“Cuando el monte coje candela, no hay palo para encaramarse”, dice el viejo refrán apureño. Lo aprendí de mi padre, un llanero de pura cepa nacido en Camaguán, Estado Guárico, y criado en San Fernando. Papá era un sabio natural. Sembró en nosotros el amor por la tierra y el respeto por quienes
La frase es pertinente cuando se avecinan problemas serios, cuando ya no queda más remedio que afrontar los peligros como único camino. Venezuela está próxima al colapso en todos los terrenos. Nada funciona bien en lo político, en lo económico, en lo social. El relajamiento ético en un ambiente de disimulo y mentiras, de ineficacia y corrupción abona el camino a un estado de anarquía sumamente peligroso. El retroceso está a
Esto tiene la mayor vigencia en el monte. Tengo un profundo respeto por los productores agrícolas y pecuarios. También por la agroindustria y el comercio agrícola, indispensables para garantizar la seguridad alimentaria del país y la continuidad del aparato productivo para generar riqueza, trabajos estables y bienestar general. El régimen actual desconoce los principios elementales indispensables para dar cumplimiento a las exigencias constitucionales sobre
Estas son algunos aspectos fundamentales.
La propiedad de la tierra
Un gobierno decente tendría que presumir la legitimidad de todo el que ocupe un espacio dentro del territorio nacional. Parte de sus obligaciones tendrían que ver con facilitar que todos puedan acreditar adecuadamente su condición de propietarios, poseedores o simples pisatarios. Me refiero con particular interés al sector rural. Acabar con la desviación ideológica que atribuye al estado la propiedad de la tierra y al gobierno que lo representa el poder para administrarla a su antojo. Esto ha sido fuente de corruptelas y atropellos ampliamente conocidos. A quien hay que tenerle miedo es al gobierno. Establecer sus límites de actuación es la mejor protección que podemos darle a quienes trabajan el campo y cuidan
Seguridad rural
Los productores agropecuarios que continúan en sus actividades son verdaderos héroes de
Infraestructura básica
En esta materia la acción del sector público es urgente e indispensable. Descentralizando lo más posible las decisiones y los recursos para reconstruir y ampliar la vialidad rural, los sistemas de riego y los canales de comercialización de los productos. Estados y municipios deben retomar el control en la orientación y ejecución de cuanto deba hacerse dentro de las pautas que los gremios señalen. Esto sería lo mejor y puede hacerse desde el día siguiente al cambio. Los gremios tienen un rol protagónico en todo esto. Tengo más confianza en ellos, en su experticia y amor al país, que en esos ministros que manejan el área sin saber si las vacas dan leche o ponen huevos. El país está al revés, hay que enderezarlo.
Cultura y educación para el trabajo
Venezuela necesita liquidar la incultura del ocio remunerado o no, de la vagancia, del facilismo y
Confianza en el sector privado
Es decir, en la gente, en el ciudadano común, en la nación como entidad sociológica que necesita de un estado-gobierno que la represente política y jurídicamente, no que la explote, que la doblegue ideológicamente, ni la utilice como simple mercancía electoral para fines personalistas o totalitarios.
Debe haber confianza plena en la gente de trabajo, en las personas naturales, en las asociaciones de ellas convirtiéndose en personas jurídicas, es decir, en empresas capaces de crecer y desarrollarse. La sociedad civil es perfectible y deberán fortalecerse todas las organizaciones intermedias entre los ciudadanos y el sector público.
Cumplir y hacer cumplir…
Invito a revisar
oalvarezpaz@gmail.com 17 junio 2010
LA VERDAD, Maracaibo
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