios de Internet para ubicar a sus presas… “En todo caso, recientemente, continúa Rojas, Chávez se disgustó y habló de esos secuestros express por televisión pidiéndole a la Asamblea que aprobara una ley para castigar a la policía en caso de participación”.
Sabemos donde vives, mañana no te despertarás.
Hay blancos que se ubican. Y luego hay las que se escogen al azar. Hace un año. Bruno Plantagenet, un francés de 47 años, gerente de una pequeña empresa de artículos de oficina, se prepara por pasar una velada de beneficencia en la tranquila urbanización Los Palos Grandes de Caracas. Dejó a sus esposa frente al Club Catalán, para estacionar su vehículo. Son la 8:30 p.m., hay gente. Frente a él se estaciona un Toyota nuevo. Tres jóvenes de apariencia normal se bajan del auto y lo obligan, pistola en mano, a montar en su auto. “Nunca había sentido el ruido de cargar un arma. Estoy aterrado”, dice Bruno Plantagenet.
Tendrá derecho, hasta la media noche, a recorridos por Autopista, con el cañón en la boca, mientras se le hace cantar a su esposa: “Sabemos donde vives, no te despertarás mañana… Queremos 500.000 bolívares (50.000 euros)”. Reunirá todo lo que puede, 15.000 euros, pidiendo prestada a los amigos, con las joyas de la familia… Se le da cita en un extremo de Caracas, en una estación de servicio. Debe dejar el dinero en un rincón. A la media noche, los secuestradores dejan finalmente a Bruno Plantagenet en la plaza Venezuela. Con un billete de 50 bolívares para pagar el taxi.
“Pensé que iba a morir, hasta el final, murmura él. También me quitaron el automóvil que estaba pagando por cuotas. Me tomó un año rembolsar a mis amigos. En total, operaban diez personas, en el equipo. Cuando fui a la policía me dijeron que estaba loco por haber pagado tal suma, y que había debido negociar. Formulé una denuncia, ya que me di cuenta, al contar mi historia, que lo mismo le ha sucedido a una diez personas que conozco, pero de ello no se habla.”
Comercio rentable, en todo caso: “Para una ama de casa, en el barrio, serán 500 euros. En cuanto al vicepresidente de un gran banco de crédito, secuestrado durante once meses, tuvo que pagar una fortuna..” Fue raptado cuando circulaba con chofer y guardaespaldas. Un trabajo de profesional.
Desde el asunto, en todo caso, Bruno Plantagenet se plantea la pregunta, como muchos otros: ¿irse o quedarse?
http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/6627812.asp
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