domingo, 09 de mayo de 2010
Como si quisiera devolver el regalo de su reciente adquirida nacionalidad colombiana, el cantante español Miguel Bosé hizo desbocar el corazón de sus ya compatriotas con un espectacular concierto en Bogotá, en el inicio de su gira "Cardio" tras su paso previo por Medellín en la víspera.
Con un impresionante montaje, en el que dos pantallas gigantes y una estructura circular de unos seis metros de diámetro colgada del techo se encajaban y desencajaban, en medio de un derroche de imagen y color, el público bogotano latió a velocidades insospechadas ante un Bosé pletórico e incansable durante cerca de tres horas de
concierto.
Acompañado de tres bailarines y como si hubiera probado el elixir de la eterna juventud, el cantante exhibió coreografías que añadieron espectacularidad a un show que repasó grandes éxitos de su carrera, además de presentar los nuevos temas de "Cardio", el álbum que da nombre a su gira.
Y es que los latidos de sus fanáticos pasaron de cero a cien en un increíble arranque en el que el aumento de pulsaciones al son de dos de los nuevos temas de su nuevo disco, "Ayurvedico" y "Cardio", levantaron a los congregados en el coliseo de El Campín.
Al grito de "buenas noches, compatriotas", Bosé se entregó en cuerpo y alma con una veintena de canciones como "Nena", "Dame argumentos", "Júrame", "El perro", "Eso no" o "Por ti".
El éxtasis llegó con el repaso a míticos temas como "Morena mía" o "Sevilla", en el que absolutamente todo el público movió los brazos al mismo ritmo que Bosé, en una conexión con el cantante que no se rompió en toda la velada.
Un espectáculo en el que el público también intimó con las letras de "Hay" o "Down with love", en las que un quirúrgico Bosé llegó hasta el fondo del alma de su público colombiano.
"Cuanto nos gusta a cada uno de nosotros decir a alguien que eso lo haces por esa persona, pero cuanto cuesta", dijo en un instante del concierto el cantante, aunque en su caso el grado de comunión fue tal con sus seguidores que casi pareció que le estuviera
cantando a cada uno de ellos personalmente.
Como el "ay, ay" de su canción "Estuve a punto de", los asistentes casi sintieron un respingo cuando en el segundo bis de la noche, Bosé resucitó "Amante bandido", uno de sus temas más conocidos y exitosos y que permitió elevar la temperatura y los
decibelios.
Bosé, que obtuvo hace un mes la nacionalidad colombiana, también tuvo tiempo para recordar su compromiso social, cuando recordó a los desplazados por las guerras y la pobreza, ante los que "seguimos estáticos" mientras "la tierra tiembla, los volcanes estallan y el mundo se sacude".
"Canta por lo que creas y nunca dejes de cantar", exclamó el artista ante una ovación estruendosa que se repitió infinitas veces a lo largo de la noche por parte de un público formado en gran parte por mujeres.
Y es que a horas del Día de la Madre en Colombia, que se celebra este domingo, el hijo recién adoptado de esta nación entregó un regalo envuelto en lo mejor de sí mismo, para agradecer la acogida de un país al que nunca ha faltado desde que en los años setenta
empezara su andadura musical.
Precisamente, con un "Te amaré" cantado al unísono con todo su público y apretando emocionado la mano contra su pecho, Miguel Bosé se despidió de Bogotá y de un país al que, nuevamente, robó el corazón y con el que alargó un idilio que con el paso de los años se afianza con mayor pasión.
EFE
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