Junio 23, 2010
Al parecer se quitaron la careta. Después de todo un albur de manipulaciones jurídicas, el régimen totalitario deja ver al mundo su firme intención de apoderarse de Globovisión, y convertirla de ventana democrática de todos, en una nueva pieza sanitaria de la cloaca
Les duele el éxito atronador del canal de noticias. Un personal de gran categoría, vocación y compromiso hizo que una pequeña señal capitalina se transformara con el paso de los años, en un fenómeno comunicacional que es ejemplo permanente del periodismo libre en el continente. Además, su firme vocación de servicio es lo que la hace un aliado eficaz de las distintas comunidades y sectores del ámbito nacional, ávidos de dejar escuchar su voz en el desierto de la angustia. Mientras otros, optaron por perder su dignidad por la prodigalidad del poder corruptor, Globovisión buscó aliento en los recuerdos y transitó el mismo sendero de RCTV. Muchas veces es preferible atravesar el alambrado en la nocturnidad, que vivir con el corazón agrietado por la desdicha de no atreverse a luchar frente a las tiranías. Otras frecuencias le transfirieron el alma al diablo, haciendo una televisión que quiere hacernos creer que vivimos en el paraíso.
Quieren apagar el micrófono de Globovisión. Con el valiente canal no han podido. En primera instancia trataron de ofrecer la idea de que se trataba de una televisora al servicio de oscuros intereses antinacionales. Un aliado del imperialismo norteamericano en su afán por apoderarse de nuestras reservas petrolíferas. Seguidamente el gobierno nacional les confiscó las repetidoras y le negó la posibilidad de salir en señal abierta, todo ello, sin dar una explicación bien sustentada en la ley.
Después, fueron una serie de multas y procedimientos de coacción por parte del Seniat y la Alcaldía de Libertador. Colateralmente, el ciudadano venezolano premió con su preferencia a Globovisión. La sintonía que tiene se transformó en un fenómeno tan grande que obligó al Gobierno a negarle la entrada a las fuentes de información. Su red de medios oficialistas lanzó dardos envenenados que nunca dieron en el blanco. No podemos olvidar la gran cantidad de actos vandálicos, originados por grupos delictivos que amparados en el respaldo del Gobierno arremetieron contra la sede del canal, así como contra periodistas y camarógrafos, sin que los órganos competentes realizaran alguna medida que evitase semejantes actos de barbarie.
¿Por qué Globovisión? El deseo es asesinar la denuncia. Que el ciudadano no se entere de: La corrupción, la inseguridad personal, el desempleo, el alto costo de la vida, la falta de viviendas y de crédito para los campesinos; así como de los furibundos ataques en contra de la propiedad privada y la libertad de expresión.
Para lograr que los venezolanos claudiquen, requieren que Globovisión se convierta a la religión de los mudos o termine siendo un miembro de las momias ambulantes que destrozan al periodismo digno. Gracias a Dios, Globovisión tiene la vergüenza de aquellos que no ceden un milímetro en el espacio de su dignidad.
alexandercambero@hotmail.com
@alecambero
No hay comentarios:
Publicar un comentario