Campaña mundial por la liberación del disidente chino 1001 sillas por Ai Weiwei

Berlín, Nueva York, Estocolmo, Londres, París, Viena, Moscú o Madrid han colocado sillas vacías frente a las embajadas chinas en esas ciudades para pedir la liberación del disidente chino Ai Weiwei.

Las protestas forman parte de una campaña convocada en todo el mundo a través de redes sociales con el lema '1001 sillas por Ai Weiwei', en homenaje al proyecto 'Fairytale' que Ai llevó en 2007 a la feria de arte documenta en Kassel.

El artista hizo viajar entonces a 1001 chinos a la exposición, la más importante feria de arte moderno del mundo, y llevó 1001 viejas sillas de madera que distribuyó ante obras de arte para invitar a una contemplación más reposada.

Pese a todo, la hermana del artista, Gao Ge, mostró su escepticismo ante el efecto que pueda tener la iniciativa. "Al mismo tiempo, no creo que las protestas internacionales empeoren su situación", ha dicho en una conversación telefónica con la agencia dpa.

El reconocido disidente chino, de 53 años, está desaparecido desde el 3 de abril, cuando fue detenido en Pekín. Pocos días antes había anunciado que abriría un estudio en Berlín para seguir desde allí su trabajo, debido a la creciente presión que estaba sufriendo en China.

Preocupación por el artista

En la capital alemana, concretamente, cientos de personas han pedido su liberación ante la embajada del país asiático. '¿Dónde está Ai Weiwei?', se leía en las pancartas de los participantes en la protesta. Otros portaban carteles con su retrato.

"Hay muchos artistas detenidos en China por razones políticas. A veces ayuda protestar de forma simbólica por uno que es especialmente conocido", ha declarado un manifestante a la agencia dpa.

Según el semanario 'Der Spiegel', el caso ya movilizó en Alemania a la canciller Angela Merkel y al Parlamento, que transmitieron por separado a la cúpula china su preocupación por el artista.

También activistas de la organización humanitaria Amnistía Internacional reclamaron su liberación el sábado ante la Puerta de Brandeburgo en Berlín.

Fuente: El Mundo.es